Argimiro, estrella del rock

El alcalde de Villarrobledo propone que uno de los escenarios del festival Viña Rock lleve el nombre del exconcejal que lo creó en 1996

Argimiro Martínez Jareño, exconcejal y creador de Viña Rock ABC

IVÁN DUEÑAS

El Viña Rock , festival de música «arte-nativa» de Villarrobledo, ha perdido al que fuera su creador. Tras una larga enfermedad, a sus más de 70 años nos deja Argimiro Martínez Jareño , más conocido entre los villarrobledenses como el «concejal rockero». En el Ayuntamiento es recordado por su febril dedicación a la difusión de actividades de ocio, por el contacto que llegó a tomar con la juventud del municipio y por su labor caritativa. En reconocimiento al legado que Argimiro ha dejado tras años y años de trabajo, el alcalde Alberto González ha sugerido que para el pleno de mañana, uno de los siete escenarios del festival, y el aula de música moderna de la localidad, institución que forma parte de su obra cultural, lleven su nombre de ahora en adelante.

Argimiro era natural de Casas Benítez (Cuenca) y llegó a Villarrobledo en 1980 decidido a acercar la música a sus vecinos. Como profesor en el colegio Graciano Atienza, puso en marcha la enseñanza musical y participó con sus alumnos en concursos provinciales de villancicos y muestras de música polifónica. En estos años es responsable de las actuaciones teatrales del centro sociocultural Juan Valero y llega a formar un quinteto de flautas. Después, asumiendo la dirección del colegio, lleva en 1986 al carnaval infantil su propia comparsa, «Los Negritos», con cien niños, desfilando al son de percusión propia, cantos y danzas. A esta etapa se suma su presidencia en el Club de Baloncesto de Villarrobledo y su dirección de manera provisional del coro de la Agrupación Musical y de Enseñanza de Villarrobledo (AMEV).

En 1995 comenzó su andadura política y fue propuesto en las listas del PSOE para las elecciones municipales , llegando a formar parte del equipo de Gobierno municipal hasta 2003. Durante la etapa como concejal de Cultura y Juventud, hizo memorables logros. Participó abiertamente en el programa regional Alcazul para la prevención del consumo de drogas, dotándolo de nuevos técnicos e instalaciones. Fue ponente en jornadas de ocio juvenil, programadas por el Instituto de la Juventud de Madrid, en lugares como Barcelona, Canarias y Mallorca. También se volcó en el crecimiento del Carnaval de Villarrobledo, con vistas a solicitar la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Impartió conferencias en los IX y X Congresos Internacionales de Carnaval, celebrados en Cádiz, en 2005, fue nombrado «Villarrobledense del Año» y el Ayuntamiento le concedió la Máscara de Oro del Carnaval de Villarrobledo.

Segunda legislatura

Después, en la segunda legislatura, como concejal de Bienestar Social, pone en marcha el centro de mayores, el centro de día del menor y constituye la Mesa de Seguimiento de la Inmigración, participando en programas europeos con socios comunitarios en Sicilia, Milán y Holanda.

Durante su etapa como edil facilitó la introducción de la música rock entre los jóvenes . Para ellos fue el «concejal rockero», ya que puso su empeño en que de Villarrobledo emergieran pujantes grupos de música. Argimiro fundó la Escuela de Rock —hoy Aula de Música Moderna—, habilitó un estudio de grabación y puso a disposición un gran número de locales para que ensayaran incipientes músicos que quisieran abrirse hueco. Estos avances permitieron que Villarrobledo se posicionara como referente a nivel nacional en materia de Juventud y empezara a sonar como referente cultual en emisoras de radio de ámbito nacional. Más aún cuando en 1996, creó con estos grupos de jóvenes músicos el «Festival de Música Apocalíptica», luego «Viña Rock», el festival de la Península Ibérica que hoy en día más personas reúne y un punto de encuentro tanto de artistas iniciados como de artistas de renombre.

En sus últimos años, Argimiro formó parte del grupo de Cáritas de la Parroquia de San Sebastián y de Cáritas Interparroquial de Villarrobledo, como miembro del Consejo Diocesano de Cáritas Albacete. Desde el Ayuntamiento nos dicen que a lo largo de su vida se ha volcado por el bien de los villarobledenses, que era de carácter afable, muy abierto, sin enemigos en la política y con un gusto exacerbado tanto por la música clásica como por la moderna. En 2014 la administración municipal lo nombró Hijo Adoptivo de Villarrobledo .

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