Bancaja saca del armario sus fondos de Federle, Knoebel y Förg para reivindicar la vigencia de la pintura

“Hay una parte de la crítica de arte que opina que la pintura ha dicho todo lo que tenía que decir en la historia. Esta exposición demuestra que todavía podemos tener fe en sus posibilidades. La pintura, incluso cuando es abstracta, nos invita a pensar el mundo”. Las palabras corresponden a Juan Manuel Bonet, crítico de arte, actual director del Instituto Cervantes, y asesor de la Fundación Bancaja desde 2004. La entidad valenciana, que por aquel entonces todavía nadaba en la abundancia, “fichó” al ex director del IVAM y del Reina Sofía para que les ayudara a conformar una gran colección de arte contemporáneo internacional. Esta premisa no implicaba dejar fuera a los artistas españoles; de hecho, los primeros nombres de la lista fueron Miquel Barceló, Juan Uslé y Juan Navarro Baldeweg. Todos ellos con incontestables trayectorias a nivel mundial.

Mucho ha llovido desde aquellos tiempos de bonanza. Hoy en día, según confiesa el propio presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, la política de adquisiciones está en punto muerto. Es el momento de exhibir los fondos, no de ampliarlos. Y con este objetivo se ha inaugurado hoy martes una exposición que reúne más de cincuenta obras de gran formato de las 108 que componen la colección de arte contemporáneo (en total, incluyendo las obras gráficas de Picasso, los fondos ascienden a más de 2.000 piezas). Muchas de ellas (el 40%) se muestran por primera vez en Valencia y fueron adquiridas por Bonet en ferias como ARCO, Basilea o Lisboa.

La pintura de base geométrica ocupa un lugar predominante entre los catorce artistas seleccionados. Entre ellos figuran nombres esenciales como el suizo Helmut Federle, considerado el gran heredero de los pintores norteamericanos de lo sublime, como Mark Rothko o Barnet Newman, y Imi Knoebel, conocido por su obra minimalista y abstracta, en la estela de lo que podríamos denominar neobauhaus. La geometría lírica de Soledad Sevilla; la personal abstracción de Juan Uslé y Günther Förg; la fotografía de Nueva Objetividad de Axel Hütte y José Manuel Ballester, el neoexpresionismo de Barceló, el surrealismo pop de Carmen Calvo y los diálogos de Manolo Valdés con la tradición pictórica conviven en esta heterogénea exposición, que podrá visitarse de forma gratuita hasta el 29 de septiembre.

Por último, Bonet ha hecho alusión a Julian Opie, pintor inglés al que Bancaja dedica una gran exposición en el mismo edificio de la plaza de Tetúan de Valencia. “Opie para mí es el pintor de la vida moderna, porque ha sabido utilizar un lenguaje del cómic y la línea clara para hablar de temas universales”.