Final desl desfile de Teresa Helbig
Final desl desfile de Teresa Helbig - a. de antonio y de san bernardo
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Vender, vender y vender

Combinación de estilos en el primer día fuerte de la pasarela madrileña: vestidos vaporosos, trajes masculinos, brocados...

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Crear para vender. Parece una idea lógica pero, paradójicamente, muchos creadores la habían olvidado durante años. Ahora vuelve a ser el santo y seña de los desfiles de esta temporada, porque las casas de moda están haciendo de la necesidad virtud.

Christian Dior, Coco Chanel o Yves Saint Laurent, siempre se preocuparon de crear colecciones comerciales y favorecedoras, e incluso de facilitar zapatos, bolsos, joyas y accesorios a sus clientas.

Tal no fue siempre el caso de Elsa Schiaparelli, Jean Paul Gaultier o -salvando las distancias- de un David Delfín patrio; han sido más bien creadores de conceptos y no tanto de prendas ponibles.

Juan Duyos

Ha sorprendido con una colección muy vendible. Sus conjuntos alternaban pantalones de gran caída y sencillas faldas largas.

Las mejores piezas, las prendas en paillettes de tonos camuflaje, el abrigo de corte kimono con vestido largo y el palabra de honor azul noche.

Roberto Verino

Mostró una amplia colección con trajes de chaqueta grises y vestidos floreados con abriguitos tres cuartos. Nuestro favorito, el traje sastre de falda tipo lápiz con cuadros escoceses azules y marrones, acompañado de estola de piel cobalto y bolso de mano: un atuendo muy «lady».

Hannibal Laguna

Siguió en su línea de vestidos hiperfemeninos, quizás abusando del raso. El españolismo salía a raudales, en una serie de prendas con mucho encaje. La inspiración en la chaquetilla torera era continua y se vieron faldas amagando capotes de toreo. El leiv-motiv resultaba demasiado evidente.

The Second Skin Co

Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández, siempre discretos y creativos, han presentado algunos vestidos realizados en tela multicolor muy irisada que resultaban algo «cargantes». Los volantes entorno a la cintura y los costados no eran favorecedores. En cambio, supieron crear elegantes vestidos en tul bordado y una deliciosa serie en rosa palo.

Teresa Helbig

Siempre delicada e imaginativa, se ha inspirado en sus visitas al Museo del Prado. Ha elegido tonos y materiales directamente sacados de los cuadros de los reyes de antaño. Es así como presenta un personalísimo vestido amarillo «Goya», con bordados en negro y blanco. Añade flores en relieve al frontal de sus vestidos e incluso se atreve a mezclar lana de angora con tejidos metálicos. Las prendas en cuero verde «Verona» bordado, son pura artesanía. Teresa siempre consigue reinventarse con éxito, sin mirar alrededor y sin mirar atrás.

Etxeberria

Cerró el día el guipizcoano con una colección muy suya, que retomaba cortes y prendas de la sastrería masculina. Los pantalones, las chaquetas, el omnipresente gris, la raya diplomática y los zapatos abotinados de corte masculino, se retocaban con algún detalle de corte japonés.

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