Junqueras y Mas exigen «realismo» y menos ideología a Puigdemont

Despedida del PDECat del expresidente catalán, que mañana afronta el caso Palau

Puigdemont, ayer durante el congreso del PDECat EFE

ANNA CABEZA

Carles Puigdemont no cesa en sus planes de intentar ser investido presidente de la Generalitat de manera telemática, ni ante las continuas peticiones de «realismo» de sus compañeros independentistas . El candidato de Junts per Catalunya (JpC), que sigue en Bélgica confiado en que el próximo 31 de enero pueda repetir como máximo responsable del gobierno catalán, volvió a apelar ayer a la unidad para restituir el que él considera como gobierno legítimo en el Parlamento catalán.

Lo hizo, como últimamente, por videoconferencia durante el Consejo Nacional del PDECat, que ayer tenía su primera reunión del año. Sin referirse abiertamente a sus aspiraciones de ser investido telemáticamente, Puigdemont abogó por tirar adelante los plenos de constitución y de investidura del Parlamento catalán de acuerdo con los resultados del 21-D. Incidió en que ambos pasos son un «paquete indivisible» y que el mandato de las urnas «en ningún caso se puede subvertir» con debates reglamentarios y sobre procedimientos técnicos.

El expresidente de la Generalitat Artur Mas, que participó en la reunión del PDECat para despedirse como presidente, precedió a Puigdemont y, si anteayer dijo que «nadie es imprescindible», ayer pidió «amplitud de miras» y ensanchar el PDECat. Su intervención sonó como una continuación de sus demandas al candidato para que aparque la fórmula telemática. Así, espetó que «los éxitos electorales vienen cuando hay ideología pero no un exceso de ideología» , aunque siguió diciendo que el PDECat había sabido leer la realidad catalana al impulsar JpC. Además, abogó por la «unidad» y por aparcar «controversias y dinámicas internas» .

Mas aprovechó su turno para hacer balance de su trayectoria en la primera línea política, tras anunciar esta semana que dimitía al frente del PDECat por el calendario judicial que lo puede salpicar, que empieza mañana con el veredicto del juicio por el caso Palau. Consideró que ha tenido «luces y sombras» pero se marcha «muy contento. He dado mucho, lo he dado todo, pero lo he recibido todo». La presidencia, de momento en funciones, pasa a manos de Neus Munté , que ayer defendió en RAC1 que la investidura telemática «es factible».

Por su lado, Oriol Junqueras desde la cárcel también pidió realismo a Puigdemont. En una carta publicada en el diario «Ara», el líder de ERC exigió « tener los pies en el suelo y enfrentarnos a las dificultades con un ejercicio de realismo imprescindible». El artículo, titulado «Recuperemos las instituciones», acababa diciendo que «no veo atajos, ni soluciones mágicas, solo trabajar y seguir sumando hasta ganar».

Marta Rovira, secretaria general de ERC, también frenó las intenciones del expresidente. En el Consejo Nacional de su partido, pidió «realismo» ante las dificultades que se antojan e instó a recuperar urgentemente las instituciones catalanas y a «buscar alianzas y explorar las fronteras del independentismo» para «seguir creciendo». Por contra, Antoni Castellà, miembro de Demòcrates y en la lista de ERC, consideró «ridículo» impedir una investidura telemática en el siglo XXI.

«No a una ciberdemocracia»

Las críticas sobre los planes de Puigdemont llegaron también de grupos no independentistas. La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, replicó durante un acto en Torrijos (Toledo) que Cataluña «no va a ser una ciberdemocracia por mucho que se ponga a hacer videoconferencias» . Levy exigió que «se antepongan los intereses generales de todos y se apueste por la unión y la concordia».

También se refirió a ello el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, que calificó de «fantasía» que Puigdemont piense que se puede gobernar «a distancia». «No me parece muy realista», explicó en una entrevista publicada ayer en el diario alemán «Die Welt».

Por su parte, el portavoz de Cs, Fernando de Páramo, calificó de «tomadura de pelo» la posible investidura a distancia de Puigdemont y reiteró que su formación la llevaría de «ipso facto» al Tribunal Constitucional. Desde Catalunya en Comú, Elisenda Alamany también descartó la vía telemática. La portavoz de los «comunes» instó a las formaciones independentistas a «pensar en el país y en el desbloqueo, y no en un nombre determinado».

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