Errejón atiende a los medios tras la reunión de las diferentes corrientes de Podemos
Errejón atiende a los medios tras la reunión de las diferentes corrientes de Podemos - EFE

Iglesias y Errejón chocan en una cumbre de corrientes que termina sin acuerdos concretos

El secretario político mantiene sus tesis e insiste en que no le vale cualquier acuerdo

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El acto por la unidad convocado por Pablo Iglesias con las diferentes corrientes del partido sirvió precisamente para escenificar lo contrario. A ocho días para que se acabe el plazo para alcanzar un acuerdo, la cumbre convocada por el secretario general en la sede del partido dejó claro que un acuerdo global que incluya a todos los actores es casi imposible.

A la cita acudieron los errejonistas, recelosos de un encuentro que entienden como un acto de parte. Entienden que es un episodio más de la estrategia de Iglesias que, amparado por su actual posición y porque es el único candidato oficial a liderar el partido, está convirtiendo el llamamiento a la unidad en el eje de su campaña.

Él y su documento político como ejes sobre los que construir la unidad, desde la constatación de que la hoja de ruta política de Anticapitalistas y Errejonistas es casi antagónica.

Iglesias ha hecho de su posición central en Podemos su gran virtud estos días. Y en su equipo reconocen que ha sido elaborado específicamente para buscar el acuerdo al recoger ideas tanto de unos como de otros.

Tres horas de reunión que no alumbraron nada nuevo. Toda una escenificación con ritual de intervenciones. Como si del Congreso de los Diputados se tratase, los portavoces de cada corriente iban saliendo de menor a mayor apoyo orgánico. O eso se supone. El primero en salir fue Miguel Urbán, líder de los Anticapitalistas, seguido por Carolina Bescansa, que ha conseguido abrirse un espacio propio entre la turbulencia. Les siguieron Errejón e Iglesias, por ese orden, seguidos de sus respectivos equipos.

La pugna entre los dos por controlar el rumbo político del partido y no perder poder orgánico marca este enfrentamiento. Errejón ha dejado bastante claro que no le gusta este formato de negociación y, consciente de que el mensaje de la unidad es muy potente en clave interna, vino a decirle a Iglesias que menos predicar y dar más trigo: «Una fuerza política grande no construye la unidad a toque de corneta». Iglesias, contrariado cuando se le preguntó por la afirmación de Errejón, no se calló: «La unidad se consigue debatiendo, ni con documentos ni haciendo declaraciones agresivas en los medios». Poco más de una semana para dejar este ambiente atrás. O eso, o duelo en Vistalegre.

El primer contacto formal, que Errejón no definió como una negociación concreto sino como una «ronda de expresiones» terminó sin ningún acuerdo concreto. Los Anticapitalistas sí presentaron un decálogo de propuestas en el que destaca crear una coordinadora que sea un interlocutor permanente con los movimientos sociales y las organizaciones políticas del cambio «para la resistencia a la gran coalición». En el equipo de Iglesias apuntan que estas propuestas les parecen bien y destacan que se está trabajando conjuntamente con ellos en otros espacios.

Ver los comentarios