Urogallo cantábrico: cada mes que un ejemplar liberado sobrevive es un éxito

El 22 de abril celebrábamos el Día Internacional de la Tierra con el mensaje de las Naciones Unidas invitándonos a todos a ser parte de un cambio efectivo y concreto para gestionar los efectos negativos derivados del calentamiento global. En Potes (Cantabria) aprovecharon la efeméride para desarrollar el seminario «Avances sobre el proyecto Life+ Urogallo cantábrico», programa que coordina la Fundación Biodiversidad (FB) del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente junto a sus socios: las comunidades autónomas de Cantabria, Principado de Asturias y Castilla y León, esta última a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León; el Consorcio Interautonómico para la Gestión Coordinada del Parque Nacional de los Picos de Europa; y la organización SEO/BirdLife.

La Comisión Europea cofinancia el proyecto Life+ Urogallo cantábrico, que se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2016 y que cuenta, también, con el apoyo económico del Organismo Autónomo Parques Nacionales y la Fundación Iberdrola.

El urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) es una de las especies más amenazadas de la península ibérica. Ha desaparecido del 60% de los lugares que ocupaba hace tres décadas, con poblaciones extinguidas ya en Galicia y Palencia, explica la FB. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, por su parte, estima que quedan entre 200 y 300 machos en los bosques de Asturias, León y Cantabria.

Gestión del hábitat

En el encuentro del comité científico del proyecto Life+ Urogallo cantábrico que acogió Potes se compartieron, por ejemplo, los estudios que desarrollan la Universidad de Valladolid y la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos sobre las acciones que se están implementando en la gestión del hábitat y el impacto de la depredación sobre las poblaciones de esta emblemática ave.

Entre esas iniciativas que se han llevado a cabo desde el inicio del proyecto Life+ Urogallo cantábrico en 2010 destacan los desbroces de matorral y los tratamientos en arbolado (para favorecer el crecimiento de arándano y otros arbustos claves en su dieta) y la retirada o señalización de más de 30 kilómetros de tendidos eléctricos y vallados ganaderos peligrosos.

Asimismo, se ha puesto en marcha un programa de reforzamiento de la población de urogallo y el centro de cría en cautividad situado en Sobrescobio (Asturias).

La nota negativa, sin embargo, han sido las primeras experiencias de liberación de ejemplares de urogallo cantábrico en el medio natural: las tres hembras (procedentes de Sobrescobio) que fueron soltadas en Picos de Europa el 3 de octubre de 2014 fallecieron dos meses después por diversas causas, como la depredación -uno de los cuerpos y radiomarcadores fue rescatado en un nido en una encina- o por efectos del temporal de nieve que azotó la zona de manera excepcionalmente intensa en esa época.

No obstante, los resultados indican que el proceso de cría de las hembras fue correcto, pues «los tres ejemplares lograron sobrevivir un tiempo mínimo de dos meses en libertad, lo que indica que supieron alimentarse de manera autónoma. La mortalidad natural de los individuos jóvenes en esta especie es elevada, por lo que cada mes que estas gallinas han sobrevivido ha sido un pequeño éxito», manifiestan desde el proyecto Life+ Urogallo cantábrico.

«El centro de cría de Sobrescobio se encuentra en sus primeras fases de desarrollo; queda camino por recorrer, pero los primeros pasos indican que se trabaja en la línea adecuada y que habrá que ir mejorando detalles en los protocolos a medida que los urogallos del stock reproductor y los ejemplares liberados nos vayan enseñando la mejor forma de lograr los objetivos previstos del programa de conservación ex-situ», concluyen.