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Raquel Gago se derrumba durante su declaración - ANA M. DÍEZ

JUICIO POR LA MUERTE DE ISABEL CARRASCORaquel Gago se derrumba durante su declaración: «Desde que eso pasó no he tenido vida»

Asegura que su relación con Triana Martínez «era de amistad, pero no íntima»

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R. ÁLVAREZ
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Medios de comunicación, a la puerta de la Audiencia de León
Medios de comunicación, a la puerta de la Audiencia de León - ANA M. DÍEZ

15.09 Fermín Guerrero da por finalizado el interrogatorio a su representada. La vista se retomará mañana a las 9.00 horas, cuando está previsto que declare el policía jubilado que siguió a Montserrat González tras el asesinato y que permitió su detención.

15.04 La acusada vuelve a insistir en que las imágenes que constan del interior de su coche en el sumario no muestran la realidad porque se tomaron después de haber movido los bultos que había en la parte trasera. El bolso con el arma lo tocó ella, el agente al que avisó y los policías de Burgos, que también fueron a su casa y «sacaron el bolso y lo tiraron al suelo».

14.59 Raquel comenta a su abogado que desde febrero del año pasado ve a una psicóloga en Madrid que le dice que entiende «perfectamente» su reacción tras lo ocurrido y que lo explica como un «choque» en su cabeza que no le deja asimilar los hechos al referirse a personas tan cercanas a ella como lo era Triana.

14.51 La defensa de Montserrat González y Triana Martínez no formula ninguna pregunta a Raquel Gago.

14.50 El abogado del PP, Ricardo Gavilanes, le dice a Raquel Gago que el hecho de que avisara para que la policía que fuera a su casa porque había encontrado el arma lo hiciera «sin poner las sirenas» con el fin de que su padre, que tiene una enfermedad cardiaca, no se preocupara, no coincide con el bloqueo que dice que sufrió, a lo que ella responde que tras ver el arma fue «ya consciente» de todo lo que pasaba.

14.46 Raquel sostiene que nadie la avisó de que Triana había dicho en Comisaría que el arma la tenía una agente y sobre si cree que fue casual que ella entregara el revólver sólo 20 minutos después de que se destapara que la guardaba una policía añade que «sí porque nadie me dijo nada».

14.42 Carlos Rivera, abogado de la pareja de Isabel Carrasco pregunta a la acusada por qué cree que Triana, su amiga, tardó en exculparla casi un año. Gago responde que no sabe, que cree que siempre ha dicho que el encuentro con ella fue casual.

14.39 El interrogatorio de la letrada concluye tras preguntar a Raquel Gago qué recogió del taller de restauración durante la noche del 12 de mayo, donde volvió, según su declaración, para dejar un tablón. El motivo de la pregunta se debe a que el bedel aseguró haber visto cómo ella se llevaba una bolsa cuando él se apartó. La acusada responde que lo que cogió fue una lija de agua.

14.34 Llamas dice que la hermana de Raquel Gago dijo en su declaración ante la juez instructora que se sentía «decepcionada» y que tenía «rabia» y que Triana estaba «rodeada de misterios». Gago indica no saber por qué su hermana ha dicho esto o a qué se refería. La acusada declara también que «intuía» que Triana tenía un amigo especial, pero que la relación era oculta.

14.21 La abogada de la acusación, Beatriz Llamas, inicia el interrogatorio a Raquel Gago.

Raquel Gago, durante su declaración
Raquel Gago, durante su declaración - ANA M. DÍEZ

14.18. Raquel dice saber que «Triana no podía ver ni en pintura a Isabel Carrasco» pero dice que nunca oyó ni a ella ni a su madre que quisieran matarla y tampoco sabía que la víctima le hubera propuesto en ningún momento mantener una relación sexual con ella.

14.14 Raquel Gago niega haber hecho seguimientos a Isabel Carrasco. Del informe de posicionamientos que relaciona a las tres acusadas con la víctima subraya que tiene muchos «errores». El informe va del 15 de abril al 7 de mayo y ofrece diferentes ejemplos para «desmontarlo», como que sitúe a una persona en un lugar y segundos más tarde a varios kilómetros de distancia cuando eso es algo «imposible».

