Villares se desdice y pide a la Policía respeto «por la vida» de los okupas

El día después de que el portavoz de En Marea defendiese la actuación policial de los efectivos que participaron en los disturbios del pasado sábado en Santiago, valorando que hubiesen dejado avanzar una protesta sin permiso y poniendo en valor que los agentes están «para impedir que se produzcan incidentes», el relato de los hechos para Luis Villares parece haberse transformado. Más en la línea de las declaraciones del alcalde de Santiago en días pasados, ayer el rupturista habló de acciones «abusivas y desproporcionadas» en relación con el desalojo del patio del colegio Peleteiro. Según afeó a los antidisturbios que disolvieron el motín en el inmueble, «no se pueden utilizar pelotas de goma en una manifestación netamente pacífica por el peligro que pueden ocasionar».

Villares también llegó a indicar que «no puede ser que para salvaguardar una propiedad se ponga en peligro la vida ni la integridad de nadie», obviando que ninguno de los manifestantes que participaron en la protesta —de carácter ilegal— resultó herido.

El discurso del magistrado en excedencia coincide en el tiempo con el anuncio de un sindicato policial, la Unión Federal de Policía (UFP), que estudia emprender acciones legales contra el regidor de la capital gallega, Martiño Noriega, por unas declaraciones en las que mostró su respaldó a los antisistema calificando su actuación en el Ensanche compostelano de «resistencia pasiva». El alcalde despreció ayer la queja de los agentes —que entienden que el apoyo del concello a los manifestantes es «decepcionante y «pone en duda el trabajo de servidores público que están para que se cumpla a ley»— y apeló a su «libertad de expresión». Enrocado en su defensa de las marchas prookupas que sacuden Santiago, Noriega desdeñó una hipotética denuncia apuntando que el citado sindicato supone una «muy baja representatividad en el cuerpo de Policía». «Si quieren explorar la vía judicial, que la exploren», zanjó.

«Impropias de un alcalde»

Desde la UFP, por su parte, inciden en que las declaraciones del alcalde de la capital de Galicia son «algo completamente impropio de un regidor municipal», que debería estar «para velar por el bienestar de los ciudadanos y el cumplimiento de la ley en su ciudad».