No pasó la noche en prisión pero, por si acaso, Harvey Weinstein acudió a comisaría y a su posterior visita con el juez con tres libros debajo del brazo . El productor norteamericano, sobre el que recaen varias acusaciones de abuso sexual, quedó en libertad bajo fianza de un millón de dólares y mandó un mensaje con su elección literaria tras muchos días alejado de los focos.
Mucho se han analizado los gestos de Weinstein en su camino a la comisaría de Tribeca , el barrio en el que hasta hace no mucho era poco menos que el «sheriff». Su mirada, su perfil relajadado y su vestimenta –elegante pero nada que ver con el look habitual de una alfombra roja– han quedado en un segundo plano por culpa del «complemento sorpresa» con el Weinstein se entregó a la Policía.
De los tres libros que llevaba de la mano, uno era la biografía del controvertido cineasta Elia Kazan , de Richard Schickel y otro «Something wonderful», de Todd Purdum.
El que más comentarios ha generado ha sido la biografía de Elia Kazan, con la que se cree que ha querido mandar un mensaje a quienes le acusan de ser poco menos que un monstruo. Elia Kazan se hizo especialmente famoso tras comparecer ante el Comité de Actividades Antinorteamericanas en la época del mccarthismo y la caza de brujas . En su testimonio delató a varios viejos amigos del Partido Comunista , lo que supuso la ruina laboral para ellos y el progreso (o al menos la tranquilidad) para él.
No son pocas las voces, bien disimuladas , que han visto en las denuncias de abusos una caza de brujas. Weinstein estaría del lado de esa hipótesis y por eso se cree que eligió la biografía de Elia Kazan para su primera aparicón pública en días. Un mensaje directo al mentón de sus presuntos « delatores ».
Lo que dicen los libros con los que Harvey Weinstein se entregó a la policía tras los casos de abusos
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