Cifuentes cree que Granados le involucra por «venganza» tras pedir al juez mantenerlo en prisión

Desvía las sospechas de corrupción del PP de Madrid a González y Aguirre. «Pregúnteselo al director de campaña», responde a Errejón. «Yo no elegía a los alcaldes», dice sobre los cargos imputados

Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid JAIME GARCÍA
Itziar Reyero

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«No sé muy bien a lo que vengo, más allá de las declaraciones del señor Granados». Así ha accedido este martes Cristina Cifuentes a la comisión del Congreso que investiga la caja b del PP en la ha dicho sentirse víctima de una encerrona y donde ha negado que haya tenido ninguna responsabilidad en la financiación del PP de Madrid . Cifuentes ha desviado las preguntas más concretas de la oposición a Ignacio González y Esperanza Aguirre como máximos responsables de la campaña de 2007 que investigan los jueces. Su función como responsable de territorial, ha precisado, era exclusivamente la de «movilizar» al partido y llenar los mítines en periodo electoral, pero no intervenía en la gestión económica ni financiera.

«Pregúnteselo al director de campaña», le ha respondido varias veces al diputado de Podemos Iñigo Errejón cuando le pedía detalles sobre su participación en las campañas del PP, supuestamente financiadas de manera fraudulenta. «Yo no elegía a los alcaldes», le ha contestado cuando desde la primera fila de la comisión le ha citado a una decena de cargos imputados del PP madrileño. La comparecencia ha durado dos horas y tres cuartos y ha dejado el primer cara a cara entre Cifuentes y Errejón, que apunta a candidato de Podemos para la Comunidad de Madrid en 2019.

La presidenta madrileña ha denunciado ser víctima de una cacería de la oposición aprovechando las declaraciones ante el juez de un «presunto delincuente», en alusión al exdirigente popular Francisco Granados . Y ha asegurado que si este le involucró es porque actuó «por venganza» después de que su Gobierno regional pidiera mantenerle en prisión adhiriéndose al criterio del fiscal. En todo caso ha precisado que no fue decisión suya y ha aclarado que el Abogado General siempre se posiciona con el Ministerio Público. «Seguramente no le sentaría muy bien», ha añadido sobre la decisión de su Ejecutivo de personarse en las causas judiciales Púnica, Gürtel y Lezo.

«¿Por qué cree que el señor Granados le cuelga el muerto a usted?», le ha preguntado el portavoz de ERC, Joan Tardà . «Esto obedece a una venganza del señor Granados y como un intento de diluir sus responsabilidades poniendo el ventilador», ha respondido Cifuentes, que ha recordado que ha presentado una querella criminal por injurias y difamación contra el exalcalde de Valdemoro y antiguo mano derecha de Aguirre. «No todo el mundo digiere de la misma manera que seamos tolerantes cero contra la corrupción», ha recalcado Cifuentes.

Cifuentes llegó escoltada por el coordinador general de Génova, Fernando Martínez-Maillo , y una veintena de diputados del PP, a la comisión de investigación del Congreso, y antes de perderse en la nube de cámaras y fotógrafos todavía tuvo ánimo de besar a algunos diputados de la oposición, como al portavoz de ERC, Joan Tardá. «Ha venido arropada de palmeros que han venido a palmear y abuchear», censuró al final de la sesión la diputada de Podemos Carolina Bescansa.

El presidente de la comisión, Pedro Quevedo , de Nueva Canarias, que primero pareció encantado de la expectación mediática, lamentó al final el espectáculo ofrecido en la sesión, con continuas interrupciones entre los grupos.

La presidenta del PP de Madrid ha insistido en que lo de hoy ha sido una encerrona sin justificación y ha dicho que «la única razón» por la que ha sido llamada al Congreso es por las acusaciones de Granados, contra el que ha presentado una querella por injurias y calumnias y delitos contra su integridad moral. «Creo que no debería haber venido aquí, la única razón no es un auto judicial, son las declaraciones de un señor cuya tarjeta de presentación es que es un presunto delincuente que ha estado cumpliendo tres años de prisión preventiva», ha apuntando. Además de por venganza personal, Cifuentes cree que Granados ha puesto el «ventilador» como parte de su estrategia de defensa. Y ha lamentado no haber encontrado solidaridad de la oposición ante lo que llama «un ataque personal injustificable y de un machismo repugnante» contra ella.

