C’s apoyó que CDC tuviera grupo propio la pasada legislatura

Los dos representantes de Ciudadanos en la Mesa del Congreso no se opusieron a que Convergencia pudiera constituir grupo propio la pasada legislatura por no cumplir, como sucede ahora, todas las exigencias del Reglamento, según consta en el índice rojo y el acta de la reunión celebrada por este órgano el pasado 20 de enero, a los que ha tenido acceso ABC.

En aquella sesión, los miembros de la Mesa habían sido informados de que Convergencia había obtenido «el 15,8 por ciento de los votos en el conjunto de las circunscripciones en las que había presentado candidatura, si bien no alcanzaba en una de ellas la barrera del 15 por ciento» que reclama el Reglamento, reza el índice.

Sin embargo, el hoy vicepresidente primero de la Cámara, Ignacio Prendes, tan solo expresó su «disconformidad» por la denominación escogida: Grupo Parlamentario Catalán (Democràcia i Llibertad), entendiendo que el uso del gentilicio suponía la asunción de la representación territorial en exclusiva de los votantes de esa comunidad.

Sin oposición

Prendes intervino hasta en tres ocasiones en el debate pero siempre con la misma idea y no introdujo ningún otro cuestionamiento. Pasó así completamente por alto el hecho de que CDC no hubiera alcanzado el 15 por ciento de los votos marcado por el Reglamento en una de las provincias, como hubiera correspondido a la interpretación restrictiva que la formación defiende ahora. El acta de la reunión lo deja muy claro. «Sin perjuicio de no oponerse a su constitución el Sr. Prendes anuncia que votará en contra de la denominación propuesta», concluye el primer párrafo.

Tampoco la otra representante de Ciudadanos, la hoy secretaria cuarta Patricia Reyes, cuestionó el derecho de CDC a conformar grupo, y solo intervino en una ocasión durante todo el debate. «La Sra. Reyes sumándose a lo señalado por el Sr. Prendes, considera que, al menos, se debería evitar el uso de los paréntesis», recoge el acta. Ninguno de los otros siete miembros de la Mesa (tres del PP, dos del PSOE y otros dos de Podemos) vio inconveniente en que CDC conformara grupo propio. No hubo ningún comentario sobre el porcentaje inferior al 15 por ciento obtenido en Barcelona. Es más, todos los que intervinieron rechazaron las críticas de Prendes y Reyes sobre la denominación del grupo catalán, por haberse llamado así hasta la fecha y entender que no existía esa intención de asumir la representación en exclusiva, al contar con un segundo nombre. En todo caso, sí se acordó la vigilancia de que el grupo catalán no incurriera en ello.

Así el acta recoge que «con el voto en contra del Sr Prendes y la Sra Reyes en lo relativo a la denominación del Grupo Parlamentario, la Mesa acuerda (...) tener por constituido el grupo de referencia», concluye el documento. El índice rojo ni siquiera recoge este voto en contra al no referirse a la constitución del grupo, sino a su denominación. La única diferencia entre los datos electorales de CDC en aquel momento y los presentados ahora es que en las elecciones del pasado mes de junio, este partido se quedó por debajo del 15 por ciento de los votos en dos provincias catalanas: Tarragona y Barcelona. Pero haciendo la media de los sufragios obtenidos en las cuatro provincias catalanas, alcanza ese porcentaje exigido por el Reglamento, tal y como sucedía en enero. De hecho, aunque CDC perdió votos el 26-J, obtuvo el mismo número de escaños: ocho, por lo que las subvenciones en juego son las mismas que entonces: 41.761 euros mensuales repartidos entre 28.597,08 euros en concepto de grupo propio y 1.645,49 euros por cada diputado obtenido.

A esta incongruencia se une que ABC desvelaba ayer el acta de la reunión de la Mesa del Congreso en que C´s daba su apoyo en la legislatura pasada a que ERC tuviera grupo propio sin alcanzar el 15 por ciento de los votos en una de las provincias. Y tampoco en esa sesión, que tuvo lugar el 26 de enero, Prendes y Reyes hicieron consideración alguna. Sin embargo, C’s repudia ahora esa interpretación flexible del Reglamento y considera «ilegal» cualquier acuerdo que no se atenga a lo que reza el texto. Si mantiene su actual postura en la reunión que la Mesa celebrará la semana que viene defenderá una postura contraria a la mantenida hace tan solo siete meses.