Iglesias y Errejón preparan sus campañas entre duros reproches

Se acaba el tiempo. Y no hay acuerdo en nada. En la medianoche de hoy termina el plazo para que Pablo Iglesias e Íñigo Errejón alcancen un acuerdo que evite la confrontación en el congreso del partido (11 y 12 de febrero). Parece imposible.

En uno y otro equipo se trabaja ya en la confección de listas para conformar dos candidaturas diferenciadas para la elección del Consejo Ciudadano Estatal. Ayer, ambos dirigentes llevaron sus diferencias al escaño del Congreso, visibilizando una acalorada discusión. Aunque luego Iglesias quiso quitarle hierro: «No somos holandeses, somos españoles y gesticulamos». Lo mismo hizo Errejón: «Nosotros hablamos de todo con pasión».

La falta de acuerdo es evidente, y el interés estriba más en quién acompañará a uno y otro en sus candidaturas.

La posible vuelta de Juan Carlos Monedero planea sobre la lista de Iglesias, aunque ya se especuló lo mismo como posible integrante de la candidatura de Ramón Espinar y finalmente no se produjo.

Su incorporación no es más que un rumor alimentado por muchos que desde el entorno de Iglesias se descarta de plano. Su vuelta sería un claro mensaje de Iglesias a Errejón, que con la salida de Monedero asumió sin discusión el rol de número dos del partido y multiplicó su visibilidad.

Aunque en público los miembros de uno y otro equipo se esfuerzan en decir que «todavía queda tiempo», lo cierto es que uno y otro equipo trabajan ya en actos propios de cara al fin de semana.

El entorno de Iglesias

En el errejonismo se apunta estos días con contundencia al entorno del secretario general como culpable de la brecha abierta entre Errejón e Iglesias. Las tintas se cargan especialmente contra el secretario de Organización del partido, Pablo Echenique.

La portavoz del ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, definió ayer como «golpe burocrático» la decisión de éste de someter a la propia comisión de garantías la cuestión de cómo renovar ese órgano. Maestre cree que ha dinamitado la última posibilidad de acuerdo que quedaba abierta.

El equipo técnico mandatado para organizar el congreso no está siendo capaz de ponerse de acuerdo en prácticamente nada. Ayer, integrantes de ese equipo confirmaban que ni siquiera existe acuerdo sobre cómo aparecerían en la web las futuras candidaturas y si la interfaz en la que aparecería la votación del secretario general, con Iglesias como único candidato, debe aparecer antes o después de la votación de documentos.

Las diferencias alcanzan las cuestiones más artificiales, pero tiene una raíz estratégica que ayer Iglesias utilizó contra Errejón: «Sólo voy a decir una cuestión respecto a esto: voy a trabajar para que nadie convierta a Podemos en un partido como el PSOE».