14.03 Cuando se dio cuenta de que tenía el bolso con el arma en el coche fue cuando quiso meter una bicicleta en la tarde del 13 de mayo y vio las garrafas con el agua y quiso quitarlas. Tiró de una y se rompió y cuando empezó a limpiar vio el bolso, que era suyo y que sabía que se lo había prestado a Triana y que no se lo había devuelto. Se puso nerviosa, pensó que eso no debía estar ahí, lo abrió y vio el arma y fue entonces cuando les contó que se había encontrado a Triana el día anterior y llamó a un agente de la Policía Nacional conocido suyo para entregarla. Decidió llamarlo a él porque lo conocía y lo había visto en la televisión en el escenario del crimen. «En ese momento no podía ni respirar», sostiene Gago para justificar por qué decidió llamarlo a él y no ir directamente a Comisaría.

13.57 Niega que hubiera dicho en algún momento que estuviera bloqueada, simplemente no era capaz de entender que eso que había pasado fuera verdad.

13.55 «Mi cabeza no era capaz de creer que eso era real», apunta respecto a la noticia del asesinato y la implicación de su amiga y su madre y al motivo por el cual no contó a nadie que las había visto ese día para tomar café y a Triana justo después del crimen.

13.53 La noche del asesinato Raquel Gago introdujo una puerta en el coche para llevarla al taller de restauración, dice que no sabe cómo la metió, que ya era de noche y recuerda que también fue a hacer la compra. En ninguna de esas dos ocasiones vio nada. Su amiga Leticia subió a su coche sobre las diez de la noche, por la parte trasera derecha, tras el asiento del copiloto donde se encontró el bolso con el arma un día después, y en su declaración confesó no haber pisado el bolso con el arma. «El bolso no ocupa todo el espacio y mi hermana movió lo que había para que ella pudiera entrar, sólo estuvo unos 30 segundos mientras bajaron al garaje y salimos», responde Raquel.

13.46 Al salir del curso de restauración Raquel Gago fue a por agua a Armunia, cogió unas garrafas grandes y, tras llenarlas, las colocó detrás del asiento del conductor. No vio nada más, dice, porque en su coche hay siempre «muchas cosas». Esto ocurrió antes de las siete, era de día, pero no vio nada. El fiscal pide que se muestren las fotos del vehículo de Raquel. El bolso con el arma asegura que estaba «más metido», como debajo del asiento del copiloto, según pudo ver al día siguiente cuando fue a meter una bicicleta. El fiscal llama también la atención sobre el tamaño del bolso y ella reitera que lleva muchas cosas. La agente advierte que las fotos no muestran tal y como lo encontró, ella lo tocó y sostiene que los agentes que fueron a su casa lo cogieron, lo sacaron y lo movieron.

13.40 Cuando ya en el taller recibió la llamada de un compañero policía que le dijo que habían asesinado a Isabel Carrasco y que podrían haber sido Montserrat y Triana ella pensó que «era imposible», no supo reaccionar y por este motivo no le dijo que acababa de ver a su amiga.

13.37 Tras devolver la llamada a Triana al ver que no volvía de la frutería y no recibir respuesta, Raquel Gago se dirigió a las clases de manualidades, vio revuelo en la zona del crimen, pero no paró. Niega también que dijera a una compañera de taller que llegaba tarde porque se había quedado dormida. «Jamás duermo la siesta, le pude decir que me había liado, pero no sé qué pudo entender ella por el ruido o por lo que fuera».

13.33 Raquel se rompe cuando el fiscal le pregunta cómo pudo hacerle eso su amiga Triana. «Yo lo que sé es que desde que eso pasó no he tenido vida», cuenta con la voz temblorosa a punto de llorar. «Pregúntele a ella, yo no estoy en su cabeza y no puedo saberlo».

13.31 Tras la llamada vio a Triana, que dice que se acercó a ella, estaba delante del vehículo y su amiga dijo hola y si tenía el coche abierto, no sabiendo si se trataba de una pregunta o una afirmación, por lo que accionó el mando del coche de forma instintiva. Comenta que no fue consciente de que hubiera dejado nada dentro de él y que después le dijo que iba a la frutería y no volvió.

13.26 Sobre la llamada de 17 segundos que le hizo Triana desde el teléfono de pregago antes de dejar el arma en su coche cuenta que no sabía que era de Triana porque no tenia guardado ese número y que no existió ninguna conversación. «Dije 'sí' y como no oía nada guardé el teléfono en el bolsillo», afirma. El operario de la ORA que estaba con ella no es consciente de que hubiera contestado a una llamada y ella añade que «en 17 segundos puede decirle hasta un padrenuestro y si Julio (el operario) no se dio cuenta de que me habían llamado será porque no hubo conversación», insiste.

