Los populistas, con la mirada puesta en Colau y su salto autonómico

Figura imparable. Ada Colau, la activista social que que en un año ha pasado de ser la líder de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) a la alcaldesa de Barcelona, sigue sin techo y su perfil político ya mira al Palau de la Generalitat. El pasado mayo conquistó el Ayuntamiento con Barcelona en Comú haciendo poco ruido, con una minoría que le ha permitido por ahora gobernar sin grandes problemas y, tras ignorar la campaña autonómica del 27-S, despertó el pasado diciembre, y con un gran protagonismo, para apoyar la candidatura de Xavier Domènech (En Comú Podem, ECP) ante las elecciones generales del pasado diciembre.

Su involucración total en la campaña y su creciente carisma como líder autonómica ayudó a ECP a sacar unos excelentes resultados y a ganar los comicios en Cataluña.

Colau se ha convertido en una de las figuras emergentes de la política catalana y su nombre suena desde hace tiempo en las quinielas de futuros candidatos a la Presidencia de la Generalitat, y con más fuerza, a medida de que se van confirmando unas previsibles elecciones en marzo. Además, se da por hecho que el último candidato autonómico de la coalición de izquierdas, Lluís Rabell, consiguió unos decepcionantes resultados; se busca un revulsivo.

En el actual marco político catalán, y con un posible pacto de izquierdas para gobernar la Generalitat en el horizonte, la figura de Colau parece encajar a la perfección. La alcaldesa, equidistante, se muestra favorable al derecho a decidir pero en contra de la unilateralidad en la que se ha embarcado el Gobierno de Artur Mas.

Independientemente de las intenciones que ella tenga –que hasta ahora ha sabido disipar–, lo cierto es que los dirigentes de las izquierdas ven en las elecciones de marzo muchas posibilidades de repetir resultados de récord, y en Colau a su candidata perfecta para cosechar estos éxitos.

Ayer mismo, los diputados de En Comú Podem –que estrenaron su cartera de diputados en el Congreso– evitaron invitar explícitamente a Colau a presentarse a nivel autonómico, aunque vaticinaron que con ella los resultados podrían ser más que buenos.

Más allá de las presiones sobre Colau, el Ayuntamiento de Barcelona vive con incertidumbre este momento de la política catalana. Algunas fuentes municipales ven muy posible que Colau dé el salto a la política autonómica, mientras que algunos líderes municipales, como Alberto Fernández (PP) le exigen que descarte su candidatura autonómica y se centre en la ciudad de Barcelona.

Si hace justo un año Colau se planteaba postularse como alcaldesa, ahora tiene en su mente la posibilidad de dar un salto y asaltar la Generalitat.