Iglesias convierte el llamamiento a la unidad en todo su proyecto y Errejón hace gira por España

El vodevil de Podemos dejó paso ayer sábado a las apelaciones a la unidad desde la crispación del viernes. Pablo Iglesias e Íñigo Errejón coincidieron ayer en apelar a ella. Pero por el momento no hay signos de acercamiento más allá de generalidades retóricas. Ninguno es tan débil como para ceder ni tan fuerte como para imponer; por eso en sus borradores de propuesta política han apostado por presentar sus tesis sin diluir, poniendo toda la carne en el asador.

Íñigo Errejón estuvo ayer en Málaga y Granada en una gira para explicar su proyecto, que hoy hace parada en Murcia. Pero sus afines están llevando la campaña por toda España este fin de semana: Madrid, Palma, Santander, Barcelona, Asturias, Zaragoza, Valencia, La Coruña y La Rioja.

Un total de 14 actos. El secretario político reconoció que entre los inscritos «el clamor es que nos entendamos» y planteó que no hay «diferencias insalvables».

Pero comprobó en la reciente consulta a las bases que tiene fuerza suficiente para llevar sus tesis hasta el final. Y ayer constató que su principal diferencia con Iglesias es ni más ni menos que la estrategia del partido. Errejón quiere huir de las consignas, los gestos incluso de las reivindicaciones de la izquierda clásica, para crear «una mayoría nueva». Ayer pidió a Iglesias que «aclare» si quiere que Podemos se «cierre» y sea «un partido de protesta».

La fragmentación de poder y la ausencia de un competidor por la Secretaría General están permitiendo a Iglesias adoptar en los últimos días un rol de moderación para presentarse como el eje sobre el que pivota Podemos. Está siendo él quien hace de la apelación a la unidad toda su campaña, ofreciéndose a «mediar» entre errejonistas y anticapitalistas, a los que, también como parte de su estrategia, insiste en igualar y posicionar como los dos extremos en Podemos.

«Parece que nosotros estamos en medio; pareciera como que la gente de Errejón está más cerca del PSOE y que la gente de anticapitalistas se ha subido al monte. Yo no creo que eso sea verdad. Esas caricaturas no responden a la realidad. Ambos tienen buenas ideas. Si estamos en el medio queremos decir que nos interesa incorporar tanto a unos como a otros», señaló ayer Iglesias en un acto con sus seguidores en redes sociales.

Dice no compartir la caricatura, pero lleva días insistiendo en ella. Iglesias aseguró que se va a «dejar la piel», y demandó tanto a anticapitalistas como a «errejonistas» entender que la diversidad tiene que reforzar al partido y no «dividirlo».