El Rey: «Europa es más fuerte que todas las incertidumbres»

Tras un difícil aterrizaje - al tercer intento- del helicóptero que le trasladó desde Madrid, lo que obligó a retrasar la ceremonia 25 minutos, el Rey ha entregado en la lluviosa mañana de este lunes en el Monasterio de Yuste (Cáceres) el premio Carlos V a la profesora italiana Sofía Corradi, una de las impulsoras del programa Erasmus.

«La Unión Europea es una historia de éxito» que ha sido posible «gracias a la unidad de los europeos y a los valores que compartimos», ha afirmado el Rey, pero «vive ahora tiempos en los que es más necesario que nunca compromiso, decisión y responsabilidad», alertó.

Don Felipe agregó que «gracias a la integración europea, muchos pueblos de nuestro continente han alcanzado las más altas cotas de bienestar, progreso y seguridad de toda su historia».

Y añadió que esta «extraordinaria obra» ha sido posible «gracias a la unidad de los europeos y a los valores que compartimos», entre los que citó la libertad, los derechos humanos, la solidaridad.

El Rey, en la entrega del "Premio Europeo Carlos V" #PremioCarlosV#MammaErasmushttps://t.co/9XYcwCXIT8pic.twitter.com/ggbarpFdJ4

— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) 9 de mayo de 2016

Por ello, pidió a las jóvenes generaciones que «contribuyan a que la Unión conserve y afirme siempre esos valores» y reclamó un «nuevo ideal» que «movilice a los ciudadanos europeos a favor de la integración, la unidad y el progreso. Porque Europa es más fuerte que todas las incertidumbres que se ciernen sobre el mundo de hoy».

Programa Erasmus

Don Felipe pronunció estas palabras tras entregar el premio Carlos V a la profesora italiana Sofía Corradi (Roma, 1934), una de las impulsoras del programa Erasmus para el intercambio internacional de estudiantes universitarios. Desde su fundación, en 1987, más de tres millones de estudiantes han participado en este programa. «Enhorabuena, doctora Corradi, y gracias de corazón. Europa está en deuda con usted», le dijo el Rey.

Tras recibir el galardón, Corradi pidió en sus palabras de agradecimiento un compromiso con «el humilde empeño de dar prioridad a la paz». La paz, afirmó, «exige trabajo, la paz es un reto diario. El programa Erasmus está llamado a ser un instrumento en pro de la paz, haciendo una pequeña aportación preventiva».

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, afirmó que «si los ciudadanos europeos queremos sobrevivir tenemos que aprender a convivir y trabajar juntos. En esa idea se basa el proyecto europeo, en profundizar los que nos une, y nunca lo que nos separa», alertó. Schultz recordó a los refugiados «que escapan de la brutalidad del llamado Estado Islámico. Con su cálculo cínico -dijo-, los terroristas pretenden atemorizar a toda la población». En su opinión, «hasta cierto punto el miedo es comprensible pero es un mal consejero para la política» y alertó que «en toda Europa están ganando terreno los populismo y los extremismos que juegan con este temor» y, en lugar de soluciones, «buscan cabezas de turco».

El presidente del Parlamento Europeo se mostró preocupado ante «el regreso de demonios que pensábamos que Europa había superado para siempre, como la xenofobia, el racismo y la intolerancia» y afirmó que «estos demonios son todo lo contrario de lo que siempre ha hecho grande a Europa, que es nuestro compromiso con la dignidad humana, la democracia, el Estado de Derecho y la solidaridad». Por ello, hizo un llamamiento a defender los valores. «Ha llegado la hora de que los europeos convencidos nos levantamos y luchemos por nuestra Europa común».

Durante su intervención, el Rey también tuvo una palabras en recuerdo de las trece estudiantes erasmus que perdieron la vida recientemente en un accidente de autobús en Tarragona. En el acto se encontraba el rector de la Universidad de Barcelona, Didac Ramírez, así como estudiantes compañeros de las víctimas.

España, a la cabeza

En la ceremonia, intervinieron dos jóvenes erasmus. Uno de ellos, Teresa Udaondo, defendió el «privilegio, la magia y la responsabilidad de ser europea».

La entrega del galardón se celebró en el Monasterio de Yuste (Cáceres), el lugar escogido por Carlos V, el último Emperador de Europa, para retirarse a morir en 1557. Don Felipe dirigió unas palabras ante el retablo del Monasterio y, a su izquierda, se encontraba una ventana que daba al dormitorio de Carlos V y que el Emperador mandó construir, cuyo modelo fue copiado años después en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Mientras que el primer año fueron 95 los jóvenes españoles que participaron en el programa Erasmus, en el curso 2013-14 se elevaron a 37.235. España no sólo es el país que más «erasmus» envía a las universidades extranjeras, sino que también es el que más recibe, con 39.277 alumnos extranjeros.

Este es el cuarto premio Carlos V que ha entregado Don Felipe, pero el primero como Rey. También esta ha sido la primera ocasión que la entrega del premio se celebra el 9 de mayo, es decir el Día de Europa.

El Rey viajó desde Madrid en helicóptero acompañado por el ministro de Eduación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo. En esta ocasión, Don Felipe no pilotaba el helicóptero. A su llegada, le aguardaban el presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López, y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.

En anteriores ediciones, han recibido este premio Jacques Delors (1995), Wilfried Martens (1998), Felipe González (2000), Mijail Gorbachov (2002), Jorge Sampaio (2004), Helmut Kohl (2006), Simone Veil (2008), Javier Solana (2011) y José Manuel Durao Barroso (2014).

El premio Carlos V está dotado con 90.000 euros, de los que 45.000 son para el galardonado y otros 45.000 para la dotación de unas becas que llevan su nombre.