Un ejemplar de vaca norteramericana de Texas
Un ejemplar de vaca norteramericana de Texas - ABC

El curioso origen canario de las vacas de Texas

Son muy resistentes al calor y fueron salvajes durante dos siglos. Colón llevó una partida en su segundo viaje a América

Las Palmas de Gran Canaria Actualizado: Guardar
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Esas vacas de cuernos inmensos que forman parte de la imagen legendaria de Texas tienen origen genético de Canarias. Sus cuernos son el símbolo del Estado de Texas y se deben a su evolución en el periodo que estuvieron salvajes en Estados Unidos.

Los cuernos de estas vacas están por toda Texas. Equipos de fútbol americano, universidades, pegatinas, restaurantes, camisetas o logotipos de automóviles. ¿Cómo tienen esos cuernos si de Canarias así no salieron así? Por la evolución de la especie. Pero en su genoma se mantiene la procedencia de las islas. A este asunto le ha dedicabo buena de su vida cientìfica David M. Hillis, un biólogo evolutivo de la Universidad de Austin que ha estudiado cómo la vaca que salió de Canarias es una cotizada raza que se llama Longhorn de Texas.

Razas vacunas

Hillis recuerda que los científicos tenían la teoría de una presencia íntegrante del norte de Europa. Pero las llevó Colón desde Canarias en su segundo viaje. Después los canarios que se instalaron el Texas siguieron llevando. En el desierto americano, estos animales, se vieron obligados a luchar con osos, lobos y coyotes. Esa permanente batalla de supervivencia derivó en un cambio de su forma.

Un estudio sobre la influencia de los bovinos en la formación de razas criollas de América, realizado por medio de marcadores moleculares la mayoría de ellos sugeridos por la FAO, pone de relieve la presencia de las islas en esta importante comunidad vacuna de EE.UU.

Hay dos razas vacunas canarias que llegaron a América: Canaria y La Palma. Conservan parte de su historia por su pelaje rubio con algunos casos de tipo moreno y leonados. Después de Gran Canaria, llegaron ejemplares de Tenerife y La Palma.

Estos son datos de la investigación científica realizada en la Universidad de Córdoba por Diana Avilésen el máster de Zootecnia y Gestión Sostenible dirigido por la profesora Amparo Martínez. Los datos donde menciona la existencia de dos razas de vacuno en Canarias se pueden encontrar en la página 10 de este estudio.

Hay otro estudio de la Universidad de Austin, en Texas, que confirma la presencia de genética de las vacas de las islas en la raza Texas Longhorn. Los investigadores analizaron casi 50.000 marcadores genéticos de 58 razas de ganado. Encontraron que el genoma de Longhorn se remonta hasta el segundo viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo.

El clima

El estudio en Texas lo ha realizado la bióloga Emily Jane McTavish. Detalla a ABC que "es una verdadera historia de Texas, una historia americana" porque "durante mucho tiempo, la gente pensaba que este ganado era europeo puro. Pero resulta que tienen una historia más compleja, más híbrida, con una ascendencia más global, y no hay evidencia de que esta diversidad genética es parcialmente responsable de su mayor capacidad de recuperación a las duras condiciones climáticas ".

En la Universidad de Austin, entre las conclusiones, destaca que la raza Texas Longhorn es descendiente directas de las primeras cabezas de ganado vacuno que llegó a América desde Canarias. "Fueron traídas por Colón en 1493 a la isla de La Española. Viajaron el resto del camino al continente en 1521 en los barcos de los colonizadores posteriores", afima la bióloga norteamericana. Las primeras familias que llegaron a Texas eran de Canarias.

Esta historia tiene también un detalle interesante. Las vacas procedentes de Canarias fueron soltadas en el campo, donde permanecieron de forma salvaje dos siglos. "Colón se detuvo en Canarias y recogió el ganado en su segundo viaje, que lo trajo al Nuevo Mundo", afirma la investigadora.

Evolución

Una vez en América, la mayor parte del ganado fue salvaje. Bajo la presión de la selección natural que fueron capaces de evolucionar. Sus cuernos largos les permitió defenderse de los depredadores salvajes. Y se convirtieron en fuertes al calor y la sequía.

Después de la Guerra Civil de EE.UU., los tejanos en 1860 reunieron manadas salvajes y comenzó el suministro de carne de vacuno con el resto de país. Fue una forma de superar los problemas alimentarios. Desde entonces, la suerte de las vacas Longhorns han experimentado altibajos por las necesidades cambiantes de los consumidores estadounidenses. Casi se extinguieron a partir de finales del Siglo XIX.

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