Alberto Caparrós - CRÓNICAS SABÁTICAS

Joan Ribó: un paseo de dos años por Valencia

«El veterano dirigente de Compromís alcanza el ecuador de un mandato marcado por la ausencia de oposición»

Alberto Caparrós
VALENCIA Actualizado: Guardar
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Un paseo de dos años por Valencia. A veces en bicicleta y otras muchas, más de lo que se esperaba, en coche oficial. Joan Ribó tomó la vara de mando del Ayuntamiento de Valencia un 14 de junio de 2015. El veterano dirigente de Compromís, que ya ha zanjado el debate sucesorio al anunciar que optará de nuevo a ser candidato en las próximas elecciones, alcanza este miércoles el ecuador de un mandato marcado por la ausencia de oposición. La situación del Partido Popular en la ciudad de Valencia, dirigido por una gestora, sin un referente claro, sin candidato a la vista y con nueve de sus diez concejales investigados en un caso de presunta corrupción, se lo ha puesto fácil a Ribó.

Los conflictos internos de Ciudadanos, con Fernando Giner en el papel de «apafuegos» de la crisis abierta con Alexis Marí, completan un escenario en el que los principales «enemigos» políticos del alcalde están en su propio partido.

Imagen de Ribó con las «magas republicanas»
Imagen de Ribó con las «magas republicanas» - ABC

La gestión de los concejales Grezzi y Fuset en áreas tan sensibles para la ciudadanía como el tráfico y las fiestas ha generado los principales quebraderos de cabeza a Ribó -más allá del episodio con las «magas republicanas». El alcalde, con nueve de los 33 concejales del Consistorio, mantiene con pulso firme el acuerdo de gobierno que suscribió con el PSPV y València en Comú. Aunque los socialistas, con Sandra Gómez a la cabeza, han amagado en un par de ocasiones con lanzar un pulso, al final Compromís se ha salido siempre con la suya. La prohibición de aparcar por las noches en el carril de la EMT constituye el ejemplo más palmario.

Al margen de los problemas que le provocan sus ediles de cabecera, la espina clavada de Ribó está en el Cabanyal, un barrio que le catapultó al poder y en el que no ha cumplido su promesa de regeneración, por mucho que haya levantado las aceras de las calles de la Barraca, Reina y Doctor Lluch. Toda una paradoja, los mismos que ejercieron de punta de lanza contra Rita Barberá son los que ahora constituyen la principal oposición a Joan Ribó dos años después.

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