Andrés Sardá y Juan Vidal, en una imagen de archivo
Andrés Sardá y Juan Vidal, en una imagen de archivo - efe

Andrés Sardá, reconocido con el premio Nacional de Moda

Doña Letizia, que acaba de perder a su abuelo materno, no pudo entregar los galardones

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El premio Nacional de Moda a la mejor trayectoria ha recaído este año en Andrés Sardá, mientras que el de nuevo valor de la industria se lo ha llevado el alicantino Juan Vidal. En ambos casos se trata de verdaderos profesionales que, de una manera u otra, llevan un par de generaciones ligados al mundo de los tejidos de primer orden.

El premio Nacional de Moda se instauró en 2009, cuando se le concedió al ya fallecido Manuel Pertegaz el galardón por su trayectoria. Más tarde fueron genios como Paco Rabanne, el cordobés Elio Berhanyer o el canario Manolo Blahnik los que lo recibieron.

Andrés Sardá, premiado en esta edición, comenzó hace ya 53 años en la lencería, convirtiéndose en un verdadero revolucionario del sector.

Su hija Nuria, que ha recibido el galardón en su nombre, nos cuenta con alegría que «es un honor haber recogido este premio en nombre de mi padre, un hombre que apostó fuerte por una industria cambiante y por la internacionalización de la marca: no en vano, la razón social fue desde siempre Eurocorset S.A., toda una declaración de intenciones».

Sardá, visionario y constante, como todos los que llegan a algo grande, se ocupaba de la imagen de la marca de un modo obsesivo. Cuenta Nuria que «incluso contrató para las campañas de publicidad de los años 60 a fotógrafos estrella en Europa, algo poco habitual en el mundo de la lencería en ese momento».

-Desfilan en la Semana de la Moda de Madrid entre colecciones de ropa. ¿Consideran la lencería una moda?

-La obsesión de mi padre fue siempre unir lencería y moda, hacer que el interior fuera igualmente apetecible. De hecho, actualmente muchas mujeres combinan las prendas interiores con las exteriores con gran soltura. Y en las colecciones de baño todo es moda, ya que es socialmente el momento en el que más expuestos estamos físicamente.

-¿Qué factores concretos han llevado a la marca Andrés Sardá a la cúspide internacional?

-Siempre hemos prestado una enorme atención a los materiales. Mi hermana Elena es ingeniero técnico industrial y analiza alternativas y mejoras: solo así conseguimos que la mujer se sienta favorecida con prendas sin aros, ya que el tejido y el patrón modelan por completo su cuerpo con naturalidad. La calidad de los tejidos, el estudiado patronaje y la imagen cuidada nos han llevado muy lejos.

-Este premio, desgraciadamente, ha contado con dos ausencias que imaginamos lamenta: la Reina y el mismo Andrés Sardá…

-Sí, es una pena lo de la Reina y mi padre no ha podido venir. Le hubiera encantado saber que ha sido premiado, pero tiene un alzhéimer avanzado.

-¿Están los siete hijos a bordo del «barco» que su padre fundó?

-Trabajamos cuatro en la empresa familiar: Miguel, en desarrollo de producto; Elena, como ingeniero de tejidos; Alberto, en el desarrollo comercial, y yo en la creación.

Juan Vidal, nuevo valor

En el Museo del Traje también recogió su galardón el alicantino Juan Vidal, un perfeccionista y exigente modisto, cuya familia lleva décadas en el sector de la confección textil de más alto nivel. Ese conocimiento de los tejidos y el «apadrinamiento» de una empresa familiar que le facilita la mejor materia prima han sido clave en su reciente éxito.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Industria, José Manuel Soria, presidieron el acto e hicieron entrega de los premios de la moda. Es absolutamente acertado que sea el Ministerio de Industria el que auspicie estos premios; en muchas ocasiones, la moda española se ha recluido entre acciones culturales, cuando es en realidad mucho más que un arte: se trata de la industria que -junto al turismo y la agricultura- está posicionando mejor a España en el mundo.

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