¿Cómo pasar de un corte «bob» a un moño bajo en tres días?

Doña Letizia nos ha demostrado que no hay límites para ella (o su estilista) a la hora de transformar un look. En contra de lo que declaraban algunos peluqueros esta semana, se puede pasar de un «bob» ultraliso a un moño bajo en tres días, sin necesidad de una varita mágica.

— «Bob» ultraliso:

El estilista Eduardo Sánchez, que da nombre a la Maison de culto de muchas celebridades españolas, explica que para el look francés que la Reina Letizia lució en los premios «Woman» basta un spray para fijar el peinado. «Después, se hace el brushing incidiendo en que las puntas queden totalmente rectas con el cepillo».

Para el peluquero Carlos de Hoyos, de Tacha Beauty en Aravaca, esas puntas lisas son la clave del peinado, ya que cuando se meten para adentro, el corte se vuelve anticuado.

«Un toque de plancha en las puntas a diario, y un poco de serum para hidratarlas bastan».

— Moño bajo:

Según Carlos de Hoyos, no hay pelo que no se pueda transformar con un postizo. «El requisito es que la patilla sea lo suficientemente larga para llevarla hacia atrás y poder sujetar el moño», advierte. «Y la única limitación con un «bob» es que los moños tienen que ser bajos, a no ser que la Reina se engominara el pelo, y en ese caso se podría añadir una coleta más alta».

Eduardo Sánchez, explica que se ha retorcido el propio cabello de la Reina en los laterales, y después, se ha creado un punto de sujeción, donde se ha colocado el postizo. «Sobre un pelo ultraliso es difícil colocarlo, por ello es seguro que han tenido que trabajar a fondo el cabello, para darle cuerpo y fijar el postizo, con algún gel de volumen sobre el cabello mojado. Las puntas de su cabello auténtico han tenido que ser trabajadas más en profundidad, con unas tenacillas para dar movimiento».

Carlos Fernández, formador de Franck Provost España y Andorra es de la opinión que este moño desenfadado le otorga carácter al rostro, y le permiten llevar la nuca despejada. «Se han trabajado mucho los distintos mechones y se han fijado con un producto sellador, para darle ese toque elegante pero desenfadado, huyendo de la rigidez de otros recogidos».