El marido de Mar Flores, ingresado en Ibiza por malaria

«Nos hemos llevado un susto importante». De esta manera explica a ABC la actriz y modelo Mar Flores (45 años) la reacción de ella y su familia cuando el pasado viernes su marido, el empresario Javier Merino, ingresó a través de urgencias en el hospital Can Misses, de Ibiza, con un cuadro de fiebre alta y múltiples molestias. Lógicamente, a su llegada al centro hospitalario el paciente fue interrogado para valorar su estado y conocer de dónde podía proceder su elevada temperatura. El propio Merino informó que, debido a su trabajo, viaja constantemente a diversos países africanos como Sudán o Kenia. Los médicos realizaron el protocolo oficial que se activa en estas circunstancias para detectar posibles enfermedades infecciosas, sobre todo ahora, dado los casos de ébola que empiezan a aparecer en Europa.

Tras un primer test, ayer por la mañana los facultativos informaron a Merino de que se trataba de malaria y que debía permanecer veinticuatro horas en observación para empezar a suministrarle la medicación. Según fuentes hospitalarias, el paciente permanecía en urgencias un día después de su ingreso para controlar su evolución.

Plasmodium ovale

Tal y como nos aseguró la propia Mar Flores en conversación telefónica, se quedaron más tranquilos cuando se les confirmó que se trataba de malaria de tipo cuatro, plasmodium ovale, un parásito menos frecuente, pero también potencialmente menos peligroso que el plasmodium falciparum, transmitido por la hembra del mosquito Anopheles y con altas tasas de mortalidad (malaria cerebral), sobre todo en el África subsahariana.

Afortunadamente, no ha sido este último el caso del empresario madrileño, quien encara con buen ánimo su recuperación. «Como es lógico, Javier quiere regresar a Madrid cuanto antes y el médico le ha dicho que podremos volver a casa en cuanto termine el periodo de observación, que será el lunes o martes –añadió la modelo–. Tiene tratamiento con pastillas antipalúdicas. No es contagioso y, dentro de los tipos que hay de paludismo, es el más leve. Pero nos hemos llevado un buen susto».

El matrimonio (que tiene cuatro hijos) se encontraba en Ibiza para pasar el fin de semana en su casa de la isla. Ahora, Mar y Javier esperan que pase el tiempo de observación para volver a Madrid y seguir con el tratamiento. «Nos han dicho que puede hacer vida normal y que únicamente debería preocuparse si vuelve a tener fiebre, más que nada por subir la dosis de la medicación», confirmó Flores.