13.22 El fiscal pregunta a Raquel por qué estuvo más de una hora estacionada en el centro, en Lucas de Tuy, cuando vio que la tienda no estaba abierta. Ella responde que aprovechó para hacer varias llamadas confiando en que llegaran a abrir la tienda. Sólo se acercó al establecimiento una vez, pero entonces se encontró con un operador de la ORA e inició una conversación con él. No estaba esperando a Triana, subraya.

13.14 La acusada recuerda que tomó café en casa de Triana antes de que se produjera el asesinato. Estuvo 20 minutos en los que hablaron de diferentes temas, sobre todo del padre de la agente, que había tenido un problema con el coche, también le dijo que iba a quedar más tarde con una amiga y que si ella quería después podían ir a tomar algo. Después pretendía ir a clases de restauración y fue primero al centro porque quería comprar pintura. Estacionó su coche en Lucas de Tuy y pensó que la tienda a la que quería ir estaría abierta ya, aunque fueran las 16.30 porque tenían un horario «irregular», añade.

13.07 Gago asegura que su relación con Triana Martínez era de amistad, pero no íntima. «Teníamos un tiempo libre que coincidía», cuenta

13.05 Se retoma la sesión con el interrogatorio a Raquel Gago, que el contrario que las otras dos acusadas manifiesta su intención de responder a las preguntas de todas las partes.

Montserrat escucha a su hija Triana durante su intervención
Montserrat escucha a su hija Triana durante su intervención - POOL

12.18 El interrogatorio a Triana Martínez concluye con una pregunta sobre su actual estado en prisión y su cambio del módulo siete,mixto al diez. «No tenemos ningún parte disciplinario», sostiene. La vista se suspende y se retomará en media hora con el interrogatorio a Raquel Gago.

12.14 El abogado pregunta a Triana por su propuesta a una amiga de alquilar en común una plaza de garaje en la calle en la que residía la víctima. Ella dice que muchas veces la acompañaba a su coche por la noche «por seguridad» y como sabía que trabajaba en una academia en el Paseo de Salamanca y tenía una plaza en el Crucero (lejos de su oficina y que le costaba 70 euros), lo único que le dijo «como consejo» fue que la alquilara allí, que le quedaba más cerca. Triana insiste en que se lo comentó «para hacerle un bien a ella», pero que nunca pensó en pagársela porque ella tiene la suya y no la necesita. En cuanto a por qué cree que una amiga suya y de Raquel pudo decir que quería pagársela dice que sería porque estaba «molesta» al ver que Raquel se había visto envuelta en esta situación.

12.00 Triana cuenta que conoce a varias personas que se han suicidado y que no sabía que su madre había comprado un arma, que su madre hizo búsquedas en el ordenador (de forma posterior a las que hicieron juntas) y cuando se enteró le dijo, por si no había quedado claro, «que se olvidara, que no podía ser».

Raquel Gago, durante la segunda sesión del juicio que se está celebrando este miércoles
Raquel Gago, durante la segunda sesión del juicio que se está celebrando este miércoles - POOL

11.57 José Ramón García pregunta ahora a su representada por el día del crimen, su actuación tras él e insinúa que la transcripción de su declaración el día después del crimen en Comisaría no fue tomada de forma correcta porque no dijo en ningún momento a Raquel que «le dejaba eso» cuando depositó el bolso con el arma en su coche.

11.52 El presidente del tribunal pide al abogado de Triana que sea «más conciso» en su intervención, a lo que éste responde que sabe «perfectamente» lo que debe hacer y que las preguntas anteriores las ha hecho porque eran las que «no interesaban a la Fiscalía».

11.48 «Yo quería estar al lado de mi mamá y de mi abuela», responde Triana cuando su abogado le pregunta por qué no siguió el consejo de su padre y, viendo la situación a la que estaba sometida, se iba a trabajar a Alemania. Ella insiste en que quería estar en León. «Perdí 25 quilos, me quedé más delgada que Raquel», subraya.

