Rajoy reactiva su agenda exterior al comenzar el año

Moncloa se dispone a afrontar un año que puede ser el despegue de la proyección exterior del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, si la necesidad de buscar acuerdos para diversos asuntos de relieve no le obligan a concentrarse en las cuestiones domésticas.

De momento, Rajoy tiene ya ante sí, para el mes de enero, tres compromisos internacionales y a los que seguirán varios más en febrero y, en el horizonte de 2017, una serie de cumbre bilaterales o multilaterales a las que debe prestar atención.

Así, la primera cita será el 12 de enero, en Madrid, donde recibirá al primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, quien, en mayo pasado, logró ser reelegido, después de dos meses de negociaciones con otras fuerzas políticas.

Un par de semanas más tarde, el día 27, vendrá a España el nuevo presidente del Consejo de Ministro de Italia, Paolo Gentiloni, que asumió el cargo el pasado 12 de diciembre, tras la renuncia de Mateo Renzi.

El día siguiente, Rajoy y Gentiloni coincidirán en Lisboa, en una nueva cumbre de líderes de los países del Sur de Europa, continuación de la de Atenas en septiembre pasado y a la que el presidente del Gobierno, en plena crisis de inestabilidad política, envió al secretario de Estado de la Unión Europea.

Cumbre de la UE

Ya en febrero, Rajoy asistirá el día 3, en La Valetta (Malta), a un encuentro de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, del que como sucedió en Bratislava en septiembre, ha sido excluido el Reino Unido, ya que se trata de abordar la posición a mantener en las negociaciones del Brexit.

En ese mismo mes podría tener lugar la Cumbre hispano-francesa, que se quiere celebrar antes de que el país vecino se embarque en la travesía electoral previa a los comicios presidenciales de la próxima primavera. Para más adelante quedarían otras cumbres bilaterales que no pudieron ser desarrolladas durante 2016 por el parón político: con Alemania, Italia, Polonia o Portugal, aunque para esta última se apunta ya al mes de mayo. De igual modo, se deberían celebrar las Reuniones de Alto Nivel con Marruecos y Argelia, su bien, en el primer caso, es muy posible que se espera a que, antes, tenga lugar una visita de Estado de los Reyes, que es deseada desde hace tiempo por Mohamed VI.

Más allá de estas citas internacionales y de la visita de Estado que hará el presidente argentino, Mauricio Macri a España, en la agenda de Mariano Rajoy figuran ya las tradicionales cumbres europeas de marzo y junio en Bruselas, pero también otra extraordinaria en Roma, el 25 de marzo, para conmemorar los 60 años de la firma del Tratado de Roma con el que arrancó la Unión Europea.

OTAN y G-20

Para finales de mayo, se prevé la celebración de la Cumbre de la OTAN, que inaugurará su nueva sede en Bruselas, y en la que, previsiblemente se contará con Donald Trump, ya como presidente de Estados Unidos. Será la primera ocasión en que Rajoy y la mayoría de los dirigentes europeos se vean con Trump, que días antes --el 26 y 27 de mayo- tiene que asistir en Taormina (Italia) a la Cumbre del G-7.

Y ya en julio, los días 7 y 8, el jefe del Ejecutivo estará presente en la Cumbre del G-20, en Hamburgo (Alemania), donde volverá a coincidir con Trump, con quien mantuvo una conversación telefónica el pasado 12 de diciembre.

Todo hace pensar, además, que una vez estabilizada la situación política, España recibirá, en los próximos meses, a mandatarios de diversos países, que hace tiempo había anunciado su intención de viajar a Madrid. Es el caso del primer ministro indio, Narendra Modi, cuya visita se pensaba realizar a lo largo de 2016, coincidiendo con el 60 aniversario de las relaciones bilaterales entre los dos países.

De igual modo, la intención del presidente del Gobierno es retomar, a lo largo del año que entra, los viajes oficiales a distintas zonas del mundo y, de manera singular, a América Latina, donde países como Brasil o Argentina no han recibido nunca una visita de carácter bilateral de Rajoy. También podría tener como destino Perú, donde hay un nuevo presidente, Pedro Pablo Kuczynsky, e, incluso, Cuba, si las circunstancias lo permitieran.