El plan de restricción hotelera, otro escollo para Colau

El alud de críticas y la falta de apoyos obligan a retrasar la aprobación de uno de los proyectos más ansiados por la alcaldesa de Barcelona

BARCELONA Actualizado: Guardar
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En el complejo debate de los presupuestos de Barcelona para este año la mejor opción fue el aplazamiento «in extremis»de la votación y esta vez Ada Colau prefiere no precipitarse y tomarse con tiempo las negociaciones sobre nueva regulación hotelera que quiere instaurar en la capital catalana. El que fuera uno de sus planes estelares en su arrancada de mandato de momento está generando más animadversión que apoyos entre el sector turístico y económico y la oposición.

Conocido como Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), el Ayuntamiento pretendía con este proyecto «hacerlos compatibles con un modelo urbano sostenible basado en la garantía de derechos fundamentales y la mejora de la calidad de vida de los vecinos». O lo que es lo mismo: rebajar la concentración turística en el centro de la ciudad y limitar la apertura de nuevos hoteles en función de los barrios.

El PEUAT fue aprobado inicialmente en marzo, pese a que CiU, C’s, ERCy la CUP se abstuvieron y el PP rechazó el plan. Colau recibió entonces el apoyo del todavía no-socio de gobierno PSC, en un posicionamiento que ya pareció más de gobierno que de oposición. El visto bueno abrió paso a una exposición pública que ha dejado claro que el plan no deja indiferente a nadie.

Sin aprobación hasta otoño

De hecho, el plazo para presentar alegaciones terminó el pasado martes tras haber recibido 131 alegaciones de todos los grupos de la oposición y de decenas de entidades sociales y económicas. «Queremos estudiarlas con calma e incorporarlas si fuera posible», explicaba esta semana la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, que apuntaba que la cifra no era tan alta como parecía –y recordaba que, por ejemplo, al modificación del Plan General Metropolitano en Sant Andreu recogió unas 6.500 alegaciones–.

El PEUAT ha recibido al menos 131 alegaciones de partidos y entidades

El volumen de reacciones y la necesidad de buscar apoyos en la oposición, así como la nueva campaña electoral, ha hecho que el equipo de Colau decida posponer al otoño el debate sobre el plan de alojamientos turísticos que incluya las alegaciones pertinentes y que, como defiende Sanz, «sea más plural». El retraso, sin embargo, no afecta para nada a los proyectos hoteleros, ya que sigue vigente la moratoria que la alcaldesa también impulsó al poco tiempo de llegar para frenar la ampliación hotelera en Barcelona, y que a posteriori, previniendo que no habría acuerdo con el PEUAT, amplió para no dejar un vacío legal que permitiera nuevos alojamientos.

Alegaciones de todo tipo

El trato por igual entre hoteles y pisos turísticos así como el abordaje de los alojamientos en función de los barrios son algunos de los aspectos que más quejas han generado. Así, la Asociación de Edificios de Viviendas de Uso Turístico lamenta la arbritrariedad y desproporción del plan. La Asociación de Apartamentos Turísticos cree que el proyecto agrava los problemas y necesita criterios objetivos.

El Gremio de Hoteles de Barcelona, por su lado, cree que el plan deja en «disconformidad urbanística» una gran parte de los hoteles, a los que se prohíbe «renovar y/o actualizar la planta hotelera actual», lo que pone en peligro la imagen de Barcelona y su desarrollo económico.

Por otro lado, la síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, también reclama, entre otros aspectos, más control a los pisos turísticos. La institución no ha presentado alegaciones pero sí que ha planteado recomendaciones a la hora de desplegar el PEUAT, como planificar mejor el límite de licencias turísticas o restringir su transmisión en la compra-venta de inmuebles.

En otro sentido, CiU –con 37 páginas de alegaciones– exige que se retire el PEUAT, que tiene «planteamientos al borde de la ilegalidad». C’s –con 45 alegaciones– ha enmendado el plan y aboga por preparar una regulación «alternativa» con restricciones que no sean tan «excesivas». El PP, por su lado, ha impugnado la totalidad del plan porque frena inversiones y no impide las molestias vecinales.

Los vecinos, a los que Colau pretendía satisfacer con el plan, tampoco están contentos. La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) rechaza la división por zonas del PEUAT, así como que puedan haber pisos turísticos en la periferia. También disconformes con el plan, los vecinos de zonas turísticas creen que el plan es «de mínimos».

Papel clave del PSC

De aquí a otoño, el papel del PSC para tirar adelante este plan será uno de los protagonistas del debate. De hecho, el recién llegado al consistorio equipo de Jaume Collboni se encargará de las áreas económicas, de promoción y turismo de la ciudad y está por ver si rebajará el centrifugado que pretendía Colau o se sumará a su plan de restricción hotelera.

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