La presentadora Terelu Campos
La presentadora Terelu Campos - ernesto agudo

El éxito amoroso de las Campos

María Teresa Campos se pregunta «Amar, ¿para qué?» en su último libro, un ensayo sobre lo que piensa de ese sentimiento sobrevalorado que ella y sus hijas no se cansan de usar

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Si La Rochefoucauld escribió que el verdadero amor es como los fantasmas, que todo el mundo habla de ellos pero muy pocos han visto alguno, María Teresa Campos escribe que quien pasa del amor es un ser humano completo. Y lo dice alguien que parece una versión célibe de Zsa Zsa Gabor. Pero puede ser una ilusión. Una impresión falsa. «Es que yo he tenido dos relaciones muy largas. Una de los 16 a los 40 con mi marido. Y otra de 14 años con Félix Arechavaleta. Lo que pasa es que a los 60 tuve varias que no me salieron bien y duraron poco. A esa edad, cuando la gente ya no liga, a mí me dio por ligar.

Que no lo busqué, me salieron. Algunos me gustaron, alguno me hizo daño y alguno estaba loca por quitármelo de encima».

Ese historial le ha servido a los 73 años para publicar «Amar, ¿para qué?» (Planeta), su séptimo libro (el primero fue «Cómo librarse de los hijos antes de que sea demasiado tarde»). Lo escribió «antes de». Es decir, antes de su noviazgo con Bigote Arrocet (64). «Habría escrito lo mismo hoy. Bueno, puede que no lo escribiera, pero no que no lo pensara». La tesis fundamental del libro es que el amor está sobrevalorado. Sentido común. Al fin y al cabo, ya se sabe que cuando estás enamorado pasas los dos días y medio más memorables de tu vida. Otra de las tesis es que el amor ocupa una pequeña parte en la vida de las personas. Cosa que no parece cierta mirando a las Campos. Da la impresión de que siempre tienen novio o marido, tanto Teresa como Carmen como Terelu. Quizá no debería haber sido Bienvenida Pérez quien pusiera una escuela de seducción sino ellas.

¿Por qué a las Campos les gustan tanto los hombres? «Lo que yo creo es que nosotras no hemos sido de ocultar cosas. Cuando hemos tenido una pareja lo cuentas y ya está. Por eso no entiendo esta fascinación con lo mío. Nosotros cuando salimos a la calle hablamos. Él es muy simpático, habla con los paparazzi. No sé si esto ha fascinado porque yo no había estado con una persona que a su vez fuera conocida». Teresa siempre es puesta como ejemplo de que una puede tener una relación a cualquier edad. «Mira la Campos», se dice («Mira Ana Rosa» se utiliza para la maternidad tardía). «Me querían retirar de todo y de todo no me retiro. Quiero que lo mío sirva para que se vea que mientras estamos aquí hay que tener ilusión. Yo llevaba siete años que había echado el cerrojazo».

Esta semana es María Teresa Campos quien ocupa la portada de una revista (la de «Semana»), pero es más habitual que sea Terelu. ¿Por qué este éxito? «Yo creo que Terelu estuvo siete años haciendo un programa de televisión en Telemadrid y que siempre le ha gustado a la gente. Cuando la enfermedad, ha ayudado a mucha gente, que se lo sigue diciendo. Yo me siento orgullosa de que la quieran y de que todas sus cosas le guste compartirlas. Porque Terelu en eso es como yo. Le ha molestado que la persigan cuando no ha tenido nada. Pero cuando lo ha tenido enseguida lo ha dicho».

La semana pasada, «¡Hola!» subió 70.000 ejemplares con Terelu en portada. Según una fuente del sector, porque las casas de los famosos siempre funcionan. La misma persona asegura que también Belén Esteban vendía mucho en su día. «Pero nadie se quiere parecer a Terelu. Terelu y Belén son como los accidentes: no quieres sufrirlos, pero cuando pasas, miras». Y lo más importante, que ya no venden los personajes sino las noticias. Desde una de las revistas de los jueves cuentan que no es sacarla y arrasar, que depende de si tiene o no tema. Unas veces funciona mejor y otras, peor.

En todo caso, a María Teresa Campos el «Interviú» de Terelu le gustó menos que el «¡Hola!», aunque reconoce su mérito: «Hombre, me parece digno de mención que sin enseñar ni un pezón fuera el ‘‘Interviú’’ más vendido en no sé cuántos años».

En sus memorias, la poeta, novelista y periodista Claire Goll cuenta que, después de innumerables amantes (Rilke entre ellos), tuvo su primer orgasmo siendo ya muy mayor. No es el caso de María Teresa Campos, que se casó virgen a los 23 años. «A mí no me ha pasado eso, pero creo que puede pasar. Primero, por desconocimiento en una época y también por torpeza. Y por dar con hombres egoístas». ¿Y Campos ha dado con hombres egoístas? «Yo he dado con todo».

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