El juez que instruye el caso Nóos, José Castro
El juez que instruye el caso Nóos, José Castro - EFE

El juez Castro irrumpe en el caso para hacer insinuaciones sobre Roca

El magistrado que instruyó Nóos dice que el equipo de la Infanta le propuso una reunión «clandestina» unos días antes de imputar a Doña Cristina

Madrid Actualizado: Guardar
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El juez que instruyó el caso Nóos, José Castro, ha irrumpido en el caso de Manos Limpias y Ausbanc para lanzar sospechas. En una carta enviada al juez Santiago Pedraz, el magistrado asegura que el abogado de la Infanta Cristina Miquel Roca le propuso una reunión «clandestina», en una finca de Palma de Mallorca o Barcelona, unos días antes de imputar por segunda vez a Doña Cristina.

Lo que sorprendió a Castro de esta petición, y la razón por la que informa de estos hechos a Pedraz, fue la voluntad de los abogados de la Infanta de celebrar el encuentro en condiciones tan secretas, «en la más completa intimidad», para estar ocultos a los periodistas y fotógrafos, según el escrito dirigido a la Audiencia Nacional.

El juez que imputó a la Infanta relata que el letrado Jaime Riutort, que forma parte del despacho de Roca y del equipo que defiende a la Infanta, le trasladó la propuesta sobre la reunión por encargo de Roca, sin especificar qué tema quería abordar.

Siempre según esta carta, que consta en el sumario del caso de Manos Limpias y Ausbanc, el juez del caso Nóos respondió a Riutort que no tenía problema en reunirse con Roca en su despacho profesional, «en horas de audiencia», o bien en el juzgado de guardia; es decir, siempre por los cauces habituales entre jueces y letrados. «La puerta de mi despacho siempre ha estado abierta para cuantos letrados han querido acceder a él sin necesidad de pedir cita previa», explica.

El magistrado decidió incluso grabar la conversación de la hipotética reunión al sospechar de las pretensiones de los abogados de la Infanta, puesto que estos no querían reunirse «en un ámbito normalizado». Castro, asegura en la carta, no recibió respuesta a una propuesta que sitúa en diciembre de 2013. El 7 de enero de 2014, el juez imputó a la Infanta por segunda vez, después de que la Audiencia Provincial de Palma suspendiera una primera imputación, acordada el 3 de abril de 2013. El fiscal del caso, Pedro Horrach, siempre estuvo en contra.

De copas con López Negrete

Este reparo para encontrarse con un abogado de un proceso dirigido por él fuera de su despacho profesional choca con la reunión que Castro mantuvo con la letrada Virginia López Negrete, la abogada que representa a Manos Limpias en el caso Nóos y quien acusa a la Infanta Cristina de cooperadora necesaria en dos delitos fiscales cometidos por Íñaki Urdangarín. El instructor del caso Nóos se llegó a reunir con López Negrete, en septiembre de 2013, en un local de copas de la barriada palmesana de El Molinar, como desveló en exclusiva ABC. Este encuentro tuvo lugar hacia las siete de la tarde en una terraza con vistas a la bahía de Palma. El contenido de la conversación, sucedida en la recta final de la instrucción, no llegó a trascender, pero siguiendo las inferencias de Castro sería fácil aventurarlo.

En la carta con la que Castro ha irrumpido en la causa que investiga si los líderes de Manos Limpias y Ausbanc, Miguel Bernad y Luis Pineda, formaron una trama de extorsión, el magistrado reconoce que el abogado Riutort no le desveló el motivo para reunirse. El juez de Palma, sin embargo, se atreve a ir más allá y a adivinar.

Después de que se destapara la investigación a Manos Limpias y Ausbanc por la Audiencia Nacional, el juez de Nóos se lanzó a suponer que los abogados de la Infanta habrían propuesto una reunión con las mismas condiciones a Manos Limpias y «que fuera en el seno de esas reuniones donde tuvieran lugar las ofertas o exigencias que luego denuncia quien precisamente pudo haberlo propiciado».

Con esta interpretación, Castro señala a los abogados de la Infanta como los que habrían tomado la iniciativa y respalda la versión del líder de Manos Limpias, Miguel Bernad, quien está precisamente en prisión preventiva por estos hechos. Los investigadores han desmontado esta tesis y consideran que Bernad y Pineda -los cabecillas de la trama de extorsión- ofrecieron retirar la acusación contra Doña Cristina siempre a cambio de dinero.

El líder de Manos Limpias admitió al juez que se reunión con representantes de La Caixa para abordar la situación de la Infanta, pero que siempre le movió «el bien de España».

El juez Castro comienza la carta asegurando que «aplaudiría» la expulsión del sindicato Manos Limpias del caso Nóos «si se constatase su responsabilidad en los hechos, exclusiva en tanto no la hubieran provocado o propiciado terceras personas». Y se permite analizar el encarcelamiento de Bernad y Pineda, una situación que «sería de desear» que continúe si han cometido «los delitos que se decían». Añade, incluso, que si esta situación provisional debe incluir a Virginia López Negrete, «pues que así fuera».