El diputado socialista, Eduardo Madina
El diputado socialista, Eduardo Madina - Ignacio Gil

Madina deja el escaño tras sus dos derrotas contra Pedro Sánchez

Dejará su acta en septiembre y le sustituirá el veterano José Enrique Serrano

Madrid Actualizado: Guardar
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Dos derrotas fueron demasiado. Y fueron suficiente. Eduardo Madina hizo oficial ayer su decisión de renunciar a su acta como diputado el próximo mes de septiembre. Así se lo comunicó a la portavoz socialista en el Congreso, Margarita Robles, en la mañana de ayer mediante una conversación telefónica que en el grupo parlamentario definieron como «cariñosa».

Poco después el grupo parlamentario socialista emitía un comunicado del político vasco (elegido diputado por Madrid en las elecciones del 26-J) en el que aseguraba haber tomado la decisión de «iniciar una nueva etapa profesional que nada tendrá que ver con la actividad política e institucional». Madina hará efectiva su renuncia en el mes de septiembre. Sánchez le agradeció su labor mediante un comentario en Twitter.

A la vez que celebraba que sea el veterano José Enrique Serrano quien pase a ocupar ahora su escaño.

Se trata de una decisión que se rumoreaba desde la victoria de Pedro Sánchez en las primarias socialistas en las que Madina apoyó firmemente a Susana Díaz. «Representar a una parte de nuestra sociedad a través de las razones de la socialdemocracia, ha sido el mayor honor que me ha concedido el PSOE y todos aquellos ciudadanos y ciudadanas que confiaron en él», dice Madina en el comunicado.

Se va agradeciendo la labor de sus compañeros diputados y deseando «la mayor de las suertes tanto a Pedro Sánchez como al PSOE, un partido fundamental en el desarrollo de nuestro país que siempre me tendrá a su disposición», una forma de dejar abierta la puerta a su retorno a la vida pública de la mano de su partido. Solo el tiempo podrá decir si es un punto final o solo un paréntesis. A pocas personas sorprendió la decisión de Madina, como mucho pudo hacerlo el momento escogido. Pero desde hace semanas había compañeros que aseguraban estar tratando de «convencerlo» para que no diera el paso que finalmente ha dado.

Un regreso de rebote

Tras su derrota en las primarias del año 2014 contra Pedro Sánchez Madina atravesó una travesía por el desierto que se agravó cuando en las elecciones del 20 de diciembre de 2015 no consiguió revalidar su escaño. Ferraz lo desplazó hasta el puesto número siete de la lista por Madrid y el descalabro del PSOE le dejó fuera de escena. Pero en la repetición electoral del 26 de junio de 2016 la bajada de Podemos y Ciudadanos le devolvió a la vida pública.

En cuanto Sánchez dimitió, Madina recuperó protagonismo. La gestora socialista lo promocionó como uno de sus nuevos rostros y coordinó la ponencia política que la dirección interina preparó para el 39 Congreso socialista. En la nueva batalla de primarias se convirtió en uno de los principales apoyos de la presidenta de la Junta de Andalucía, con la que compartió varios actos. Una alianza por connivencia que pretendía cortar el paso al retorno de Sánchez. La opinión que Madina tenía sobre Sánchez la conoce cualquiera que haya estado presente en algún corrillo en el patio del Congreso de los Diputados. No era ningún secreto. Que fuese capaz de alinearse con Díaz pone de manifiesto que era un impresión pésima. No hay que olvidar que fue la decisión de Díaz de volcar todo su apoyo orgánico hacia Sánchez en 2014 lo que terminó por derrocar a Madina. Pero eso daba igual. Como en tantos otros casos, Díaz aunó voluntades más por el desprecio a Sánchez que por el apego a su figura. Fracasada la operación cada actor ha emprendido su camino. Tras dos derrotas ante Sánchez no queda claro si Madina deja la política o si es la política la que le ha dejado a él.

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