La España democrática se une en la Fiesta Nacional

Gobierno, PSOE y Ciudadanos creen que su pacto pondrá fin al golpe secesionista

Los Reyes escuchan al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en presencia de su esposa, Elvira Fernández EFE
Mariano Calleja

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La España democrática de los últimos cuarenta años, desde la Transición hasta la actualidad, y de todos los sectores de la sociedad, cerró filas ayer con Sus Majestades los Reyes en la celebración de la Fiesta Nacional más significativa de la historia reciente. La respuesta al golpe de Estado que están intentando perpetrar las autoridades catalanas provocó una unión de los demócratas más fuerte que nunca en defensa de la ley y de la integridad de España por encima de las ideologías políticas.

Así se visualizó ayer en la recepción que ofrecieron los Reyes, después del desfile militar, en el Palacio Real. Con 1.500 invitados, se convirtió en la más numerosa desde la proclamación de Don Felipe. Junto al Gobierno en pleno -excepto Luis de Guindos, que estaba en el FMI en Washington- asistió una nutrida representación catalana, entre ellos la alcaldesa de Hospitalet de Llobregat, Nuria Marin, a la que el Rey recibió con un «gracias por venir» .

Veteranos socialistas

Entre los invitados se encontraban veteranos socialistas como Alfonso Guerra (que sólo acude cuando considera que la situación lo requiere), Alfredo Pérez Rubalcaba o Javier Solana , expresidentes como Felipe González o la renacida estrella Josep Borrell ; el expresidente de la Generalitat, José Montilla , y padres de la Constitución como José Pedro Pérez Llorc a. También presencias simbólicas, como la de Adolfo Suárez Yllana -en representación de su padre-, exministros de la Transición como Rodolfo Martín Villa o políticos de aquella época, como Ana Balletbó , la primera diputada que pudo abandonar el Congreso la tarde del golpe del 23-F, porque estaba embarazada. También acudieron exministros del PP, como Ana Palacio , Alfonso Alonso o Alberto Ruiz-Gallardón .

Pero, además de políticos, a la recepción de los Reyes acudieron representantes de todos los sectores de la sociedad, como empresarios (entre ellos, el nada habitual Pablo Isla ), científicos, escritores, investigadores, artistas, periodistas, representantes de confesiones religiosas, premios Princesa de Girona, representantes de ONG y todos aquellos que, a lo largo del año, han compartido actos con la Corona.

«Rajoy ha acertado»

En la recepción se palpó un ambiente de optimismo, tras el paso que había dado el Gobierno de Rajoy el día anterior, al activar el artículo 155 de la Constitución. «Ha sido muy inteligente», aseguró Zapatero. Los elogios a la medida pactada por el Ejecutivo, el PSOE y Ciudadanos se extendieron rápidamente. Incluso los críticos dentro del PP con la gestión que ha hecho Rajoy ante el desafío secesionista admitían su «acierto»: «No soy marianista, pero en este caso ha acertado totalmente», admitía Esperanza Aguirre .

En el Gobierno se sostiene que «la pelota está en el tejado de Puigdemont, que deberá demostrar ante todo el mundo si realmente quiere diálogo o se mantiene en su golpe». Fuentes del Ejecutivo se atrevieron a calcular las posibilidades de rectificación que ven en Puigdemont: «Un 25 por ciento».

Si el líder secesionista contestara al requerimiento del Gobierno aclarando que «no» ha habido declaración de independencia, fuentes del Ejecutivo sostienen que se desactivaría el artículo 155 y se volvería a la situación previa al 6 y 7 de septiembre, cuando el Parlamento autonómico aprobó la ley de Transitoriedad. «El no de Puigdemont demostraría que no se ha cumplido esa ley de Transitoriedad, ya suspendida por el TC». Se abriría un nuevo escenario político que tendría como protagonista absoluto el Congreso de los Diputados, según el Gobierno. Sería ahí, y en concreto en la Comisión territorial para analizar la reforma de la Constitución que ha impulsado el PSOE, donde se situaría el diálogo.

Pero en el equipo de Rajoy ven «un 75 por ciento de posibilidades» de que Puigdemont siga instalado en el golpe a la democracia, y no responda de forma satisfactoria al requerimiento del Gobierno, ni vuelva a la senda de la ley, antes del ultimátum que vence el jueves a las 10 horas. Las medidas que llevaría el Gobierno al Senado, en cumplimiento del artículo 155, aún no están cerradas, y Rajoy mantiene abierto el diálogo con el PSOE sobre su alcance. Fuentes del Ejecutivo precisan que el 155 deja un margen muy amplio, y ahí se incluye la posibilidad de asumir la competencia para convocar elecciones autonómicas si fuera preciso. El objetivo es pactar todo con el PSOE y Cs .

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