Un hombre quemado por el sol
Un hombre quemado por el sol - FOTOLIA

¿Quemado por el sol? Diez respuestas a dudas frecuentes

¿En cuánto tiempo puede uno quemarse? ¿Qué hacer si no se dispone de un after-sun? José Luis López Estebaranz, presidente de la Sección Centro de la Academia Española de Dermatología, contesta las preguntas más habituales

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¿Se ha quedado dormido bajo el sol? ¿Ha olvidado aplicarse la crema fotoprotectora? ¿Ha utilizado un spray antiinflamatorio por una lesión muscular para hacer deporte sin saber que algunos atraen los rayos ultravioletas? Es muy probable entonces que su piel se haya tornado de ese inconfundible tono rojo de quien se ha quemado. O quizá se encontraba debajo de la sombrilla y no se explica cómo le ha podido ocurrir. El dermatólogo José Luis López Estebaranz, presidente de la Sección Centro de la Academia Española de Dermatología y Venereología, responde a ésta y otras preguntas frecuentes sobre las quemaduras solares:

¿En cuánto tiempo de exposición solar puede uno quemarse?

Es muy variable, dependiendo del tipo de piel. Es distinto el tiempo que necesita para quemarse una persona pelirroja de tez blanca que una con un fototipo más moreno, también varía si su piel es más fina o más gruesa, si se trata de un niño o un adulto, o si está tomando algún tipo de medicamento que le hace más sensible al sol.

Hay fármacos fotosensibles, como algunos para la tensión o algunos antibióticos. Y entre los factores externos, se requiere menos tiempo para quemarse si se toma el sol de 12,00 a 16,00 horas, que a las 8 de la mañana o a las 8 de la tarde, cuando la radiación ultravioleta que llega es menor, al igual que se necesita menos tiempo en verano que en invierno, o dependiendo de la altitud y latitud a la que se esté porque te quemas en mucho menos tiempo subiendo a Peñalara que a nivel del mar. El tiempo es difícil de precisar. La misma persona se puede quemar en cinco minutos en unas condiciones y en otras necesitar treinta. Pero sí, es posible quemarse en 5 minutos.

¿Qué puede hacer de efecto reflejo y provocar quemaduras aunque no se esté expuesto directamente al sol?

Esto es importante porque muchas veces la gente está debajo de una sombrilla o de un toldo y no entiende cómo se ha podido quemar. Hay superficies que reflejan los rayos ultraviolenta. La más conocida es el agua, de la piscina o del mar, o la arena de la playa, pero el césped también refleja radiación ultravioleta. No son espejos, pero hay superficies reflectantes, unas más que otras. Además, la sombrilla tampoco es un material completamente impermeable a la radiación ultravioleta. Los colores oscuros absorben más radiación que los claros y dependiendo del tejido, de su tipo, su textura o su grosor, pasa más o menos radiación. Una persona con una camiseta de algodón puede quemarse porque la protección solar de éstas a veces es solo de un 8 o un 10, y si se mojan mucho menos. Por eso ahora están apareciendo en el mercado prendas técnicas con índices de protección y que se pueden usar también mojadas. Hay muchas disponibles actualmente y algunas cuestan menos que un filtro solar. Aparte de éstas, una camiseta oscura protege más que una blanca, aunque sea más calurosa.

¿Qué otros síntomas, aparte de la coloración rojiza de la piel, acompañan a una quemadura solar?

Lo primero es que nos ponemos rojos y sentimos picor, escozor y dolor en la quemadura. Tenemos un aumento de la temperatura corporal en esa zona. Eso, si es una quemadura de primer grado: enrojecimiento con inflamación de la piel, sensación de quemazón, picor y dolor. Si sigue avanzando la quemadura aparecen ampollas con contenido líquido que luego se rompen y se pelan. En esos casos nos encontramos ante una quemadura de segundo grado. Éstas son las más habituales. De tercer grado, es muy difícil que se den con el sol.

¿Es posible evitar la descamación de la piel? ¿Cómo? Una vez que ha comenzado, ¿se puede paralizar? ¿Es mejor que se desprenda la piel por sí sola?

Cuando la piel se va regenerando y vamos eliminando esa capa de piel dañada por los rayos ultravioletas, uno se pela al cabo de los días. Hay una renovación epidérmica de la capa más superficial de la piel. Ese es el pelado típico.