ANA M. DÍEZ
ANA M. DÍEZ

11.36 El interrogatorio del abogado de la defensa se centra ahora en la oposición que no ganó Triana en la Diputación cuando asegura que todos sabían que la plaza era para ella, en posibles irregularidades en el proceso, en su posterior amortización, en la reclamación posterior que le hicieron desde la institución provincial para que devolviera parte del salario que cobró durante el tiempo que trabajó allí y en la oportunidad que tuvo de ser concejala de Astorga, aunque no llegó a serlo porque Isabel Carrasco era la presidenta del PP en León y ella era «la que decidía». También recuerda que no cobró hasta un año y medio después facturas de Viproelco -donde la víctima era consejera- «porque ella no quería pagarme».

11.19 «Cómo sois los de Astorga y qué bien hueles», señala que le dijo Isabel Carrasco el día que intentó tener relaciones sexuales con ella. En ese momento cuenta: «me besó, me entró y yo me sentí asustada. Me quiso tocar y me agarró por detrás porque vio que yo no quería besarla, me dijo que quería estar conmigo, que le gustaba y que no pasaba nada, pero yo me aparté y le dije que quería irme». Desde ese día, cuenta, «nada fue igual».

Triana continúa declarando, ahora ante su abugado José Ramón García
Triana continúa declarando, ahora ante su abugado José Ramón García - ANA M. DÍEZ

11.07 «Tú vienes del pueblo, tú por el marido y tú por no sé quién. Allí dentro todo funcionaba así», declara Triana respecto a la Diputación, donde ella empezó a trabajar el 1 de junio de 2007. Un mes más tarde Isabel Carrasco fue elegida presidenta y la acusada dice que todos le comentaban «que tuviera cuidado con ella porque era muy mala y yo tenía miedo a que conmigo pasara lo mismo que con otros enchufados del equipo de Gobierno anterior, pero ella me cogió cariño», reconoce. «En la Diputación no se movía ni un folio sin que lo supiera Isabel», añade Triana respecto a la forma de dirigir la Diputación que tenía la víctima.

11.00 Empieza el interrogatorio de su abogado, José Ramón García. Triana cuenta cómo fue su entrada a la Diputación, «patrocinada» porque era afiliada al PP y sostiene que las cosas funcionaban así. Cuando ella empieza Isabel Carrasco no era presidenta de la institución provincial.

10.57 «No hay plan», sostiene Triana Martínez para negar que hubieran preparado la muerte de Isabel Carrasco entre las tres, por eso, apunta, todo lo que pasó fue «lo que iba surgiendo». «Raquel es buena, tímida, introvertida y maja», define la acusada a su amiga.

10.53 Durante el interrogatorio del abogado de la agente a Triana Martínez, Raquel Gago ni la mira, permanece inmutable mirando al frente sin mostrar expresión alguna.

10.52 Triana contesta a las preguntas del abogado de Raquel Gago, Fermín Guerrero. La acusada dice que siente «pena» al ver que ha metido a su amiga «en un problema». Destaca que sólo mantenían una relación de amistad y que ella no ha hecho nada, que no tenía ningún motivo para hacerlo.

10.50 También el abogado del PP, Ricardo Gavilanes, formula las cuestiones a las que pensaba someter a la acusada y que ella no responderá. Éstas parten también del intento que asegura que Carrasco tuvo de acostarse con ella y en la «obsesión» que madre e hija tenían con la víctima.

10.45 Finaliza el interrogatorio del fiscal y Beatriz Llamas, abogada de la acusación particular, formula las preguntas que había preparado para Triana Martínez y a las que ella no va a contestar. El cuestionario se centra en el supuesto acoso sexual al que dice que la sometió Isabel Carrasco, a la implicación de Raquel Gago y al día del crimen. Carlos Rivera, letrado que representa a la pareja de la víctima hace lo propio. Una de sus preguntas es por qué Triana quiso alquilar una plaza de garaje en la calle de Isabel Carrasco, como así consta en la declaración de una de las amigas que tiene en común con Raquel Gago. También se centra en cuestiones destinadas a conocer más detalles sobre el posible papel de Raquel Gago.

