Alcachofa

De inconfundible sabor , quienes aman esta hortaliza, que es en realidad la flor de su planta, acostumbran a ser auténtico fanáticos de la misma. La Cynara scolymus, alcachofera, alcachofa o alcaucil, se cultiva sobre todo en Murcia, en Valencia así como en Madrid, La Rioja, Andalucía y Navarra. España produce el 25% del total europeo con más de 221.000 toneladas.

Su nombre científico, Cynara, procede en una antigua leyenda griega. Cuentan Zeus se enamoró de una hermosa doncella de nombre Cynara. Él decidió convertirla en diosa y llevarla Monte Olimpo. Sin embargo, ella echaba de menos a su familia y decidió regresar a la Tierra a visitarla. Un enfurecido Zeus la castigó convirtiéndola en la primera alcachofa. Por otro lado, su nombre común es de origen árabe . Al-kharshûf, alcachofa, o al-qabsil, alcaucil.

Procedente del Noroeste de África, ya era conocida por griego y romanos. Durante la Edad Media comenzó su consumo en Italia y en España y posteriormente, fue introducida en Francia por Catalina de Médici. Con la navegación transatlántica llegó a América donde se cultiva principalmente en California.

Muy popular por la conocida como dieta de la alcachofa , que fue amadrinada en los años 90 por numerosos rostros conocidos, se le atribuyen propiedades casi milagrosas para la pérdida de peso, sin embargo, esta hortaliza tiene n umerosas propiedades nutricionales además de ser muy versátil en la cocina.

Entre sus beneficios destaca su capacidad de reducir el colesterol y los triglicéridos gracias a la presencia de cinarina, una sustancia que actúa evitando la síntesis endógena de colesterol y lípidos a la vez que aumenta la excreción biliar del colesterol y su transformación en ácidos biliares. Precisamente por su actuación sobre la formación y la salida de bilis, es muy buena para el hígado . También favorece la eliminación del agua y de sustancias de deshecho, ejerciendo una acción reguladora sobre el riñón.

Al ser muy rica en fibra ayuda a mantenerse saciado, a absorber el agua del estómago y reduce la glucosa en sangre a la vez que protege al organismo contra el estreñimiento, las diarreas y alivia la acidez estomacal y otras molestias.

De la alcachofa se consume el corazón , después de eliminar los pétalos externos más duros. Existen infinidad de preparaciones y pueden cocinarse naturales o en conserva. Además, en el mercado hay numerosos preparados en forma de cápsulas o de ampollas con extracto de alcachofa que prometen sus propiedades.

Ingrediente tradicional de la menestra, la alcachofa es también aporta sabor y propiedades a platos guisados de patatas o de arroz y puede ser la protagonista como en el caso de las alcachofas con jamón o el más exótico asadas con cardamomo y limón. Admiten preparaciones al vapor, cocidas, al horno o fritas, de ahí su versatilidad.