Alberto II de Mónaco con el príncipe Jacques y la princesa Charlene con Gabriella en brazos
Alberto II de Mónaco con el príncipe Jacques y la princesa Charlene con Gabriella en brazos - reuters

Jornada de gala en Mónaco: Jacques y Gabriella, bautizados

Los hijos de Alberto y Charlene recibieron el Sacramento en una solemne ceremonia

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El Principado de Mónaco vivió ayer una jornada de fiesta. Por primera vez desde hace más de medio siglo, se celebraba el bautizo de un heredero al trono monegasco, y se hacía por partida doble. Los mellizos Jacques -el príncipe heredero- y Gabriella, hijos de los príncipes de Mónaco, Alberto II y Charlene, recibieron ayer el Sacramento del Bautismo en la catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, que se vistió de gala para una esperadísima ceremonia.

Un sol radiante presidía la jornada, en la que los niños, nacidos el pasado 7 de enero, recibieron su primer baño de multitudes. A los setecientos invitados al bautizo se unían los miles de curiosos que se agolpaban en las calles de Montecarlo, engalanada con estandartes y banderas.

El recorrido que hay entre el Palacio de los Grimaldi y la Catedral se encontraba además adornado con seis mil flores blancas (entre ellas lirios, rosas y calas), color que simboliza la pureza de los dos niños.

Homenaje a Gracia

Poco antes de las once de la mañana, y con el aviso de una corneta y una primera salva de cañones, salió la comitiva desde Palacio en dirección al templo; los dos niños en brazos de sus niñeras (que parecían también mellizas, con los vestidos beige, los peinados y los tocados exactamente iguales) en sendos coches negros. A continuación, en otro vehículo, llegaron los padres, Alberto y Charlene -ella con un elegante vestido de Dior que algunos interpretaron como un homenaje a Gracia de Mónaco-; con los bebés ya en los brazos (mucho más diestra ella, mucho más cuidadoso él). Allí fueron recibidos por el arzobispo de Mónaco, monseñor Bernard Barsi, principal oficiante de la ceremonia, a quien acompañaban el Nuncio Apostólico y otros prelados de la zona.

A los dos bebés y a sus padres, que cruzaron el umbral del templo mientras sonaban cuarenta y dos salvas, veintiuna por cada uno de los niños, les flanqueaban los cuatro padrinos. Los de Jacques fueron Christopher Le Vine Jr., hijo de uno de los primos hermanos del príncipe Alberto por parte de la princesa Gracia, y Diane de Polignac Nigra, también familia de Alberto, esta vez por parte de su padre, el príncipe Rainiero, Por su lado, los padrinos de Gabriella fueron Gareth Wittstock, hermano de la princesa Charlene, y Nerine Pienaar, esposa de François Pienaar, legendario exjugador de rugby sudafricano. La ceremonia pudo seguirse por una pantalla gigante y también a través de la página de Facebook del Palacio del Príncipe de Mónaco.

Trajes de Baby Dior

Los bebés, vestidos de igual modo, llevaban trajes de cristianar de la firma Baby Dior en blanco voile de algodón decorada con bordados de inspiración vegetal, finas jaretas y encajes de Calais. En el faldón, llevaban bordados, repectivamente, dos J el príncipe Jacques y dos G la princesa Gabriella.

Tras oficiarse la Misa -en la que Andrea Casiraghi realizó una de las lecturas- y el Sacramento del Bautismo, los Príncipes de Mónaco regresaron a pie a Palacio, escoltados por grupos folclóricos monegascos. Los niños, por motivos de seguridad, fueron llevados en coche por sus niñeras.

Según estaba previsto, ya en el Palacio de los Grimaldi, y más concretamente en el Salón de los Espejos, se celebró la ceremonia de condecoración: el príncipe heredero Jacques -marqués de Baux- fue distinguido con la Gran Cruz de la Orden de Grimaldi, y por su parte la princesa Gabriella -condesa de Carladés- con la Gran Oficial de la Orden de los Grimaldi. Asimismo, los padrinos del príncipe Jacques fueron nombrados miembros de la Orden de San Carlos, y los de la princesa Gabriella reconocidos con la Orden de los Grimaldi.

Familia

Setecientos invitados acudieron a la ceremonia; entre ellos buena parte de la familia Grimaldi. Las dos hermanas del príncipe Alberto, Carolina, con un elegante vestido de color lila, y Estefanía acudieron con sus hijos . La primera junto a Andrea y Pierre Casiraghi y Alejandra de Hannover. No estuvieron Carlota Casiragui y Tatiana Santo Domingo, esposa de Andrea Casiraghi, pero sí Beatrice Borromeo, novia de Pierre Casiraghi. La princesa Estefanía, por su parte acudió con sus tres hijos: Louis y Paulina Ducruet y Camille Gottlieb.