10.38 Triana cuenta que era vox populi que en la Diputación todas las plazas se daban a través de un padrino y por eso dice que intentó que Isabel Carrasco le pasara las preguntas para pasar la oposición. Niega que hubiera hablado con Marcos Martínez -quien sucedió a Isabel Carrasco en el cargo de presidente de la Diputación- del mismo tema: «No. Marcos no era nadie», zanja,

10.35 «Ya salió la plaza, quédate que tienes mucho que ganar», asegura que le dijo Isabel Carrasco en 2010. «Se me insinuó todo el rato», reconoce. Esto lo contó siete meses después de la muerte de Carrasco y el motivo, en su opinión, es que «me daba vergüenza, me sentí tan mal que sólo se lo pude contar a mi madre, ni a Raquel ni a mi padre, me lo sacó el psiquiatra porque yo no quería ni recordar esa situación. Me costó decirlo», responde.

Sala desde la que los medios de comunicación están siguiendo el juicio
Sala desde la que los medios de comunicación están siguiendo el juicio - ANA M. DÍEZ

10.31 La declaración se centra ahora en Isabel Carrasco. «Me perjudicó en la vida. La plaza de la Diputación la habían creado para mí, pero como no me quise acostar con ella se la dio a otro y después la amortizó para que no pudiera volver a sacarla», afirma Triana.

10.28 «Los chicos de Burgos estaban predispuestos a echarnos una mano, eran compañeros de mi padre y me recomendaron declarar», afirma Triana, que recordó que su abogado le había pedido que no lo hiciera. «Me dejaron ver la declaración de mamá y yo lo hice y conté lo mismo que ella», declara antes de apuntar que le aseguraron que ella saldría libre si seguía sus indicaciones y a su madre podrían caerle menos años.

10.22 La acusada carga contra los policías de Burgos. «Ellos querían encontrar el arma y me dejaron ver a mi madre. Me engañaron», destaca. Cuenta que le propusieron sacarla de comisaría para recoger la pistola y decir que se encontró en una alcantarilla, pero después de llamar Raquel para entregarla ya no pudieron hacer nada.

10.16 Triana niega que las fotos de la víctima encontradas durante el registro a su domicilio fueran de ella. «Yo lo único que tenía era un Interviu -en el que salió una información polémica sobre Isabel Carrasco- que tuve que ir a comprar a Astorga porque en León me dijeron que se había agotado porque ella mandó comprar todos», dice. Respecto a Isabel Carrasco añade que «me hizo la vida imposible» pero no tenía intención de matarla y niega haberle hecho seguimientos previos junto a su madre.

10.04 «No tenía intención de meter a Raquel en ningún lío, iba a volver a por el bolso y si no lo hice fue porque no pude», subraya Triana a preguntas del fiscal. «Lo siento», dice.

9.59 Cuando llega donde está Raquel tras el asesinato comenta que la saluda y que cree que ni la oye y, como estaba con un controlador de la ORA no le dijo nada más, le preguntó si tenía el coche abierto y le dejó el bolso. «Me pesaba mucho, no sabía lo que había pasado y pensaba ir a recogerlo al momento», cuenta. Después le dijo que se fue a por fruta y se fue al encuentro de su madre. Si en una anterior declaración reconoció haber dicho a Requel que le dejaba algo en el coche destaca que sería «porque fue lo que me mandaron los policías de Burgos» porque insiste en que ella no sabía nada. «Lo dejé en el asiento trasero del coche, un poco metidín porque me imaginaba lo que podía tener», cuenta. «Fíjate, ya lo siento haber dejado eso ahí», afirma Triana.

9.50 Triana dice a preguntas del fiscal que necesitaba el teléfono de prepago porque hablaba mucho con un amigo con el que tenía una relación y no quería que su padre (titular de su teléfono) se enterara. El motivo de no ponerlo a su nombre, añade, es que no quería tener otra línea a su nombre porque cree que su padre se enteraría y sabría de su relación. «Mi padre es policía», recuerda.

9.45 La acusada asegura que cuando recogió el bolso que tiró su madre no miró dentro de él y no sabía lo que había. «Por lo que pudiera tener lo metí dentro de otro», dice. «Pensé que había cogido la pistola reglamentaria de mi padre, que estaba en casa y no quería que fuera un problema para él», cuenta Triana. Ya con el bolso, sostiene que quiso seguir a su madre, pero ya no la vio. En ese trayecto destaca que vio a Raquel, «que estaba hablando con alguien y la llamé para ver si la había visto, para ver dónde tenía que ir, la llamé desde mi teléfono, pero estaba tan nerviosa que no conseguí marcar en el teléfono táctil y cogí el otro», el de prepago, pero indica que no pudieron hablar, pese a que la conversación duró 17 segundos.

