Alejandro Luzón, principal candidato a la jefatura de Anticorrupción

El Consejo Fiscal, que se reúne hoy miércoles, dará a conocer su propuesta para suceder a Manuel Moix como jefe de la Fiscalía Anticorrupción y contra el Crimen Organizado, que no es vinculante para el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, pero que salvo sorpresa mayúscula hará suyo el nombre que salga de ese órgano consultivo.

El favorito en todas las quinielas es Alejandro Luzón, que parece contar con el apoyo de los seis vocales de la Asociación de Fiscales, por lo que solo le haría falta uno más para ser el elegido, ya que hay doce en total. Tres son de la Unión Progresista de Fiscales y hay otros tres miembros natos: el fiscal general del Estado, el teniente fiscal del Tribunal Supremo y el fiscal Inspector Jefe, siendo el primero el presidente de este órgano colegiado.

A pesar del favoritismo de Luzón las fuentes consultadas por ABC advierten de que la ex fiscal superior del País Vasco, María Ángeles Montes, podía ser la gran sorpresa de esta elección. Su nombre ya sonó para sustituir a Antonio Salinas y el hecho de que ahora se haya decidido a dar el paso de presentarse a la elección podría indicar que cuenta con apoyos significativos dentro del Consejo y en una votación apretada podría ser una candidata de consenso.

Sin embargo, varias fuentes de la Fiscalía daban por seguro que Luzón sería el elegido. El cálculo que hacían es que a los seis vocales ya citados se unirá, con seguridad, el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, y probablemente también el jefe de la Inspección de la Fiscalía, Fausto Cartagena. Las mismas fuentes, no obstante, abrían la puerta a que la Asociación de Fiscales no vote en bloque y que uno o dos de sus vocales opte por otro candidato, que bien podría ser María Ángeles Montes.

En contra de esta opción juega el hecho de que esta fiscal, ahora destinada en el Tribunal Supremo, no tiene experiencia en Anticorrupción, precisamente uno de los grandes hándicaps que también tenía Moix. No obstante, es incuestionable su trayectoria profesional, la mayor parte de ella ligada al País Vasco.

Programa de Luzón

Una de las incógnitas que se mantienen es por quién se decantará José Manuel Maza, que vio cómo su apuesta por Moix dio paso al periodo más convulso que ha vivido nunca Anticorrupción. Algunas fuentes aseguran que ahora podría decantarse por un valor seguro, como es Alejandro Luzón, al que además ya conoce bien porque mantiene con él un estrecho contacto como jefe de la Secretaría Técnica..

Luzón, de 53 años, tiene como objetivo, según ha reflejado en su propuesta de atuación, «gestionar los procedimientos que afectan a cajas y bancos» y «revitalizar y reforzar la Unidad de Apoyo de la Agencia Tributaria». Asimismo, su idea es agilizar la gestión procesal y en este sentido su primer gran reto es comenzar a dar salida asuntos como el de la operación Púnica y, más a medio plazo, el de la operación Lezo, aunque en este caso acaba de comenzar su andadura.

Su llegada a Anticorrupción sería bien recibida por los profesionales de esa Casa «porque es un hombre que ha hecho su carrera allí y la conoce perfectamente. Además, sabe coordinarse con las unidades de apoyo, es una persona con gran prestigio y larga trayectoria en las investigaciones económicas, que son buena parte de las que lleva esa Fiscalía Especial, y es una persona reconocida en la Carrera, lo que no sucedía con Moix».

Su único hándicap sería que ya se presentó en la anterior ocasión al cargo y no fue elegido, por lo que su elección puede ser interpretada como una rectificación por parte de la Fiscalía General del Estado, y en última instancia del Ministerio de Justicia..

El tercero en disputa, pero sin posibilidades reales de ser elegido, es Pedro Crespo, al que apoya la Unión Progresista de Fiscales, que cuenta con solo tres vocales en el Consejo.

El resto de candidatos -el ex fiscal superior de Andalucía Jesús García Calderón; la teniente fiscal de Anticorrupción, Belén Suárez; Antonio Romeral, responsable del caso de la caja B del PP y con enorme prestigio en la Casa, y Teresa Gálvez, una de las fiscales del caso Púnica-, en principio no contarían con posibilidades.