La Reina Letizia, fiel a Varela en los Premios Princesa de Asturias

Doña Letizia ha vuelto a acaparar la atención durante el acto de entrega de Premios Princesa de Asturias. Acompañada de Don Felipe y Doña Sofía, “reinó” en su principado como de costumbre, luciendo especialmente favorecida. La alfombra azul del Teatro Campoamor fue de nuevo testigo de un selecto desfile de personalidades.

En las 13 ediciones a las que ha acudido a Oviedo a esta entrega anual, la Reina ha estado siempre especialmente emocionada y se ha esmerado a la hora de arreglarse. El tiempo acompañó este viernes y una temperatura primaveral permitió a la Reina ir con un vestido muy veraniego. Leal a Felipe Varela en todas las ediciones de estos premios, escogió esta vez un vestido de cocktail con falda evasé en seda tono nude, bordado a mano sobre tul invisible, con hilo de metal negro y lágrimas de cristal de Swarovsky.

Probablemente un chal o un abrigo hubieran puesto el broche a su atuendo, tanto por cuestiones climáticas como protocolarias. Pero hay que decir que Doña Letizia estaba especialmente bella.

Los zapatos de ante en color crudo eran de Magrit. Como únicos accesorios, llevaba un bolso pochette negro muy sencillo y unos pendientes de brillantes de Grisogono, la marca creada por Fawaz Gruosi, el ex marido de Caroline Scheufele, propietaria de Chopard. Gruosi es un libanés de madre italiana, con base en Ginebra, que ideó su marca inicialmente utilizando diamantes grises y negros. Aunque Gruosi comenzó limpiando en una joyería florentina, ha llegado a los joyeros de las mujeres más conocidas de los cinco continentes consiguiendo poner de moda piezas curiosas y atípicas.

La Reina Sofía, muy elegante y sobria, escogió un traje de chaqueta azul con broche y bolso a juego. Paloma Rocasolano, también muy favorecida, se decidió por un dos piezas blanco y negro con flores en plata y pendientes de perlas. La madre de la Reina, que en los inicios intentaba pasar desapercibida, toma ahora un puesto relevante en el acto, que tiene lugar en su ciudad. Los asturianos no escatimaron en piropos, y es que el físico de Paloma Rocasolano mejora cada año que pasa.