Si la quemadura no es importante, con un after-sun es suficiente, pero si es intensa, debemos hidratar muy bien la piel en la fase inicial y usar una crema antiinflamatoria y calmante si tenemos. Un corticoide tópico en las primeras horas va a hacer que esa inflamación desaparezca mucho antes y en algunos casos puede frenar la descamación.

Si uno ya se está pelando, en la ducha y con la aplicación de una crema se facilita que se desprendan los restos de piel, pero no se debe friccionar. No hay que traumatizar más la piel. Si la friccionamos o nos rascamos, se va a traumatizar más y va a tardar más en regenerarse. Se regenera antes si la hidratamos y quitamos la inflamación.

¿Todos los after-sun son iguales?

Como su nombre indica, es una crema para después del sol, para hidratar la piel, que es distinto que una crema para una quemadura. Estos after-sun que se usan en pequeñas quemaduras suelen incorporar algún antiinflamatorio como el polidocanol, refrescantes como el aloe vera, vitaminas y emolientes (glicerina...).

Si no se dispone de un after-sun, ¿qué se debe hacer?

Aplicarse una crema hidratante. Agua fría o fresca nos aliviará y bajará un poco la temperatura, pero conviene aplicarse una crema emoliente e hidratante que no lleve perfumes, porque puede sensibilizar al paciente con una piel inflamada, y evidentemente que no lleve sustancias alergénicas.

Si tenemos quemaduras intensas o extensas nos puede subir la temperatura. Podemos tener sensación de golpe de calor, con fiebre a veces porque es una inflamación por todo el cuerpo. Por eso es importante beber abundante líquido y a veces hay que tomar algún analgésico o antiinflamatorio como un paracetamol o un ibuprofeno.

¿Qué debe evitar alguien que se ha quemado?

Después de quemarse al sol hay que evitar la exposición solar porque es echar leña al fuego. Acentuamos más la quemadura y retrasamos la regeneración normal de la piel. Por eso se aconseja «camiseta y a la sombra». Hay que evitar ponerse al sol durante unos días, incluso una semana, hasta que desaparezcan los síntomas de enrojecimiento.

¿Cuándo hay que acudir al médico por una quemadura solar?

Cuando son muy extensas, cuando son intensas, cuando tenemos quemaduras de segundo grado, si el que se ha quemado es una persona con alguna enfermedad que hace que sea más susceptible a quemaduras solares, como enfermedades autoinmunes, lupus, porfirias. Éstas van a provocar quemaduras de segundo grado y pueden activar enfermedades subyacentes. La dermatomiositis o el lupus eritematoso se activan con la luz, con el sol y con las quemaduras solares. También deben ir quienes a lo mejor están utilizando algún medicamento, bien tópico o sistémico y con el sol sufren una reacción alérgica importante. Si no, basta con una crema post-solar y un corticoide tópico unos días.

¿Es frecuente que lleguen a las consultas pacientes con quemaduras solares?

Sí que siguen llegando a urgencias personas con quemaduras de segundo grado, con ampollas. O porque no se han dado cuenta y se han dormido al sol, o porque estaban tomando algún medicamento o porque hacían deporte y por una torcedura se aplicaron un antiinflamatorio en las piernas o en tobillo y luego se expusieron al sol. Es algo muy típico en estas fechas. Hay antiinflamatorios tópicos que en un alto porcentaje de personas, junto con el sol, producen quemaduras. Son fármacos fotosensibles. Estos deportistas llegan con quemaduras con ampollas.

Desgraciadamente sigue siendo muy frecuente que la gente se queme con el sol y se sigue viendo en lugares públicos casos de personas que están rojas como cangrejos. Si se les ve así a mediodía, por la noche o al día siguiente van a estar...

A largo plazo lo vemos los dermatólogos en las consulta, en esas típicas espaldas con manchas o pecas irregulares. Es el daño, la cicatriz que deja la quemadura solar.

¿Qué riesgo para el futuro tiene una quemadura solar?

Hay mucha evidencia científica de que la quemadura solar, a largo plazo, supone un aumento en el riesgo de cáncer de piel. Y más en los niños. Las quemaduras solares en la edad infantil y en la adolescencia son peores que si nos quemamos cuando tenemos 60 años. Porque ocasiona un daño sobre el DNA celular que se lleva consigo a lo largo de los años y se ha visto que se asocia al melanoma y al cáncer de piel no melanoma. Por eso es muy importante evitar las quemaduras solares, sobre todo en la edad pediátrica.

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