El PSOE ha rechazado su discurso «victimista» recordando que ya solicitó su comparecencia en mayo de 2017 y fue aprobada en verano. «Debe quedar claro que un compareciente ni es un reo ni un presunto delincuente, es alguien que tiene algo que aportar», ha mediado el presidente de la comisión. Al finalizar la sesión Iñigo Errejón se ha acercado hasta Cifuentes, a la que ha saludado con un beso aunque ha iniciado un breve diálogo en actitud distante.

Se desvincula de las cuentas

El diputado del PSOE Artemi Rallo inició su turno repasando el largo historial de Cifuentes con cargos de responsabilidad en el PP de Madrid y vinculó su «salto espectacular» en su carrera política con el «tamayazo», el escándalo por el que en 2003 el PSM perdió la investidura en la Asamblea de Madrid después de que dos diputados socialistas, Tamayo y Sáez , no comparecieran a última hora y tras haber sido supuestamente comprados por el PP. «Nadie como usted, es la persona idónea para ilustrarnos sobre los entresijos, la trastienda y a lo mejor los cambalaches del PP de Madrid. Es difícil que se le haya escapado el más mínimo detalle del PP de Madrid en las últimas cuatro décadas», señaló Rallo, que aludió a un manuscrito de Tamayo en el que se señalaba a «Cristina». Cifuentes le ha acusado de hacer un «relato imaginario», no probado. «Son dignos de guiones de Hollywood, en el mejor estilo de El Padrino», ha cerrado su turno el socialista.

«Mi competencia exclusiva era de movilización para que los actos estuvieran llenos y fueran exitosos», ha reiterado Cifuentes durante su larga comparecencia en la que Errejón le ha cuestionado que como responsable del comité de derechos y garantías no abriera ninguna investigación o expediente sobre los cargos estaban siendo involucrados en supuestos casos de corrupción, al menos en la prensa. Por ejemplo, cuando en febrero de 2014 se supo que Granados tenía una cuenta en Suiza. O cuando en abril de 2009 se difundieron imágenes de Ignacio González en Colombia con bolsas presuntamente llenas de dinero.

« ¿Por qué no le mereció ninguna investigación, ¿le creía usted cuando dijo que transportaba toallas? », le ha cuestionado Errejón. «Las cosas (hizo la señal de comillas con los dedos) del señor Granados las hemos ido conociendo con el tiempo», ha dicho Cifuentes reconociendo su «incredulidad» cuando empezaron las sospechas sobre el exconsejero madrileño.

«Yo no tengo por qué saber lo que hacen todos los afiliados y militantes del partido en un momento en el que no sabía ni que estaba investigado», ha añadido Cifuentes, que ha asegurado que de haber tenido conocimiento de alguna irregularidad lo hubiera denunciado. En todo caso ha precisado que la responsabilidad de abrir expedientes a esos dos dirigentes le correspondía al comité nacional de derechos y garantías. «Desgraciadamente yo no decidía, ojalá, las cosas, espero habrían sido diferentes», ha deslizado en otro momento de su intervención Cifuentes.

El diputado de Ciudadanos Toni Cantó le ha leído una retahíla de casos de corrupción vinculados al PP de Madrid y ha puesto en duda también que no supiera nada de ellos pese a llevar casi cuarenta años en el partido con puestos destacados. Le ha sacado el tema de los contratos de la cafetería de la Asamblea de Madrid, en la que llegó a estar investigada pero no imputada por el juez. «Dudo que haya tenido tolerancia cero, pero lo que ha tenido es una ceguera absoluta para detectarla. Si usted no se enteró de nada en estos casi 40 años es muy grave. Pero si usted lo sabía todo y nos lo está ocultando es más grave todavía», ha concluido Cantó.

Cifuentes ha defendido su «honorabilidad» ante Cantó y le ha amenazado con ponerle una querella si sostiene lo contrario fuera del Congreso, sin su «inmunidad parlamentaria». «Para usted quizá esto de la nueva política es algo malo, pero he dedicado toda mi vida, y voy a salir de la política con menos de lo que entré. No puede poner en duda mi honestidad. Si lo hiciera fuera de esta sede yo le presentaría una querella», ha aseverado sintiéndose «orgullosa» de pertenecer al PP pero «avergonzada» de quienes se han aprovechado de sus siglas para delinquir.

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