9.36 Con un plano, muestra dónde su madre tiró el bolso con el arma y afirma que si en su primera declaración dijo que la había encontrado en un pasadizo fue porque los policías le dejaron ver la declaración de su madre y contestó «lo mismo que ella, lo que a ella le habían pedido que dijera», subraya. ¿Pensó que su madre había matado a Isabel Carrasco?, le pregunta el fiscal, a lo que ella responde «puede».

9.34 Triana recuerda la llamada que su madre le hizo antes de disparar contra Isabel Carrasco. «Me dijo, estoy viendo a Carrasco, voy a terminar esto, ya verás y yo le dije que no hiciera ninguna tontería, le pregunté dónde estaba y fui hacia ella». Fue entonces cuanto comenta que vio a su madre tirar un bolso que ella recogió porque, según comenta, «pensé que había cogido la pistola de padre». Después indica que no habló nada más con ella, «mamá estaba rota, estaba mal y yo me puse muy nerviosa».

9.29 «Mi madre me dijo que quería que le mirara unas cosas, un arma porque estaba harta», indica Triana, que reconoce que buscó para ella en internet sin pensar, antes de decirle, días después, «que no hiciera eso, que sabía que era por mí, pero que no quería». El fiscal le pregunta directamente si ella quería matar a Isabel Carrasco, a lo que ella responde: «No». De esta forma la acusada justifica las anotaciones sobre revólveres de su puño y letra que aparecieron durante el registro a su domicilio.

9.27 Triana examina los bolsos en los que apareció el arma. El pequeño en el que su madre depositó el revólver y el grande en el que ella lo guardó antes de depositarlo en el coche de Raquel Gago. «Me gusta mucho este bolso», responde la acusada a la pregunta del fiscal de por qué llevaba dos bolsos ese día.

La vista ha arrancado en la Audiencia de León con las declaraciones de Triana
La vista ha arrancado en la Audiencia de León con las declaraciones de Triana - ANA M. DÍEZ

9.21 A preguntas del fiscal, Emilio Fernández, Triana comienza relatando la buena relación que la une a su madre. Después recuerda lo que ocurrió el día del asesinato de la expresidenta de la Diputación y del PP de León. Esa mañana llamó a Raquel Gago en varias ocasiones, la invitó a comer y, como no podía, sobre las 16.00 horas al agente acudió a tomar un café a casa de su amiga y estuvo en su casa durante veinte minutos, media hora. «Hablamos de cosas normales, nada más», apunta.

9.12 Triana Martínez inicia su declaración afirmando que sólo contestará a las preguntas del fiscal y de su abogado, rechazando así someterse al interrogatorio de las acusaciones particulares.

9.00 Montserrat González y Triana Martínez hacen su entrada en la Audiencia provincial de León para asistir a la segunda sesión del juicio por el crimen de Isabel Carrasco. La tercera acusada, Raquel Gago, llegó diez minutos antes, andando, y acompañada por su letrado, Fermín Guerrero. La vista arrancará hoy con las declaraciones de Triana, la hija de la autora material del asesinato. Tras ella declarará Raquel Gago.

R. ÁLVAREZ
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Triana Martínez, la hija de Montserrat González, autora material del asesinato de Isabel Carrasco, y la agente de Policía Local Raquel Gago declararán este miércoles en la segunda sesión del juicio por la muerte de la presidenta de la Diputación de León. Triana Martínez será la encargada de abrir las declaraciones. Lo hará sólo unas horas después de que su madre relatase, casi con la misma sangre fría que aquel 12 de mayo de 2014 apretase el gatillo, que no estaba arrepentida de lo sucedido. «Si digo lo contrario, mentiría. Si no lo hago hubiera tenido que asistir al entierro de mi hija».

Con esta frase, pronunciada casi al final de su declaración -solo respondió a las preguntas de su defensa-, Montserrat González resumió el asesinato. Antes, eso sí, había negado cualquier responsabilidad en los hechos de su hija Triana y de su amiga, la policía local Raquel Gago, a quienes les tocará dar explicaciones a lo largo de esta jornada. No obstante, la primera podría optar por una estrategia como la de su madre, que es responder solo a las preguntas de su defensa. Raquel Gago, por su parte, es más probable que sí responda a todas las parte.

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