Juan Fernández-Miranda

Virginia contra todos

El problema de las conspiraciones y las persecuciones es que su recorrido es muy corto

Juan Fernández-Miranda
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El círculo se va estrechando, poco a poco, inexorable, sobre la figura de la abogada de Manos Limpias Virginia López Negrete. Quizá por eso ha reaccionado tan virulentamente contra este periódico: «ABC miente y manipula a sus lectores». Se refiere la letrada a nuestra información de portada del periódico de ayer: «López Negrete alertó a Bernad de su detención 24 horas antes». Tal fue la ira de su arrebato que no se dio cuenta de que implícitamente estaba reconociendo que la llamada sí existió. Error de cálculo. Amén de llamar idiotas a nuestros lectores. Error de bulto.

La noticia es relevante y erosiona severamente la credibilidad e integridad de la letrada, por no entrar en si incurrió en algún tipo de delito al advertir a Bernad de su detención.

La mejor prueba de su desesperación es la amenaza velada en su respuesta: «El periodista que lo escribe tiene ya una petición de dos años de prisión por revelación de secretos. Me parece que va a tener una segunda». No tiene en cuenta la letrada que con esta afirmación no solo ataca a Pablo Muñoz, -cuyas informaciones, las dos, son impecables-, sino a toda la redacción de ABC, que se declaró coautora de la noticia por la que una fiscal le pide dos años y medio de cárcel. También se enfrenta Negrete a las asociaciones de la prensa españolas e internacionales, a decenas de periodistas de otros medios de comunicación y a miles de ciudadanos que se han solidarizado con ABC a través de las redes sociales. Todos ellos coinciden en que esa petición de un fiscal es impropia de un país civilizado como el nuestro. Pero López Negrete no hila tan fino, porque en su mundo ella es la única protagonista.

Desde hace tiempo la abogada recurre a la vieja técnica de que la mejor defensa es un buen ataque, pero es posible que esta vez se haya pasado de frenada. El problema de las conspiraciones y las persecuciones, en definitiva del «todos contra mí», es que tienen un recorrido muy corto. Y en mi pueblo, lo que hace Negrete se llaman malas artes. El tiempo dará y quitará razones.

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