La firma American Apparel entra en concurso de acreedores

La compañía de moda norteamericana American Apparel está en bancarrota y acaba de entrar en concurso de acreedores con una deuda de 300 millones de dólares. Se pone fin de esta manera a varios meses de rumores y especulaciones en torno a la firma, que ha hecho de la publicidad agresiva y provocadora sus señas de identidad. De hecho, el pasado mes agosto la empresa ya avisó de que carecía de los recursos suficientes para operar en los siguientes doce meses.

Entre las razones de la caída en picado de la empresa que se barajan figuran un descenso continuado de las ventas y los conflictos judiciales con el fundador de la compañía, Dov Charney. A mediados del pasado año, Charney fue despedido por un escándalo sexual y en su lugar se nombró a Paula Schneider como consejera delegada.

«Esta reestructuración permitirá a American Apparel convertirse en una empresa más fuerte, más vibrante», señaló Schneider en un comunicado. «Al mejorar nuestra posición financiera, podremos volver a centrar nuestros esfuerzos empresariales en la ejecución de nuestra estrategia para crear productos nuevos y relevantes, lanzar nuevas iniciativas de diseño y merchandising, invertir en nuevas tiendas, crecer en el ámbito del comercio electrónico negocio y crear cautivadora nuevas campañas de marketing que ayudarán a impulsar nuestro negocio».

American Apparel, que fabrica en la ciudad de Los Ángeles, opera en 230 establecimientos. La compañía ha anunciado la puesta en marcha de un plan de reestructuración a lo largo de los próximos seis meses con el cual conseguirá reducir su endeudamiento hasta 135 millones de dólares.

A finales de septiembre, American Apparel fue excluida de la cotización en bolsa por el riesgo de quiebra. En el segundo trimestre del ejercicio, la empresa reportó pérdidas por valor de 19,4 millones de dólares (17,6 millones de euros) y un descenso de las ventas del 17% respecto al mismo periodo del año anterior.

La compañía ha asegurado que su estructura de producción en Estados Unidos no se verá afectada por el plan de reestructuración, igual que su red de tiendas, tanto en Estados Unidos como en el extranjero.