Kim Kardashian sube la temperatura en la portada de «Rolling Stone»

Su segundo embarazo no ha hecho a Kim Kardashian bajar el ritmo de trabajo. La socialité y su exuberante pecho copan la portada de la revista «Rolling Stone» en el mes de julio, con unas fotografías cuya temperatura es acorde a la ola de calor que atravesamos. Y, por supuesto, Kim no se deja ninguna confesión en una entrevista en la que tienen cabida desde su marido, Kanye West, hasta su familia, la cinta sexual que la lanzó a la fama, su ex amiga Paris Hilton o incluso O.J. Simpson, al que su padre, Rob Kardashian, defendió en los años 90 en un caso de asesinato.

«Yo estoy del lado de mi padre. Siempre pensé que era la persona más lista del mundo, y el creía en su amigo», defiende Kim, quien revela también que el deportista estuvo viviendo en el hogar de los Kardashian mientras duró el juicio por el asesinato de su esposa, Nicole Brown.

«Dormía en la habitación de Khloé», revela. Un tiempo que Kim reconoce «fue difícil», ya que su madre, Kris Jenner, creía que Simpson era culpable del homicidio. «Ahora intento no pensar mucho en ello», asegura. El caso terminó en 1995 con la absolución de Simpson en un juicio penal.

El tiempo ha pasado y Kim Kardashian se ve ahora como «una mujer inteligente y feminista» que ha levantado su propio imperio. Quién se lo iba a decir a aquella avergonzada joven por la filtración de un vídeo sexual. «Lo he dejado atrás, aunque es verdad que a día de hoy no sé aún quién lo colgó en la web», lamenta.

Desde entonces, el clan K ha hecho un modo de vida de vender su vida privada. Llevan ya diez años grabando «Keeping Up With The Kardashians», un reallity show familiar en el que se ha visto desde bodas a divorcios, embarazos e incluso la transición de Bruce a Caitlyn Jenner, quien por cierto tendrá su propio «spin off». «Descubrí que vestía ropas de mujer cuando tenía 22 años. Me quedé en shock, y él me llamó por teléfono para decirme "algún día, hablaremos sobre esto. Hasta entonces, por favor no digas nada"», rememora Kim. Sin embargo, antes de su boda con Kanye West, la celebrity decidió confesarle esa cara de su padastro a su futuro marido. «Tenía miedo de que Bruce fuera a estar incómodo llevándome al altar. Pero Kanye me calmó, diciéndome que le diera tiempo. Que estaba viviendo su vida a su ritmo, y que si Bruce no podía ser auténtico no sería nada».