La oposición en bloque confirma su rechazo a los presupuestos de Colau

Oposición frontal y diálogo de sordos en el Ayuntamiento de Barcelona: los grupos de la oposición se han negado este viernes a debatir en la comisión extraordinaria de Economía sobre los presupuestos para 2017, y se han limitado a expresar su voto en contra de cara al próximo pleno municipal.

En la comisión se ha cerrado el dictamen para llevar los presupuestos al pleno del próximo viernes, donde el gobierno municipal no conseguirá la mayoría suficiente y deberá aprobarlos mediante una moción de confianza.

La comisión ha arrancado con la intervención del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, que ha explicado que el gobierno municipal ha recibido 116 alegaciones, de las que solo 85 pueden considerarse alegaciones a los presupuestos -el resto eran consideraciones políticas sobre otros aspectos que no se incluyen en las cuentas- y de las que el gobierno ha aceptado 49, más de la mitad.

En su breve introducción, Pisarello ha afirmado que la conclusión es que será necesario seguir hablando, y ha asegurado que el gobierno de Ada Colau ofrece una «invitación a seguir dialogando». También ha remarcado que Barcelona necesita unos presupuestos y que tendrá unos buenos presupuestos, y ha asegurado que la propuesta «más consistente es la del gobierno, porque la oposición no tiene una propuesta alternativa y unificada».

En declaraciones a los medios tras la comisión, que solo ha durado seis minutos, los representantes de todos los partidos de la oposición han lamentado la falta de negociación por parte del gobierno municipal, por lo que han explicado que han decidido no participar en el debate de presupuestos, argumentando que la estrategia ha sido desde el principio aprobar las cuentas con una moción de confianza.

La concejal de CiU Sònia Recasens ha justificado que «no sirve de nada entrar a debatir con este gobierno», y por este motivo la oposición en bloque solo ha querido manifestar el sentido contrario de su votación y guardarse los argumentos.

La concejal de C's Carina Mejías ha asegurado que la comisión ha sido «corta como lo es el interés de dialogar del gobierno», y ha considerado que el proceso de negociación de las cuentas ha sido una burla a la oposición y demuestra, a su juicio, una actitud antidemocrática.

Por parte d'ERC, Alfred Bosch ha sostenido que la oposición ha considerado «coherente» guardar silencio ante el silencio también del ejecutivo de Colau a la hora de negociar, y ha lamentado que se haya optado por una filigrana legal para aprobar los presupuestos sin dialogar.

El concejal del PP Javier Mulleras ha asegurado que de los presupuestos que irán al pleno no se ha tocado ni una coma respecto a hace un mes y ha considerado que va en contra de la transparencia el hecho de aprobar las cuentas «por la puerta de atrás».

Finalmente, la concejal de la CUP Maria Rovira ha asegurado que Pisarello «ha mentido descaradamente diciendo que se han aceptado la mitad de las alegaciones», y ha reprochado que se hayan denegado alegaciones como por ejemplo una partida para estudiar la remunicipalización del agua mientras que se aprobó en pleno que se impulsarían estos estudios.