Meseta Ibérica: un espacio para el desarrollo sostenible y el vínculo con Portugal

España ya es el primer país del mundo con mayor número de Reservas de la Biosfera. Ya lo destacábamos la semana pasada, cuando os presentamos la Reserva del Macizo de Anaga (Tenerife), que, junto a la Meseta Ibérica, han conseguido elevar hasta 47 los espacios distinguidos como tal por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

La Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica (RBT) representa una superficie muy amplia a lo largo de la frontera norte de España y Portugal. Dentro de sus 1.132.607 hectáreas residen alrededor de 300.000 habitantes en 87 municipios, de los que 27 y 48 corresponden a la provincias de Salamanca y Zamora, respectivamente, y 12 a Portugal.

Se trata de la mayor Reserva de la Biosfera Transfronteriza que existe en Europa. Y, debido a su enorme tamaño, cobija un elevado número de ecosistemas y especies que atesoran una gran diversidad biológica, destaca el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

La Meseta Ibérica alberga cuatro Parques Naturales (Arribes del Duero, lago de Sanabria, Douro Internacional y Montesinho), así como diversos espacios de la Red Natura 2000 (Cañones del Duero, Lagunas de Villafáfila, Sierra de la Culebra, Albufeira do Azibo y Romeu, entre los más conocidos).

Qué ver y dónde

El de Sanabria -con una extensión de 319 ha y una profunidad de 51 metros-, por ejemplo, es el lago natural más grande de la península Ibérica y uno de los mayores de Europa. Hace unos 100.000 años un impresionante glaciar con lenguas de hielo de más de 20 kilómetros creó el actual lago de Sanabria, aseguran desde la revista National Geographic, que escogió hace poco al enclave zamorano como uno de los cinco lagos glaciares más impresionantes del mundo.

En sierra de la Culebra, por su parte, se da una alta densidad de lobos -la más elevada de España y probablemente de Europa- debido a una baja densidad de población humana -menos de 12 habitantes por km²-; el bajo conflicto con el hombre y la presencia de ungulados. De hecho, sierra de la Culebra supone un referente en lo que al turismo de observación del lobo se refiere gracias a sus valles abiertos. «Situándose en cualquier zona alta se tiene un gran campo de visión. Además, existen amplias zonas de vegetación baja y multitud de cortafuegos que facilitan el posible avistamiento del cánido en sus ratos de campeo», aseguran desde el Gobierno de Castilla y León. El Centro Temático del Lobo Ibérico, cuya apertura se prevé en breve en el municipio de Puebla de Sanabria, ya cuenta con dos inquilinos con importantes quemaduras en sus extremidades: una lobezna y un cachorro rescatados en dos incendios acaecidos en Castrocontrigo (León) en el año 2012 y en Latedo (Zamora) en julio de 2015.

A lo largo de los Arribes del Duero, por su parte, se puede otear una generosa comunidad de aves que escogen este hábitat por la amplitud y altura del valle del río Duero: cigüeñas negras, águilas reales, buitres leonados, alimoches....