Quince pastillas de Lorazepam y hasta dos sobres de Frenadol, el cóctel casi mortal de Toño Sanchís

La vida de Toño Sanchís, el mediático representante de famosos, dio un vuelco dramático a última hora de la tarde del viernes. Sobre las ocho y media, el que hasta hace poco fuera mánager de Belén Esteban (con quien mantiene un duro litigio dentro y fuera de los platós) ingirió un cóctel de medicamentos que le llevaron a ser ingresado en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid).

Según ha podido saber ABC, Sanchís, de 43 años, se encontraba en su casa de Villanueva del Pardillo cuando abrió el botiquín y tomó varios tipos de sustancias: una quincena larga de Enantyum (un analgésico antiinflamatorio, consumido normalmente para dolores musculares); una cantidad muy similar de Lorazepam (benzodiazepinas, un ansiolítico también utilizado para las convulsiones y con ciertos efectos amnésicos); cinco pastillas de Neobrufen (una de las marcas con las que se comercializa el ibuprofeno) y hasta dos sobres del antigripal Frenadol.

En total, unas 40 dosis mezcladas que, a la llegada de los sanitarios, aún le mantenían consciente. Lo suficiente como para identificarse como representante artístico, entre ellos, de Belén Esteban, precisó a los médicos.

El ingreso hospitalario se conoció el pasado viernes, cuando Jorge Javier Vázquez anunció en el programa «Sálvame Deluxe» que la mujer de Sanchís, Lorena Romero, había llamado a los servicios sanitarios cuando llegó a casa y se encontró a su marido en un estado «fuera de lo normal».

Este incidente se producía después de una semana repleta de altibajos emocionales para Sanchís y su representada. El revuelo mediático comenzó el martes pasado, cuando la «princesa del pueblo» dijo mirando fijamente a la cámara de «Sálvame» que entre Toño Sanchís y ella ya no había confianza. A los pocos minutos destapaba la caja de los truenos: Toño le habría sustraído un millón de euros y, además, habría filtrado a ciertos medios detalles muy privados de la ex de Jesulín de Ubrique.

El asunto está destapando nuevas polémicas y dudas sobre la gestión del conocido representante, quien lleva a otros famosos como Kiko Matamoros, Rosa Benito, Sonia Ferrer, Jimmy Jiménez Arnau, Boris Izaguirre o Alba Carrillo. Esta misma semana Toño aseguró a Beatriz Cortázar que estaba «preocupado y muy triste por todo lo que está pasando». Quizá la tensión que ha vivido esta semana y la posible ruptura con otros clientes haya llevado a Sanchís a ingerir este combinado casi letal.