Pedro Sánchez, en su antiguo escaño en el Congreso
Pedro Sánchez, en su antiguo escaño en el Congreso - JOSÉ RAMÓN LADRA

Sánchez descarta ser senador y busca reconstruir los lazos del PSOE con la sociedad civil

El nuevo secretario general dirigirá la oposición desde Ferraz. Es el primer líder del PSOE que no tendrá sillón parlamentario para ejercer su labor

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Pedro Sánchez liderará la oposición del PSOE desde Ferraz, y descarta convertirse en senador por designación autonómica. Algo que le podría brindar un escaño y un cara a cara mensual con Mariano Rajoy.

En conversación informal con los periodistas en Ferraz, Sánchez ha confirmado que no se plantea esa posibilidad. Considera que debería serlo por Madrid, y según el Estatuto de Autonomía de la región, para ser senador se debe ser diputado autonómico en la Asamblea de Madrid.

Y aunque no está escrito que pudiese ser elegido por alguno de los parlamentos que no plantean esa restricción, el líder y su equipo rechazan de plano esa posibilidad. Consideran que el éxito de la campaña de primarias ratifica que Sánchez no perdió altavoz mediático.

Y menos ahora que es secretario general.

La idea de Sánchez es recomponer las direcciones de los grupos en el Congreso, Senado y también el Parlamento Europeo tras el 39 Congreso Federal (16-18 de junio). Mientras él se centrará en la oposición desde Ferraz y en reconstruir el espacio del partido en la sociedad civil, un espacio de relación por ejemplo con los sindicatos, donde Podemos intenta hacerse con el espacio tradicional de los socialistas.

Oposición en la calle

La estrategia política de Sánchez se articulará así fuera de las Cortes, una vez que sea restituido como líder del PSOE en el Congreso Federal de junio. El presidente del Gobierno descarta la convocatoria anticipada de elecciones, por lo que Sánchez no podrá recuperar a medio plazo su acta de diputado en el Congreso, a la que renunció tras su descabalgamiento de Ferraz, en octubre pasado.

Sánchez ha trasladado a su equipo que no le obsesiona hacer oposición a Rajoy en la sesión de control al Gobierno en el Senado, tener un «cara a cara» con el presidente una vez al mes, y otro con la vicepresidenta. Su plan no pasa por regresar tan pronto al Parlamento, sino por permanecer en «la calle», para recuperar la sintonía con la sociedad civil, apuntan en su núcleo.

En el grupo socialista se especulaba con que Sánchez pudiera hacer dimitir a alguno de la veintena de senadores de designación autonómica, un «runrún» que también se barajó con Susana Díaz, según reconocían ayer varios de ellos.

En concreto, en la bancada socialista apuntaba al sillón de Óscar López como pista de aterrizaje para Sánchez. La figura política del castellano-leonés tenía un especial simbolismo, por representar la «traición» al líder y éste podría jugarse la revancha exigiéndole que renuncie. López dimitió como portavoz tras la caída de los sanchistas, pero después se pasó a hacer campaña con Patxi López.

Dominio andaluz

Desde la dirección del grupo descartan que se produzcan cambios hasta el Congreso Federal. El actual portavoz, Vicente Álvarez Areces, seguirá culminará el mandato de la gestora. Después, la nueva dirección deberá designar al sustituto en un grupo en el que apenas hay media decena de «fieles sanchistas», entre ellos, el burgalés Ander Gil y la asturiana María Luisa Carcedo. Más de un tercio del grupo de 62 senadores son representantes andaluces (22), que capitanea el lugarteniente de Susana Díaz en el PSOE andaluz, Juan Cornejo.

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