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Dos imágenes de Ahmad Khan Rahami - REUTERS

Detienen al sospechoso del atentado en Nueva York que dejó 29 heridos

Ahmad Khan Rahami, un estadounidense de origen afgano de 28 años, es vinculado también con las bombas de New Jersey

Corresponsal en Nueva York Actualizado: Guardar
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Los neoyorquinos se levantaron este lunes con el golpeteo de una tormenta mañanera contra los cristales y con una alerta en sus móviles: un «Se busca» del siglo XXI, con el nombre de un sospechoso, Ahmad Khan Rahami, y su edad, 28 años. «Busca la fotografía en los medios. Llama al 911 si lo ves». Aunque el mensaje no lo decía, todo el mundo entendió que el buscado tenía que ver con la explosión que sacudió el barrio de Chelsea la noche del sábado y dejó 29 heridos. Era la primera vez que se utilizaba este método, en el que llega un mensaje a todos los teléfonos de una zona, y que habitualmente se usa para alertar sobre condiciones meteorológicas peligrosas, como una tormenta o una inundación.

Pocas horas después, las autoridades anunciaron la detención de Rahami, nacido en Afganistán y con ciudadanía estadounidense. Se produjo después de un tiroteo con las fuerzas de seguridad, en el que el detenido y dos agentes resultaron heridos. Tras su detención, ha sido acusado de cinco cargos de intento de asesinato.

El dueño de un bar vio a una persona durmiendo en la entrada de su local en Linden (New Jersey), muy cerca de la localidad de Elizabeth, donde Rahami residía con su familia. El ciudadano avisó a la policía y un agente se dirigió al lugar. Al despertar al extraño, vio que tenía una barba y un rostro similar al de la fotografía del «Se busca» que circulaba desde la mañana, también con imágenes de cámaras de vigilancia que habían grabado a Rahami en Chelsea.

Policías heridos

El agente le ordenó que enseñara sus manos, a lo que Rahami respondió sacando una pistola y disparándole en el abdomen, protegido por un chaleco antibalas. El sospechoso salió corriendo, entre disparos, perseguidos por otros policías que llegaron al lugar. Rahami hirió a otro agente y acabó detenido, con varias balas en su cuerpo, pero con vida. Las cámaras de ABC lo mostraron ingresando en una ambulancia en camilla, con el rostro desorientado, sangre en el hombro y vendas en una pierna.

La detención de Rahami cambia el relato de los sucedido durante el fin de semana. Las autoridades que, con excepciones, habían preferido no hablar de terrorismo, ahora sí lo consideran: «Tenemos todas las razones para creer que esto fue un acto de terror», reconoció este lunes en rueda de prensa el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.

«No nos rendimos ni nos rendiremos al miedo», ha afirmado Barack Obama

El domingo, las autoridades creían que la explosión en Chelsea que dejó 29 heridos no tenía relación con otra detonación, sucedida la mañana del mismo día en Seaside Park, en la costa de New Jersey, a una hora y media en coche del centro de Nueva York. Ahora sí creen que ambos incidentes están relacionados y Rahami se considera sospechoso en ambos, así como de la colocación de otra bomba casera a pocas manzanas de la que estalló en Chelsea -una olla a presión- y de otros cinco artefactos caseros encontrados el domingo por la noche en la estación de tren de Elizabeth.

Queda mucho por saber de los motivos de Rahami. El director asistente del FBI, William Sweeney, aseguró que no hay «ninguna indicación que muestre la presencia de una célula [terrorista] operando en el área. Ahora vamos a seguir investigando sus actividades y conocer más sobre su presencia en redes sociales».

La información de las fuerzas de seguridad apuntan a que Rahami actuaba solo, aunque no se puede dar por seguro. «La prioridad era detenerlo y ahora la investigación puede centrarse en saber si actuó solo y sus motivaciones», dijo el jefe de la policía de Nueva York, James O’Neill.

Al contrario del ataque de Minnesota, cuya autoría reclamó Daesh, el terrorismo islámico no se ha apuntado el tanto de las bombas en Nueva York y New Jersey por el momento. Según el FBI, Rahami no estaba en la lista de sospechosos de actividades terroristas. Sin embargo, ayer las fuerzas de seguridad desvelaron que el sospechoso ha viajado «varias veces» en los últimos años a Afganistán. Según dijeron conocidos del detenido a The New York Times, Rahami mostró signos de radicalización después de viajar a su país de nacimiento.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, se refirió a los atentados del fin de semana casi al mismo tiempo que se conocía la detención de Rahami. «No nos rendimos ni nos rendiremos al miedo», dijo Obama, que aseguró que EE.UU. seguirá combatiendo a Daesh y a su ideología.

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