Caso Recas: la fiscal pide el ingreso en un centro de desintoxicación en lugar de la cárcel

María Teresa Rodríguez tiró a dos de sus tres hijos por la ventana de su casa en Recas, el 20 de abril de 2015, por un brote psicótico agudo inducido por el consumo de hachís, que pudo anular sus capacidades cognitiva y volitiva. Es la conclusión de los forenses que examinaron en su día a la acusada y que expusieron este miércoles en la segunda y última sesión del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Toledo.

El análisis de esos expertos sirvió para que la representante del Ministerio Público modificase su escrito de conclusiones definitivas y ahora solicita al tribunal que la encartada sea condenada a seis años de internamiento en un centro de deshabituación, en lugar de la cárcel, para poder tratar su adicción al hachís.

La acusa de dos delitos de asesinato en grado de tentativa con el agravante de parentesco, además de dos años de cárcel por un presunto delito de maltrato hacia su hija mayor, que tenía 13 años cuando ocurrieron los hechos.

Para la fiscal, la madre tuvo un claro ánimo de matar a sus hijos, «dos personas indefensas» de 16 meses y 10 años, que no murieron gracias a un «milagro». Cayeron de cabeza desde una altura de 3,3 metros, si bien el impacto contra un coche rojo amortiguó el impacto.

«Consumo crónico»

Para la representante del Ministerio Público, «queda acreditado el brote psicótico agudo por consumo de marihuana», que le provocó delirios y alucinaciones días antes de lanzar a sus hijos por la ventana. «No había una amenaza real como ella pensaba», explicó un psiquiatra que le asistió tras los hechos. «Ella me dijo que tenía mucho miedo porque creía que había una expareja que le perseguía y que le iba a hacer caso; por eso saltó por la ventana de su casa». Pero, ¿por qué María Teresa no se precipitó al vacío de cabeza, sino que se dejó descolgar? «Ella solo quería escapar de su casa», respondió el psiquiatra, a quien la mujer le contestó que no sabía qué había pasado con sus hijos.

La defensa, en cambio, mantiene su petición de libre absolución por la eximente completa debido al brote psicótico por consumo de drogas, si bien ha propuesto como alternativa el ingreso en un centro de desintoxicación. La letrada se vio respaldada por los informes forenses psiquiátricos y psicológicos, además de los toxicológicos, que confirmaron un consumo «crónico y grande» de hachís y, posiblemente, otras drogas en los seis meses previos a los hechos.

Delito de maltrato

En cuanto a la acusación particular, que representa al padre de uno de los tres menores (cada hijo de María Teresa es de un progenitor distinto), cambió también su escrito de conclusiones tras las explicaciones de los forenses y pide ahora seis años de cárcel (antes pedía nueve) por arrojar por la ventana al vástago de su cliente, que tenía 16 meses.

Considera que el episodio psicótico influyó en que las capacidades de María Teresa «estuvieran algo vulneradas pero no anuladas», por lo que solicitó aplicar la eximente incompleta por consumo de drogas. «Tenía un trastorno mental transitorio, pero era consciente de sus hechos», subrayó la letrada de la acusación particular.

Sobre el presunto delito de maltrato por parte de la madre a su hija mayor, psicólogos forenses señalaron que había una «alta probabilidad» de que se hubiera producido, lo que respaldó la tesis de la fiscal. Sin embargo, el pediatra de la muchacha aseguró que nunca vio señales de castigos físicos en su cuerpo. Además, confirmó que la adolescente simuló desmayos en el instituto y hasta un posible embarazo, como recalcó la defensa.

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