Hacer la vendimia sobre seguro

Apenas un tercio de la producción vinícola de Galicia está asegurada. La mayoría proviene de grandes bodegas. El Gobierno autonómico redoblará las ayudas para que los cosecheros se acojan a las pólizas agrarias

Jornada de vendimia en O Ribeiro MIGUEL MUÑIZ

MARIO NESPEREIRA

A lo largo del año, los viticultores pueden pasar muchos más días mirando al cielo que a sus racimos. Desean que el sol caliente, pero no demasiado. Piden que arrecie la lluvia, y al mismo tiempo que lo haga en el momento justo. La meteorología, tantas veces caprichosa y arbitraria, puede poner en la picota no solo una cosecha, sino la estabilidad de muchas bodegas. Se ha visto en Galicia. La sequía, la helada, el granizo o las tormentas se han mezclado en un cóctel cuyas consecuencias se vislumbran ahora con preocupación: la vendimia ya está aquí. Demasiadas adversidades para un sector que no termina de ver en los seguros agrarios su salvavidas . La Xunta, en cambio, los defiende cada vez con más con ahínco.

Los datos avalan la reticencia de los viticultores a proteger sus cosechas. En Galicia, el nivel de aseguramiento de la producción total de vino —amparada por las denominaciones de origen— oscila entre el 25 y el 30% . Mientras que en otras actividades de la tierra, como el cultivo de forrajes, la cifra se dispara por encima del 90%, según los datos del Ministerio de Agricultura. En el caso del ganado, la Comunidad es la tercera de toda España con más animales asegurados. Durante el 2016 apenas se firmaron 525 pólizas relacionadas con la uva: sirvieron para salvaguardar una superficie total de 1.500 hectáreas.

«Nos queda mucho por avanzar», confiesa a ABC Ramón Martín, director para la franja noroeste de Agroseguro . La entidad coordina con el Estado y las compañías la prestación del servicio en el rural, pero cada territorio obedece a sus propias realidades. «La uva en Galicia tiene un porcentaje de minifundio grande», relata. Las bodegas industriales no ponen demasiadas trabas a la hora de blindar su producción. Nada que ver con los pequeños viticultores, quienes lamentan fundamentalmente la baja efectividad y el elevado coste. Martín les responde:«Depende de cómo se vea, estamos seguros de que el precio es asequible».

De serlo, es también gracias a las aportaciones que realizan tanto la administración central como el Gobierno gallego. El coste neto de las pólizas fue el pasado año de 358.704 euros, de los cuales el Estado subvenciona —a través de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa)— un 24% y la Xunta un 11% . Es decir, el importe neto que un agricultor gallego tendría que abonar no supera los 270 euros por hectárea, calculan desde Agroseguro. Sin aplicar las ayudas, puesto que entonces rondaría los 160 euros.

El próximo año será más. Después de todo lo vivido en los últimos meses, pronostica Martín, «ha aumentado la percepción de riesgo» , y eso puede derivar en un incremento de las tarifas. En algunas, «se ha corregido», como en la D. O. Rías Baixas. Es en Pontevedra donde hay más asegurados, 315, seguida de Orense (112).

Los productores empiezan a percibir que, de un plumazo, los fenómenos adversos pueden torcer sus previsiones. Y el Gobierno de Galicia les estimula para que firmen una póliza. Medio Rural reivindica que su contribución a la caja de las subvenciones se ha elevado 11 puntos, después de que el Ministerio decidiera disminuir su cuota en 10. Para el año 2017, la Xunta ha consignado 4,7 millones de euros en la orden de seguros agrarios de la autonomía.

Protección eficaz

Las heladas del pasado abril intensificaron un debate ya viejo. A punto de concluirse la tasación sobre aquellos daños, ya se sabe que de las 2.200 parcelas peritadas, alrededor de 1.000 están afectadas en su totalidad. Aquellas que estuvieran aseguradas, recibirán una compensación equivalente al 90% de lo dañado.

Aún con todo, las posturas sobre la conveniencia de los seguros no son únicas . «Un seguro no tiene por qué no ser eficaz», sostiene el enólogo y bodeguero Roberto Regal, ubicado en la Ribeira Sacra. «No se contrata no por una realidad concreta aquí, en el Ribeiro, o en ciertas zonas de otras denominaciones. Es que los costes de producción no alcanzan para pagar un seguro », afirma. «Quizá también hay cierta desinformación».

Uno de los retos pasa por adecuar cada paquete a las necesidades particulares de cada comarca. Así lo cree también la Xunta. Después de recibir varias peticiones en este sentido de profesionales y cooperativas, la Consellería decidió convocar la Comisión Territorial de Seguros Agrarios. De aquellas reuniones resultó el compromiso para «estudiar las deficiencias» , especialmente aquellas relacionadas con «las indemnizaciones a las distintas variedades de uva y a los rendimientos medios», explican desde el departamento liderado por Ángeles Vázquez.

Los sindicatos no ven tantas ventajas. Elías Somoza, coordinador en Lugo de la Federación Rural Galega (Fruga), cree que los seguros «pueden ser un parche , pero no una solución ante catástrofes como la del granizo o las heladas». En su opinión, las pólizas tienen unos «costes elevadísimos», inasumibles para buena parte de los trabajadores agrícolas dada la precariedad de su volumen de beneficios. «Ya que somos esclavos de las industrias, ¿ahora también nos quieren convertir en esclavos de las aseguradoras?», cuestiona. El sindicalista apuesta, en casos extremos como los registrados en Galicia, por declarar directamente las áreas afectadas como «zonas catastróficas» y que la Xunta proceda a habilitar «otro tipo de indemnizaciones». Así se hará. Ángeles Vázquez manifestó el pasado viernes que el Gobierno gallego aprobará una línea especial de ayudas para los perjudicados por fenómenos adversos . Serán 1,5 millones de euros a repartir.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación