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Christie Swadling, hace cuatro semanas - instagram/ christieswadling
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La historia de la chica anoréxica que se quería parecer a Miranda Kerr

Christie Swadling, de 18 años, fue diagnosticada con anorexia nerviosa tras obsesionarse con la figura de las modelos. Ahora, trata de ayudar a otras jóvenes que han sufrido su enfermedad

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Christie Swadling, es una joven australiana de 18 años que se encuentra batallando con la anorexia. Debería estar preocupada por los exámenes en la universidad, los chicos y culminar sus asignaciones, pero en su lugar, lucha con una enfermedad producto de su obsesión con la imagen.

Swadling se ha dado a conocer a través de las redes sociales y tras publicar un vídeo en 2014 en el que explicaba su lucha con este desorden alimenticio. Desde que afrontara la realidad de su enfermedad, se ha dedicado a compartir su dieta sana con aquellos jóvenes que también sufren de estos problemas.

La chica ha confesado a Daily Mail de Australia, que su obsesión con la imagen y la delgadez comenzó con Miranda Kerr.

«Los anuncios con Photoshop de modelos como Miranda Kerr impulsaron mis problemas de imagen, porque pensaba que esa era la manera de ser», dijo.

Pero la anorexia le nubló el juicio. «Me volví más flaca que esas modelos, esto debido a mi enfermedad. Dejé de pensar en esas modelos y me obsesioné en solo perder más y más peso»», confesó la chica que fue diagnosticada con anorexia nerviosa.

Confiesa que en su familia, nadie llevaba una dieta sana. «Siempre fui la niña de la que tenían celos porque siempre comía chocolates, patatas fritas, McDonald's», dijo. Sin embargo, esa «admiración» cambió cuando la empezaron a acosar y a llamar «gorda».

Solo 31 kilogramos

Así empezó con su obsesión y a los 17 años su cuerpo colapsó. Tuvo que ser hospitalizada durante su cumpleaños 17, y llegó a pesar unos escasos 31 kilogramos. En ese momento, la chica confiesa, tenía una relación «terrible» con la comida, estaba sin energía y en pocas ocasiones lograba salir de la cama.

«No comía casi nada, quizás dos comidas al día por menos de 300 calorías, pero había un pequeño demonio en mi cabeza que me decía que tenía que ser más delgada», explicó a Daily Mail Australia.

«Se convirtió en un problema cuando empecé a perder demasiado peso, cerca de 13 kilos. Me di cuenta que era mucho más pequeña y delgada que Miranda (Kerr), cosa que me gustó en un momento, pero después me di cuenta que no me gustaba eso».

La chica confiesa que su familia no se percató de su batalla hasta que su cuerpo empezó a reflejar la pérdida brutal de peso. Su madre la llevó al médico, que tras un par de preguntas confirmó que Christie tenía un desorden alimenticio. Poco tiempo después fue cuando ingresó al hospital.

«Me dio asco lo que vi»

Tras tocar fondo, se percató que debía cambiar su estilo de vida. «Me miré en el espejo y me dio asco lo que vi. Me di cuenta que solo me estaba matando lentamente. Empecé a comer, a comer y a comer», relató.

Actualmente, aunque sigue siendo una chica muy, muy delgada, trata de seguir una dieta sana y hacer ejercicio. Comienza las mañanas con la práctica de yoga, desayuna y almuerza frutas, hace pilates por las tardes y cena fuerte, 400 gramos de pasta de maíz con una lata de tomate y vegetales.

Usa las redes sociales para motivar a otras chicas que sufren anorexia. Su idea es que pueden estar sanas, practicar ejercicio y estar delgadas. «Hy muchas chicas que me han dicho que les he salvado la vida. Quiero ayudar a muchas más», dijo.

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