La «conexión» de Podemos con el independentismo

La formación morada incluye el derecho a decidir en su ideario desde su fundación, pero la posición política de la dirección nacional en esta cuestión ha causado críticas en el seno del partido y algunas marchas en la cúpula catalana

El secretario general de Podemos Pablo Iglesias(d), junto a la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, el portavoz de En Comú Podem Xavier Domènech(2i) y la coordinadora de comunicación de Catalunya en Comú, Elisenda Alamany EFE

E.BLANCO

La última riña a cuenta del independentismo catalán se ha saldado con un duro cruce de acusaciones en Twitter entre Pablo Echenique y Albert Rivera . El pasado domingo, el secretario de Organización de Podemos acusó al líder de Ciudadanos de «comportarse como un matón» por compartir las fotografías de profesores que, supuestamente, señalaron a hijos de guardias civiles en Cataluña en debates en las aulas tras la celebración del 1-O.

La posición de Podemos frente a la cuestión catalana ha sido compleja y polémica a lo largo de los últimos meses. La formación, que incluye en su ideario el derecho a decidir desde su creación, se ha manifestado pública y políticamente a favor del «diálogo» con Cataluña desde su dirección nacional. También desde sus marcas blancas y su confluencia electoral de Unidos Podemos.

La defensa del derecho a decidir es una reivindicación que Podemos ya lanzó como baza electoral para las elecciones del 20 de diciembre de 2015. Entonces, Pablo Iglesias ya apuntaba al reconocimiento del derecho a decidir de los catalanes como uno de sus caballos de batalla, después de conseguir unos desastrosos resultados en las autonómicas del 27 de septiembre. « Defendemos la unidad en la plurinacionalidad . Decidir estar en un proyecto común le corresponde a la gente de manera libre», apuntaba el líder de Podemos en 2015.

Esta posición es la que el partido ha mantenido al tiempo que la cuestión catalana se ha recrudecido. Podemos defiende el derecho a decidir, pero su líder ha declarado en múltiples ocasiones su oposición a las decisiones judiciales que afectan a políticos catalanes. « Es una vergüenza que haya dirigentes catalanes en la cárcel o en el exilio» , espetó ante los medios Pablo Iglesias durante un viaje a Buenos Aires. La deriva de Podemos estos últimos meses ha causado críticas en el seno del partido. Carolina Bescansa llegó a asegurar que, con la estrategia elegida, su formación se estaba olvidando de parte de la sociedad española.

Contra el 155

A esto se sumó la decisión del partido de recurrir ante el Tribunal Constitucional la aplicación del artículo 155 de la Constitución. La formación presentó un recurso contra la decisión del Senado de aprobar el uso de este artículo constitucional. Algo que escenificó un mes después, Xavier Domènech en el Congreso. En aquella ocasión, Domènech compareció solo, algo que contrasta con las actuaciones de Podemos, que suele arropar a los portavoces de cualquier confluencia en las presentaciones de las decisiones del grupo en la Cámara Baja. El gesto se interpretó como el reflejo de la división que causa este tipo de decisiones en el seno de la formación y que, en ese momento, coincidía con el temor en Podemos de que el recurso dañase aún más la intención de voto en el conjunto del país.

El limbo que causa la cuestión catalana en Podemos también se escenificó hace unos meses, a las puertas de la celebración de las elecciones autonómicas en Cataluña. Mientras el órdago secesionista iba en ascenso, Alberto Dante-Fachín , que fue secretario general de Podem Catalunya, llegó a mostrar su apoyo al referéndum ilegal del pasado 1 de octubre (una posición política que ni Pablo Iglesias, Ínigo Errejón y Pablo Echenique aceptaron). « Nos vemos el 1-O », espetó en un pleno del Parlament el dirigente. Dante-Fachín terminó dimitiendo, para pasar a las filas de la CUP y ERC en los últimos comicios después de acudir a varios actos de los anticapitalistas cuando aún militaba en Podem, y señaló que la estrategia electoral que se defendía desde la dirección nacional «menospreciaba» las decisiones que tomaba la cúpula en Cataluña .

Un acto público polémico

Un acto en Zaragoza, cuyo alcalde Pedro Santiesteve es de Podemos, sirvió de escenario en septiembre del pasado año para que diversos líderes de Podemos, Izquierda Unida y sus marcas blancas mostrasen públicamente su simpatía por el desafío independentista. En aquella ocasión, Pablo Iglesias usó el micrófono para señalar a PP y Ciudadanos como culpables de la tensión en Cataluña. El líder de Podemos urgió a Mariano Rajoy a permitir el 1-O y a « cesar la represión y la política de excepcionalidad » para celebrar «un referéndum pactado», en referencia a las actuaciones policiales y judiciales en Cataluña.

En la misma reunión, Ada Colau llamó al «diálogo» con los secesionistas. La alcaldesa de Barcelona reclamó que el PSOE se «uniera al frente de autodeterminación» y pidió a Pedro Sánchez que «escuchase al 80 por ciento de los catalanes que pide votar». Precisamente, Colau ha sido una de las políticas más activas en su apoyo a los independentistas , llegando a acoger un acto institucional en el consistorio con familiares de los políticos que están en prisión y ofreciéndoles su apoyo.

La alcaldesa de Barcelona también visitó a los encarcelados el pasado mes de marzo y tras su visita publicó sendos mensajes en Twitter afirmando que que «estén a centenares de kilómetros de su casa es cruel. Tienen que quedar en libertad cuanto antes». «La solución para Cataluña pasa por recuperar el autogobierno, cerrar heridas, tender puentes y volver al diálogo entre los que discrepamos. La judicialización de la política y los encarcelamientos solo nos alejan de esta solución y profundizan en la fractura», remarcó.

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