Alcanzar el Acuerdo de París costaría entre 4.000 y 6.000 millones al año

Las ambición política climática actual lleva a un aumento de la temperatura de la Tierra de 2,8ºC

Chimenea de una fábrica de Kawasaki. EFE

José A. González

El 12 de diciembre se cumplen siete años del histórico Acuerdo de París, casi 2.500 días de un hito histórico que con el paso de los meses ha caído en saco roto. «Falta de ambición, ausencia de obligación legal, acuerdo teórico…» son algunas de las opiniones que acompañan la firma de este pacto al que se han adherido 193 partes para conseguir mantener la temperatura del planeta por debajo de los 1,5ºC. «Estamos lejos de lograr este objetivo», advierte el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) en el informe sobre la Brecha de Emisiones 2022: La ventana se está cerrando. La crisis climática requiere de una transformación rápida de las sociedades humanas.

Desde aquella reunión en París se han celebrado seis cumbres del clima y «no se cuenta con una ruta creíble para contener el calentamiento global al máximo convenido de 1,5ºC», denuncian los responsables del PNUMA. A las puertas de una nueva COP , la número 27, y que se celebra en Sharm al Shaij (Egipto), «la naturaleza nos ha estado diciendo a lo largo del año a través de inundaciones devastadoras, tormentas e incendios sin precedentes que debemos dejar de llenar nuestra atmósfera con gases de efecto invernadero», señala Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.

Las actuales políticas climáticas conducirían a un aumento de la temperatura de la Tierra de 2,8ºC

La última cumbre del clima celebrada en Glasgow en 2021 se cerró con un pacto mundial para intensificar el esfuerzo de los países para reducir las emisiones GEI y frenar el aumento de la temperatura del planeta. Días antes de encender los micrófonos, luces y taquígrafos en Egipto, Naciones Unidas ha hecho balance del último año. «Las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) y las actualizaciones de los estados han sido lamentablemente insuficientes», advierte el PNUMA en su investigación, y es que los números no engañan: «Los niveles atmosféricos de los tres principales gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) alcanzaron el año pasado nuevos niveles récord», desveló hace unos días la Organización Meteorológica Mundial.

Esta falta de progreso «hace que el mundo se precipite hacia un incremento de la temperatura muy por encima del Acuerdo de París », señala el organismo internacional. Las actuales políticas «conducirían a un aumento de 2,8ºC». Pero, «estamos a tiempo», asegura la ONU, aunque a un alto precio.

Para hacer caer el termómetro mundial a los 1,5ºC fijados, «hay que reducir las emisiones un 45%», advierte la investigación del PNUMA. «Parece imposible, pero debemos intentarlo», detalla Andersen. «Es necesaria una transformación total de la economía y de la sociedad», detallan los autores del texto.

Un giro de 180 grados al modelo productivo y al estilo de vida que tienen una factura de «entre 4.000 y 6.000 millones de euros al año». «Cada décima de temperatura cuenta: para las comunidades vulnerables , para las especies y los ecosistemas, y para toda persona en el mundo», recuerda Andersen.

Falta de ambición

Tras el Acuerdo de París, los países firmantes tuvieron que registrar en Naciones Unidas sus planes y actuaciones para lograr la meta del 1,5ºC. «Solo 24 de las 193 partes tienen planes propositivos», explica Naciones Unidas. La ambición actual de los países no solo no lograría alcanzar el objetivo planteado, sino que aumentarían las emisiones den un 10,6%. «La implementación completa de todos los compromisos actuales y adicionales de emisiones netas cero apuntan a una subida tan solo de 1,8ºC», concreta el PNUMA. «Este panorama hipotético no es creíble a día de hoy», añade.

El pasado año se batió un nuevo récord de emisiones de gases de efecto invernadero

De hecho, los números no mienten, ya que el año pasado hubo 415,7 partes por millón (ppm) de CO2 en la atmósfera, 1.908 partes por billón (ppb) de metano y 334,5 ppb de óxido nitroso. Estos valores constituyen, respectivamente, el 149%, el 262% y el 124% de los niveles preindustriales y suponen un nuevo récord histórico.

«Ya todos tuvimos la oportunidad de implementar cambios graduales, pero el tiempo para ello se acabó. Únicamente la transformación de pies a cabeza de nuestras economías y sociedades puede salvarnos de la aceleración de la catástrofe climática», alerta Andersen.

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