Mayte Alcaraz

La posverdad de Pedro Sánchez

El ex secretario general del PSOE cuenta una versión de los hechos moldeada a sus intereses y poco respetuosa con la realidad del PSOE

Mayte Alcaraz
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Patxi López reprochaba hace unas horas a Pedro Sánchez que se sentía víctima de la postverdad del que fue su secretario general cuando este le ofreció públicamente que abandonara su candidatura a las primarias para sumar sus apoyos y solo le llamó cuando el anuncio se había hecho. No es el único dirigente socialista que, en privado, habla de ese gusto de Sánchez por moldear la verdad a sus intereses o, incluso, por la falsificación de la verdad. En plena campaña por las primarias, su equipo se multiplica para hacer llegar a los militantes una elaborada tesis sobre las razones de su salida de Ferraz en otoño pasado y su situación actual. He aquí el argumentario que el «sanchismo» propaga de boca a oreja a dos semanas de las primarias.

1. Quien hunde al PSOE es Rubalcaba no él

Uno de los políticos más cercanos a Pedro Sánchez lo relataba así a ABC hace unos días: «Pedro no es el que hunde electoralmente al PSOE sino Alfredo Pérez Rubalcaba en las elecciones de 2011 y, posteriomente, en las europeas de 2014». Los afines al exmandatario creen que es la pérdida de 59 escaños por parte del exministro de Interior (situando a su partido en un suelo de 110 diputados) la que marca el desplome posterior. Sin embargo, numerosos socialistas establecen un elemento corrector a estos datos: el hundimiento en votos sucede tras ocho años de mandato de Rodríguez Zapatero, los últimos frente a una incipiente crisis económica que no supo ni quiso atacar. Mucho menos justificable fue, según esas fuentes, el batacazo del que fuera diputado por Madrid en los comicios de 2015, donde cosechó el peor resultado de la historia socialista (se dejó veinte escaños) pese a no sufrir el desgaste del poder. La sangría de apoyos seis meses después, cuando Sánchez pierde otras cinco actas y evita por la mínima el sorpasso de Podemos, ofrece más argumentos a sus adversarios.

2. Las primarias son la mejor fórmula para elegir a un candidato

Pese a su reiterado apoyo a la elección directa de los dirigentes socialistas, Sánchez fuliminó en febrero de 2015 a la dirección socialista madrileña, y a su número uno Tomás Gómez, por una investigación que se estaba siguiendo contra el diputado regional por la construcción de un tranvía en Parla. La segunda razón esgrimida fue la pésima perspectiva electoral en la Comunidad. No obstante, tres meses después y ya sin Gómez, el partido en Madrid cayó a niveles históricos en las elecciones autonómicas y municipales. En la capital, de hecho, pasó a ser tercera fuerza y el propio Sánchez, que encabezó en noviembre de 2015 la papeleta electoral en Madrid, se convirtió en el cuarto candidato, tras Mariano Rajoy, Pablo Iglesias y Albert Rivera.

3. Los barones le abandonaron por negarse a pagar la defensa de ChaveS y Griñán

Desde el equipo de Pedro Sánchez se sitúa el comienzo de las hostilidades con el Comité Federal en la negativa de la dirección de Sánchez de contribuir, en 2014, a la defensa legal de los dos expresidentes andaluces, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, en el procedimiento que se sigue contra ellos por su implicación en la trama de los falsos ERE. Sin embargo, el propio Sánchez siempre mantuvo una posición favorable a los dos exdirigentes andaluces hasta el punto que manifestó que «siempre estaría en la defensa de los inocentes que están sufriendo tras haber dado su vida por el partido y por Andalucía».

4. Nunca negoció con los independentistas un gobierno «del cambio»

Apoyado por las dirigentes radicales valenciana y catalana, Mónica Oltra y Ada Colau, respectivamente, el exsecretario general tendió puentes con los partidos independentistas catalanes para conformar una mayoría de la mano de Podemos para desalojar del poder a Mariano Rajoy. Sin embargo, en su entorno se niega que diera esos primeros pasos pero él mismo lo defendió en septiembre de 2016, pocos días antes de que abandonara Ferraz. Aunque lo envolvió en que «hablar no es negociar» su equipo confirmó que había mantenido conversaciones con los líderes independetistas a los que ofreció una reforma de la Constitución a cambio de contar con su apoyo en una eventual investidura. Simultáneamente, sus conversaciones con Pablo Iglesias se basaban en la oferta socialista de que éste entrara en su futuro Gobierno con carteras pactadas entre ambos. Íñigo Errejón le secundaba.

5. Jamás se comprometió a abstenerse ante la investidura de Rajoy

Aunque en las reuniones que mantiene con los militantes lo niega, el expresidente Felipe González mantuvo un almuerzo con él en julio de 2016 en el que este le confirmó que se abstendría en segunda votación para acabar con la interinidad en el Gobierno de España. Tan solo unas horas después de aquella comida, el primer presidente socialista escribió un artículo en «El País» el 7 de julio en el que abogaba por esa abstención que le había confirmado su interlocutor y que nunca cumplió.

6. Los poderes fácticos acabaron con él

El 30 de octubre, veinticuatro horas después de que Mariano Rajoy fuera investido por segunda vez presidente del Gobierno, Sánchez acude al programa de Jordi Évole para denunciar que los poderes fácticos (empresas del Ibex, Prisa, etc…) se habían conjurado para desalojarle de la Secretaría General por el temor a que conformara un Gobierno con Podemos. Sin embargo, ocurrió justo lo contrario: según confirmaron desde Telefónica, fue el propio Sánchez el que dos meses antes acudió a la sede de esta compañía para conseguir un papel menos neutral de Telefónica respecto a él y mostrar su preocupación por la beligerancia que, según él, manifestaba el grupo Prisa contra su política.

7. Patxi López fue informado de su deseo de integrarle

Hace unas horas, el exlehendakari negó que su antiguo jefe le hubiera transmitido personalmente antes de hacerlo público su deseo de pactar con él para sumar sus apoyos a la candidatura a la secretaría general. Patxi López confirmó que hubo llamada pero después de anunciarlo ante los medios. «La llamada se produjo -sostuvo- pero me hubiera gustado que se produjera antes del anuncio». De hecho, el autollamado representante de la «tercera vía» en las próximas primarias del 21 de mayo afirmó que la oferta de su rival le hizo sentirse «una víctima de la posvertad» de Pedro Sánchez.

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