Un cazador de tendencias suelto en España

El narciso del siglo XXI se mira y se consume en su propio reflejo a través del «selfie». Y se ahoga en la fuente inagotable de su teléfono móvil, un espejo de dos caras donde todos podemos ver y dejarnos ver. «No sé si somos más superficiales que antes o si siempre lo fuimos y ahora tenemos mejores herramientas para explotar ese narcisimo», reflexiona el fotógrafo estadounidense Scott Schuman, creador «The Sartorialist», el blog de «street style» más influyente del mundo.

Schuman compara su blog con «el banco de un parque». «A todos nos gusta sentarnos en uno para ver a la gente pasar y comentar lo que llevan puesto», reconoce. Su banco, «The Sartorialist», es el más concurrido del planeta: más de un millón de personas lo visitan cada mes para admirar a los estilosos anónimos que retrata Schuman en las calles de Nueva York, París, Londres...

Y ahora en las de Madrid y Barcelona.

La automotriz Audi lo ha traído a nuestro país para que, con su ojo certero, seleccione a la gente más especial y original para invitarles a la gran fiesta de lanzamiento del nuevo Audi Q2. «Madrid es más conservadora, más regia, elegante y reservada. En cambio, Barcelona se parece a Miami. Encuentro que allí predomina un estilo más contemporáneo y juvenil», señala en su encuentro con ABC en un garaje del madrileño distrito de Chamberí.

Marcas de moda y de lujo como Audi pagan cifras siderales para asociarse con Schuman, un cazatendencias y gurú de estilo seguido por una fiel legión de jóvenes cosmopolitas esparcidos por los cinco continentes. Hace unos años, él mismo reconoció que su blog factura cientos de miles de euros mensuales en publicidad. «Pero no acepto dinero de ningunas de las personas que salen en mi blog», aclara. «Algunos que se mueren por aparecer en ‘‘The Sartorialist’’ pagarían mucho para que los fotografiara, pero no admito sobornos», se excusa entre risas.

Gran parte de sus ingresos provienen de jugosos contratos con grandes marcas. Burberry lo fichó para realizar alguna de sus campañas y Gap incluso lo quiso como modelo, aunque su cartera de clientes es larga y variada (Donna Karan, Gant, Nespresso...).

Schuman es una rara avis entre tanto narciso suelto. Siempre ha preferido fotografiar a ser fotografiado. «Nunca me interesó retratar a famosos ni convertirme yo en un personaje conocido. Tampoco me dedico a esto para hacer amigos influyentes, sino para intentar entender la diversidad cultural a través de la moda callejera», dice.

Con el «boom» de Instagram, la red social y aplicación para subir fotos con más de 400 millones de usuarios, todo el mundo juega a ser Scott Schuman. «Instagram no mató a los blogs. Los listos hemos evolucionado y nos hemos adaptado. Yo tengo mi blog y mi cuenta de Instagram», admite. «A la gente le gusta comunicarse, conectar con otros y compartir su mundo. E Instagram es una herramienta más para satisfacer esa necesidad. Además, es perfecta para ligar», confiesa. Él tiene más de 800.000 seguidores. ¿O serán pretendientes?