Valeriano Martínez, durante la presentación de los presupuestos
Valeriano Martínez, durante la presentación de los presupuestos - EFE

Los presupuestos alivian la presión fiscal a los gallegos en 391 millones

El reparto de recursos prima a Lugo y Orense. Galicia recuperará en 2017 el nivel de riqueza previo a la crisis

Santiago Actualizado: Guardar
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Galicia se ha subido al tren de la expansión económica vía presupuestos por segundo año consecutivo y se permite una reducción de impuestos que contrasta con las subidas que esta misma semana anunció el Gobierno central. En la entrega del proyecto de ley de los Orzamentos el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, incidió en el propósito de aliviar la presión fiscal a las familias durante el próximo año. El ahorro fiscal ascenderá a 391 millones de euros y recaerá, según datos del Gobierno gallego, en un 92% sobre impuestos sociales. El ferrocarril económico de Galicia, con un carga de deuda menor que le habilita para ir ganando velocidad, cambia el reparto entre vagones: las provincias de Lugo y Orense salen beneficiadas de una distribución de recursos diseñada para que las cuatro provincias converjan primero entre ellas, y después con España y Europa.

Facenda aumenta en 259 millones los recursos del autogobierno —casi 300 si se contabiliza la rebaja en los tipos de interés de la deuda— para apuntar un camino «que huye de las burbujas coyunturales» y «aporta certezas», en palabras de Martínez. En la hoja de ruta trazada en San Caetano, la Comunidad ralentizará la expansión de su PIB hasta alcanzar el 2,4%, un punto por encima de lo previsto para los países de la Eurozona. Será en 2017 cuando Galicia regrese al punto de partida que se quebró a comienzos de 2008 con la crisis económica y financiera. En torno al segundo trimestre del año, se recuperará el volumen de riqueza previo a una recesión que ha dejado una impronta de desempleo y ajustes en el sector público. El comportamiento favorable del consumo doméstico y las exportaciones, que este cerrarán el año con récord histórico, están siendo determinantes para ello.

«Sin improvisaciones», dice el conselleiro, el Parlamento aprobará, mayoría absoluta mediante, unos presupuestos que intentan desdibujar la otra frontera que separa Galicia; la que separa las provincias orientales de las atlánticas. La Xunta administrará 3.522 euros por habitante en Lugo y 3.355 en Orense, por los 2.728 de Pontevedra y los 2.457 de La Coruña. En términos absolutos, la demarcación pontevedresa se lleva la palma, con 2.728 euros, al ser una de las más pobladas.

A todas ellas llegará, no obstante, un paquete de bonificaciones fiscales y decretos de «impuestos cero» en el rural. El Gobierno aplicará rebajas en el tramo autonómico del IRPF, en el de impuestos de sucesiones y eliminará otras cargas destinadas a incentivar la residencia en el medio rural, como el de adquisición de fincas. El descenso en los tipos será un 7,4% mayor que el año pasado. Mientras se intensifica la reducción impositiva y se hace mella en aminorar el déficit —la meta es hacer que descienda dos décimas y se establezca en el 0,5%—; la concentración del gasto seguirá siendo la habitual en la administración autonómica, con un plus de 229 millones, de los cuales 101 se distribuirán en sanidad, 62 en educación, 32 para políticas de empleo y 25 en medidas sociales.

Casi cuatro de cada diez euros que gasta la Xunta de Galicia se concentrarán en pagar al personal. Concretamente, 3.694 millones, aunque el conselleiro se decante más por defender las inversiones públicas: «Queremos ser la Comunidad Autónoma que más dedica al presupuesto inversor», gracias en parte al aumento del 3,8% en esta partida. El techo de gasto de 9.053 millones se agotará, aseguran en el Ejecutivo, incluidos los 18 millones de fondos FEDER para proyectos de innovación en la pequeña y la mediana empresa. Es posible que también se incluyan los 60 millones que resultan de la flexibilización del objetivo de déficit que el Ministerio de Hacienda decretó el pasado jueves.

Por consellerías

Aproximadamente un 80% del presupuesto recaerá sobre las consellerías de Cultura y Educación, Sanidad y Política Social. El sistema sanitario gallego recibirá 3.614 millones y el educativo, 2.314. El departamento de Román Rodríguez gestionará la incorporación de 200 nuevos profesores para el desdoblamiento de 4º de ESO. Unos 700.000 euros repercutirán en el aumento salarial de los conselleiros (en un 7%) y en el presidente (7,5%), como parte de la recuperación del complemento específico de la paga extraordinaria del año 2013.

Las áreas más agraciadas, las que ven comparativamente más incrementada su capacidad de inversión, son la consellería de Economía e Industria, que crece en 31 millones, y los 13 millones extra que recaen en la consellería de Mar. Facenda será la «cenicienta», con 55 millones.

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