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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso - ÁNGEL DE ANTONIO

La mitad del Congreso rechaza las cuentas entre ataques al Gobierno por la corrupción

Montoro, al PSOE: «Quo vadis, Partido Socialista. En pocas semanas lo sabremos»

Madrid Actualizado: Guardar
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Con el pacto del PNV ya cerrado, la primera jornada del debate de Presupuestos en el Congreso fue el mal trago necesario que tuvo que pasar el Gobierno antes de la votación de hoy, en la que, salvo sorpresa, se rechazarán las siete enmiendas de totalidad. Estas solo han podido sumar 175 votos, justo la mitad de la Cámara, cuando necesitaban 176 para tumbar las cuentas de Rajoy. Ayer, pues, fue el turno del «no es no» presupuestario, que unió al PSOE y a Podemos, junto a los independentistas catalanes, la coalición soñada por Sánchez para echar a Rajoy del poder.

Los portavoces del «no» entraron menos en el contenido de las cuentas que en los nombres propios de la corrupción, y aprovecharon que Rajoy siguió todo el debate desde su escaño para pedirle su dimisión o advertirle, como fue el caso del PSOE, de que así el diálogo y la confianza son imposibles.

El presidente aguantó la tormenta sin inmutarse, a sabiendas de que hoy tomarán la palabra sus socios, Ciudadanos, PNV y CC, y los Presupuestos podrán salvar este primer obstáculo, aunque sea por los pelos.

El Gobierno se esperaba el aluvión de ataques por la corrupción, y Montoro llevaba preparada la respuesta. Uno de los más duros fue el portavoz socialista, Antonio Hernando, quien volvió a su versión previa a la investidura y consiguió gustar a Alberto Garzón:«Ha sonado muy bien, solo falta que pase de las palabras a los hechos», le soltó. Ante el viraje brusco del PSOE, nada que ver con el apoyo que dio al techo de gasto a finales del año pasado, o al acuerdo del Salario Mínimo, Montoro inquirió: «Quo vadis, Partido Socialista. En pocas semanas tendremos la respuesta, y espero que sea coherente con el interés general».

El PSOE fue la oposición al Gobierno más visible en el debate, pues Unidos Podemos optó por un perfil bajo, sin Pablo Iglesias en la tribuna, y un mensaje dividido entre cuatro portavoces, lo que redujo su eficacia, sin ahondar en nada. Ni siquiera sus críticas por corrupción resultaron tan contundentes como las de Hernando. Montoro se creció en la réplica al grupo morado, al que acusó de estar «en los planes quinquenales» con un proyecto que cayó con el Muro de Berlín, y en «teorías conspirativas, en Juego de Tronos», ante el regocijo de Rajoy, que disfrutó visiblemente con toda la respuesta de Montoro.

PSOE: «La corrupción ha arrasado la confianza»

Nada más tomar la palabra, el portavoz socialista, Antonio Hernando, echó en cara al Gobierno la «indignación y la vergüenza de los españoles por los casos de corrupción que afectan al PP». A su juicio, el Gobierno llega al debate de Presupuestos con la «credibilidad bajo mínimos y la confianza diezmada». Y dejó claro que «este pantano de la corrupción en el que está inmerso el PP» hace imposible el diálogo con el Gobierno de Rajoy. Le advirtió de que tendrá que comparecer en la comisión de investigación sobre la financiación del PP: «Y seremos implacables».

Tras llamarle a la cuestión la presidenta del Congreso, Hernando se centró en los Presupuestos: «No era la crisis, era el PP, era su ideología, su proyecto, que mantiene los recortes sociales a la mayoría y concede amnistías a unos pocos, algunos delincuentes», aseguró.

Podemos: el PNV, «a golpe de chequera»

Pablo Iglesias dejó el protagonismo al portavoz parlamentario de Economía, Alberto Montero, director del «proyecto de investigación» que permitió a Íñigo Errejón cobrar un beca sin ir a trabajar en la Universidad de Málaga.

Montero repartió críticas entre el Gobierno y el PNV, que pocas horas antes había cerrado su acuerdo con Mariano Rajoy. «La plurinacionalidad la entienden a golpe de chequera», acusó Montero al PNV. Pero también atacó al PSOE por dejar a su «filial canaria», Nueva Canarias, la responsabilidad de apoyar los Presu- puestos en la próxima fase.

El diputado de En Comú Podem Joan Mena aseguró que «cada año del PP suponen cinco años de retroceso en el Estado de Bienestar», y pidió la dimisión de Rajoy, exactamente lo mismo que hizo Yolanda Díaz, de En Marea.

IU: «El Gobierno es antisistema»

Dentro del turno de Unidos Podemos, también intervino Alberto Garzón, líder de IU y portavoz adjunto del grupo. Sus primeras críticas fueron al PSOE, al considerarle «responsable» de que gobierne Rajoy y por negarse a apoyar la moción de censura que ha anunciado Iglesias. Garzón, que cree que el Gobierno de Rajoy es «antisistema», por sus reformas fiscales, intentó hacer ver la desconexión del Ejecutivo con la realidad. Preguntó a Montoro si sabe lo que es que se rompa el televisor y no se tenga dinero para cambiarlo, como ocurre en muchos hogares. Montoro le replicó que si él sabía lo que es un embargo por no poder pagar las letras de la tele.

ERC opta por el insulto contra los populares

Rajoy siguió todo el debate desde su escaño, hasta que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, dio la palabra al portavoz de ERC, Joan Tardà. En ese momento, abandonó el hemiciclo. Se ahorró así tener que escuchar la lista de insultos que el independentista tenía preparados contra el Gobierno y el PP, a los que acusó de «joder» la vida a millones de personas durante la crisis. Son los Presupuestos «de la estupidez del nuevo rico», aseguró. Tardà criticó «el nacionalismo de campanario y arcabuz y, sobre todo, autolesivo» del Gobierno, al que llamó «carca», y no olvidó acusar al PP de cantar el «cara al sol» cuando Cataluña ya era europeísta.

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