Manel Casals lamenta que no haya más contundencia contra los pisos turísticos
Manel Casals lamenta que no haya más contundencia contra los pisos turísticos - INÉS BAUCELLS
BARCELONA

«Hay voluntad contra los pisos turísticos pero hace falta valentía»

Manel Casals, director general del Gremi d’Hotels de Barcelona, pide un gran pacto de ciudad para gestionar mejor el turismo

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Con la temporada veraniega por delante, los hoteleros de Barcelona confían en tener una época de alta ocupación y que los episodios de «turismofobia» entre autóctonos y visitantes desaparezcan. ABC habla del estado del sector en la ciudad y también de la gestión hecha hasta ahora por el gobierno de Ada Colau con Manel Casals, director geneal del Gremi d’Hotels de Barcelona.

—Desde la llegada a la alcaldía de Ada Colau, ¿el sector hotelero en Barcelona ha ido a mejor o a peor?

—Independientemente de que lo hagan hecho mejor o peor y al gusto de todos o de solo algunos, se ha intentado mejorar la gestión del turismo y esto es positivo. Parece que hay buena voluntad para intentar acabar con toda la ilegalidad, pero tendría que ser más intransigente.

No se tendría ni que hablar con alguien que delinque, que no paga impuestos y no regula bien a su gente. Barcelona tendría que ser ejemplar condenándolo.

—¿El Plan Especial de Alojamientos Turísticos (PEUAT) ayuda a combatir estas ilegalidades?

—El PEUATno es una herramienta de gestión turística, sino de gestión del alojamiento y está bien: hacía falta reordenarlo. El problema es que se dice que existen 10.000 pisos turísticos ilegales en Barcelona y el PEUAT ni los contempla. Si quieres luchar contra ellos hay que buscarlos, visitarlos y cerrarlos. Hace falta contundencia por que hay mucha iniciativa y voluntad pero falta valentía. Parece que no se atrevan porque está muy claro qué es legal y qué no.

—¿El Ayuntamiento ha afrontado bien con vosotros el PEUAT?

—No. Si nos hubieran escuchado lo suficiente probablemente no habríamos lelgado a este punto. Lo que más nos preocupa, y el motivo por el que iniciamos el contencioso, es porque condena a los hoteles a la obsolescencia. Es inadmisible la minimización de la actividad hotelera: hemos aportado mucho a la ciudad como para que ahora nos criminalicen así.

—Desde su aprobación no ha llegado ni una petición de licencia de hotel nueva. ¿Los operadores turísticos tienen miedo de invertir en Barcelona?

—De momento ha puesto las dudas sobre aquellos empresarios que ya tenían permisos y ha generado escepticismo y esto crea cierto miedo al mercado internacional. La ciudad no está muy afectada a día de hoy pero lo estará porque con el plan se lanza el mensaje al extranjero de que si inviertes en Barcelona no sabes lo qué pasará.

—A nivel vecinal, la gestión de Colau sobre el turismo ha generado ya algún conflicto de turismofobia...

—Sí, y es inadmisible cualquier tipo de violencia, también contra los hoteles o contra los turistas. La administración no lo ha condemnado de manera contundente. Es una asignatura pendiente del Ayuntamiento hacia la actvidad turística, pero también hacia la actividad económica en general.

—¿Y qué otras asignaturas quedan pendientes?

—Por encima de todo, hay que positivizar el discurso del turismo. Aporta cosas muy buenas a la ciudad y creemos que hace falta un gran pacto de ciudad para la gestión del turismo, no a dos o cuatro años vista.

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