Anacardos

Los anacardos son originarios de Brasil y es conocido científicamente como Anacardium occidentale, aunque también marañón, cojote o merey. Su nombre viene dado por la forma de corazón invertido que les caracteriza, siendo el signidicado de «ana», hacia arriba y «cardium», corazón.

El fruto del anacardo tiene dos partes comestibles: la primera es un fruto falso fresco que sujeta al fruto verdadero (seco). Este fruto falso es de color amarillento, consistencia pulposa y sabor agridulce. Sin embargo, cuando hablamos de anacardo, nos referimos al fruto seco que se encuentra envuelto por una cáscara y que debe extraerse para su consumo. La cáscara se extrae mediante cocción al vapor, para así neutralizar compuestos irritantes que contiene la cáscara.

Al ser un fruto seco tiene una gran cantidad de grasa saludable, pero además su contenido en proteína tampoco es despreciable (17,5g/100g). Su perfil lipídico es muy interesante gracias a la presencia de ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados como el ácido oleico. Estos ácidos grasos son saludables principalmente por su elevado poder antioxidante. Además, los anacardos son ricos en vitamina A, folatos, vitamina E , calcio , magnesio, potasio y fósforo por lo que hablamos de un multivitamínico en potencia, de ahí su gran valor nutricional.

La recomendación dice que es mejor elegir frutos secos al natural sin sal o incluso tostados . En cambio, los fritos con sal, garrapiñados o recubiertos de chocolate deben ser evitados o, en todo caso, de consumo esporádico. El número de anacardos u otro fruto seco que se aconsejan tomar al día no ha de superar los 30 gramos, lo que viene a ser unas 18 ó 20 unidades .